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La digitalización, el pilar para conseguir una movilidad sostenible y para todos

El sector del transporte, que ha experimentado la llegada de nuevos actores en los últimos años, afronta numerosos retos, desde la descarbonización hasta una integración que permita la creación de un ecosistema completo de movilidad

Manu Granda

Si bien hace unos años el cambio climático se veía como un problema lejano e incluso discutible por determinados sectores, hoy existe un consenso en la sociedad sobre la necesidad de reducir las emisiones de gases contaminantes ante los eventos climáticos extremos cada vez más comunes que estamos sufriendo. Para afrontar este reto, un pilar será la transformación del sistema de movilidad a uno sin emisiones.

No es este el único desafío al que se enfrenta el transporte, con nuevos actores y posibilidades de movilidad que han surgido en los últimos años, sino que también debe aceptar el reto de convertirse en un sistema inclusivo para toda la sociedad, independientemente de donde vivan las personas, ya sea en un pequeño pueblo o en una gran ciudad.

Para ello, será indispensable el uso de la tecnología y la digitalización de los servicios de transporte que faciliten su uso e integración en un modelo de transporte unificado, en el que todos los actores se interconecten entre sí en un “ecosistema de movilidad”, como explicó Agustín Escobar, CEO de Siemenes Mobility España y de la región suroeste de Europa, en un desayuno informativo organizado por CincoDías en colaboración con Siemens Mobility, bajo el título La digitalización como pilar transformador del transporte sostenible en el horizonte 2030.

“Actualmente, tenemos una mayor conciencia social sobre la necesidad de tener medios de transporte sostenibles. Ha habido un cambio generacional, el modelo tradicional de tener un coche ya no existe en las nuevas generaciones”, comentó Escobar, quien señaló que han surgido nuevas formas de movilidad “de una forma un poco desorganizada” como los patinetes eléctricos, pero que han hecho “que muchos comportamientos empezaran a cambiar”.

“Ahora hay un montón de alternativas adicionales que han nacido desde una perspectiva más tecnológica, con apps para poder reservar una moto o un patinete. Eso ha generado un caldo de cultivo positivo que tenemos que planificar y organizar para garantizar que todo pueda estar integrado y ganar así eficiencia. Ese eje transversal de ganar eficiencia viene de la tecnología y de la digitalización. Hablamos de un ecosistema de movilidad, donde tenemos que garantizar que hay plataformas que permitan la coexistencia de todos”, afirmó Escobar.

Como eje vertebrador de todos esas opciones de movilidad ha de situarse el ferrocarril, indicó Manel Villalante, director general de desarrollo y estrategia de Renfe, que matizó que el ferrocarril no puede cumplir con todas las necesidades de movilidad. “El tren no puede ir de puerta a puerta. O aceptamos eso como partida o estamos matando al tren (...) si uno quiere de verdad combatir el reto demográfico no hay que dar ferrocarril a todo el mundo, sino dar infraestructuras de telecomunicaciones y un sistema de transportes que sea eficiente”, que se combine con otras opciones de movilidad como “buses o taxis”, argumentó Villalante. En esa misma línea se pronunció la secretaria general de Transportes y Movilidad, María José Rallo, que afirmó que “el ferrocarril es la forma más eficiente y limpia de transporte, pero cuando los trenes van llenos”.

“El ferrocarril es un medio de transporte concebido para el transporte masivo de personas y tiene claramente unas ventajas tremendas. En la corta distancia, en las grandes áreas metropolitanas con el cercanías y el metro, además de en las largas distancias en los corredores en los que haya un movimiento de personas importante. Pero cuando en las zonas poco pobladas van los trenes vacíos, eso no es eficiente para nada, porque el tren es una forma cara de provisión de servicios de transporte. Al final, es un dinero público que se está perdiendo y se podría usar de una forma más eficiente con la intermodalidad, es decir, un servicio de carretera que te acerque a la estación más cercana, donde coges el tren”, añadió Rallo.

Digitalizar servicios

Durante el debate, Rallo recordó la importancia de que la digitalización llegue a todas partes. “Todavía hay operadores de autobús que su itinerario lo tienen pinchado con una chincheta en un corcho, no está digitalizado. Hay que hacer un esfuerzo y eso es lo que estamos haciendo para tratar que la parte con los niveles más bajos de digitalización suban de nivel”, dijo Rallo.

“Por lo menos las rutas, que sean un vector que luego se pueda introducir en cualquier plataforma y se sepa por dónde va el bus o el precio u horarios. En la información más básica aún hay operadores que no lo tienen incorporado. En el ministerio, a final de año, ya habremos movilizado 400 millones para contribuir a que toda la cadena de valor desde los que están en un nivel inferior tanto en transporte de mercancías como de viajeros se digitalicen. Es una cantidad sin precedentes”, añadió la secretaria de Estado.

En este sentido, en el debate se resaltaron los altos niveles de inversión que se están poniendo encima de la mesa tanto en el sector público como en el privado en investigación y desarrollo. “En España, nosotros invertimos entre 34 y 35 millones anuales en I+D y están enfocados absolutamente en tecnología para garantizar que tenemos sistemas de movilidad más eficientes y sostenibles”, aseguró el directivo de Siemens.

“A eso se ha sumado una iniciativa pública clara marcada en acelerar el proceso, en impulsarlo con fondos, financiación y con iniciativas conjuntas público-privadas. Podemos acelerar conjugando las fuerzas de todos”, añadió Escobar. “No sé si se está invirtiendo lo suficiente, pero desde luego se está invirtiendo como nunca. Siempre es difícil saber si la cantidad es suficiente o no”, matizó Rallo.

