El Ibex sube un 4,9% y firma su mejor semana en cinco meses
El selectivo español logra conservar los 7.900 puntos pese al castigo de la banca
Los inversores han dividido su atención esta semana entre los bancos centrales y la temporada de publicación de resultados trimestrales de las empresas. La expectativa de que la Reserva Federal levante el pie del acelerador de las subidas de tipos en Estados Unidos, a imagen de lo que ha hecho esta semana el Banco Central Europeo ha dado alas en el mercado. También el hecho de que las empresas que van desfilando por la pasarela de resultados estén cumpliendo, en su mayoría, con las estimaciones del consenso está sirviendo de catalizador. Hasta el momento, de las empresas del Stoxx 600 que han publicado resultados, el 59% ha superado las estimaciones de beneficios, según datos de JP Morgan.
En Bank of America apuntan que el tan temido golpe a los balances de las empresas no se ha materializado hasta ahora en la temporada de resultados. Los analistas apuntan que el tercer trimestre está siendo otro trimestre de crecimiento de los ingresos y de los beneficios de las empresas.
Todo ello ha favorecido que las Bolsas europeas optaran por las subidas en el balance semanal. Alzas que han estado lideradas por el Ibex 35, que logra su mejor semana desde mayo al anotarse un 4,92%. Una subida que le perite conservar los 7.900 puntos que recuperó el jueves y que podría haber sido superior de no haber sido por la corrección del viernes liderada por el sector bancario.
Así, el viernes el selectivo patrio cerró con una leve caída del 0,06% lastrado por la corrección del sector bancario y pone fin así a cuatro jornadas consecutivas al alza. CaixaBank restó un 7% liderando las caídas. Se trata de la entidad española más afectada por los cambios en la remuneración de las líneas de financiación TLTRO III del BCE.
Desde Scope Ratings destacan que “el cambio de condiciones acelerará los reembolsos de las TLTRO y podría llevar a un endurecimiento general de las condiciones de financiación para la economía real, especialmente en Italia y España, donde el exceso de liquidez es limitado”.
Tras CaixaBank los títulos de IAG se dejaron un 2,68% y los de ArcelorMittal, un 2,84%. Las alzas, por su parte, estuvieron lideradas por Mapfre (3,71%), Telefónica (3,27%) y PharmaMar (2,2%).
En el resto de Europa las alzas se acabaron imponiendo en la jornada del viernes y el Euro Stoxx 50 avanzó un 0,24%, mientras que el Dax sumó un 0,24% y el Cac se anotó un 0,46%. La incertidumbre no logró imponerse a pesar de que en Alemania se conoció que el IPC adelantado de octubre se situó en el 10,4%, por encima del 10% de septiembre.
Al otro lado del Atlántico la semana ha estado marcada por unos débiles resultados de trimestrales de las grandes tecnológicas que alertan de la debilidad del consumo y que han golpeado con fuerza sus cotizaciones, en especial la de Meta, matriz de Facebook.
El BCE cumplió el guion y elevó los tipos hasta el 2%, si bien, reconoció que las subidas podrían moderarse a partir de ahora. Un rumbo que podría adoptar también la Fed, donde algunas voces apuntan a una modulación del mensaje para reducir el riesgo de una recesión aguda, a pesar de que la inflación sigue siendo muy elevada. Más allá, la presidenta Christine Lagarde pospuso a diciembre el debate sobre la reducción del balance del banco central. Un gigante que cuando empiece a reducirse afectará, en un primer momento y según estimaciones de Bank of America al sector servicios, automoción y bienes de capital, sectores de los que el BCE acumula más bonos a corto plazo. Por contra, las empresas de bienes de consumo se verán beneficiadas por contar con fechas de vencimiento más extensas, según los analistas del banco estadounidense.
A la espera de que la institución monetaria vaya desprendiéndose de la ingente cantidad de deuda que amasa en su balance, la confirmación de que mantendrá sin cambios los programas de compras de activos fue suficiente para contrarrestar el repunte del precio del dinero. Después de varias sesiones consecutivas en las que las rentabilidades han profundizado las caídas, el viernes se tomaron un respiro. Un hecho que podría estar propiciado por la recuperación económica que ha experimentado EE UU en el tercer trimestre. Como viene siendo una constante en los últimos meses, a día de hoy los datos positivos tienen un efecto contrario en el mercado. La fortaleza que muestra la economía estadounidense junto a la robustez del mercado laboral podría dar argumentos a la Reserva Federal para mantener el ritmo de las subidas.
A pesar de los repuntes experimentados el viernes, la semana sigue arrojando un balance positivo para la renta fija, uno de los activos más sensibles a la política monetaria. La rentabilidad de la deuda española baja 38 puntos básicos en las últimas cinco jornadas, hasta el 3,15%, unos descensos que superan la caída de 34 puntos básicos que registró a finales de julio. Hay que remontarse a 2016 para ver unos recortes similares. El comportamiento de la deuda española se mantiene en línea con el resto de las referencias de la zona euro. Es decir, los inversores no hicieron distinción entre los denominados países seguros y los de la periferia. De hecho, la rentabilidad del bono italiano a 10 años bajó 57 puntos básicos, unas caídas vistas por última vez en 2018, hasta el 4,17%. Además de la política monetaria en el caso italiano jugó un papel destacado la designación de Giancarlo Giorgetti como ministro de Economía, una figura moderada cercana al ex primer ministro, Mario Draghi. Por su parte, la deuda alemana no vencimiento en 2032 cedió 32 puntos básicos, hasta el 2,1%. Aunque el tono más moderado del BCE con confirman que los bonos soberanos y el crédito de alta calidad son ahora más atractivos desde Amundi Investem mantienen una postura entre ligeramente negativa y neutral sobre la duración y el crédito.
En el mercado de divisas, el euro cierra la semana en los 0,995 dólares tras coquetear arriba y abajo con su paridad durante los últimos días. Desde Julius Baer consideran que los riesgos a la baja seguirán a corto plazo sobre la divisa europea “dado que la atención se centrará ahora en la reunión de la Reserva Federal de EE UU de la próxima semana”. En Bank of America estiman que el euro finalice el año en los 0,95 dólares y se sitúe a cierre de 2023 sobre los 1,1 dólares.
Por su parte, el precio del barril de petróleo Brent sumó su segunda semana consecutiva al alza y subió un 2,4%, hasta los 95,75 dólares.