Relación público-privada

En este esquema se antoja como clave una fluida relación público-privada. “Yo prefiero decir cooperación público-privada. Porque no es solo un cambio semántico, sino que el sector público y el privado tienen que compartir objetivos. Hay otros objetivos lícitos, como ganar más dinero, mantener la cuota de explotación de la compañía. En el sector público hay otros como el equilibrio territorial, por ejemplo. Pero se pueden encontrar nichos de objetivos comunes. Lo hemos hecho ya en algún contrato, que la relación no sea cliente-proveedor, sino que se vincule a resultados el acuerdo entre el sector público y el privado. Hay un objetivo común y luego objetivos propios de cada parte. Eso es cooperar, llegar a una implicación mucho más directa”, indicó Villalante.

“La colaboración público-privada en el sector de la movilidad y el transporte es necesaria. Sin ella no se avanza (...) Ahora bien, creo que en este país estamos todavía lejos de entender esta colaboración de la mejor manera para producir un win win en todos los ámbitos. Porque todavía tenemos barreras administrativas. Errores del pasado han complicado mucho las herramientas que tienen los gestores públicos para poder desarrollar y ser más ágiles en sus soluciones. Por tanto, creo que es una tarea en la que nos tenemos que empeñar ambas partes en buscar esas fórmulas quizá creativas que ayuden a que verdaderamente se avance en la velocidad que necesitamos todos”, señaló Berta Barrero, directora general de Mobility de Indra.

En este sentido, Rallo indicó que una posibilidad podría ser apostar por “la creación de sandboxes regulatorios”. “Fórmulas en las que aunque la empresa no cumpla exactamente la norma, durante un tiempo se prueba un modelo de negocio para ver si aporta valor o no, si es necesario cambiar la tecnología”, reflexionó Rallo.

La gran oportunidad

Una de las premisas más destacadas en el debate fue la importancia de los fondos europeos para impulsar el desarrollo tecnológico de España en el ámbito del transporte. “Los fondos son la oportunidad necesaria que no podemos desaprovechar y no debemos hacerlo por responsabilidad. España ha sido un referente en el desarrollo de infraestructuras en los últimos 30 años porque ha sabido aprovechar los fondos que en su momento llegaron y con más o peor acierto, la realidad es que tenemos unas muy buenas infraestructuras y un gran conocimiento y eso se ha exportado (...) es el momento de aprovechar esos fondos y que la parte más tecnológica sea capaz de desarrollar ese talento. Y así podamos exportar tecnología con marca España, que tengamos los ingenieros aquí y no se nos vayan”, aseguró Barrero.

“Los fondos Next Generation son la gran oportunidad por esos dos motivos: porque se está invirtiendo más que nunca y porque está mucho más enfocado a alejarnos de que España sea el referente del hormigón y empezar a ser el referente de tecnología”, reflexionó, por su parte, Escobar.

El reto del talento

Otro de los temas abordados en la mesa fue la problemática de la generación y retención de talento para afrontar los cambios tecnológicos. Según Villalante, el gran problema de España no es el de la generación, sino “el de la retención” de dicho talento. “Antes nos íbamos pensando que volveríamos, ahora se marchan sin saber si van a volver. Eso es un capital que hemos pagado entre todos los españoles y que el retorno en algunos casos sí llega, porque están en empresas españolas fuera. No podemos producir investigadores para otros países”, dijo el directivo de Renfe.

“Creo que el país tiene una oportunidad de posicionarse como un polo de atracción de talento brutal. Y no solo de recuperar talento del que se exportó en su momento, sino de captar talento internacional que pueda venir aquí”, comentó Escobar.

La nada fácil implantación de la tecnología en el día a día

Contra el tirunfalismo tecnológico. Durante el debate, Rallo indicó que se muestra en contra de lo que llamó “el triunfalismo del poder de la tecnología”. “Implantar la tecnología en condiciones reales cuesta muchísimo dinero y tiempo, mucho más de lo previsto inicialmente. Todavía hay que trabajar duro en ese sentido (...) Hay tecnología que desde el punto de vista teórico es muy sólida, pero luego en el momento de implantarla cuesta mucho y además tiene problemas de robustez. No podemos permitirnos tecnologías que fallen cada dos por tres”, afirmó al secretaria de Estado.

El sistema Dōcō. Una de las innovaciones más interesantes mencionadas en el debate fue el proyecto Dōcō, la plataforma de Renfe desarrollada por Siemens Mobility y NTT DATA, un proyecto desarrollado en España. “Es un proyecto que estamos ejecutando de forma colaborativa, porque hay un reto común. Que el usuario se ponga en el centro y pueda decir yo quiero ir desde la puerta de mi casa hasta este sitio y quiero tener todas las opciones, y poder comprar todos los billetes con una sola operación, eso es lo que vamos a llevar a la realidad. Hacer esto de forma aislada con un modelo tradicional en el que dices este es tu contrato y te espero hasta tal fecha es absolutamente inviable”, explicó Escobar. “Es un proyecto en el que estamos generando un cambio de paradigma completo, incluso dentro de la propia Renfe, donde va a pasar de ser un operador ferroviario a un operador integral. Eso es un viaje en el que todos estamos poniendo unos objetivos comunes y donde todos estamos poniendo lo mejor de cada uno y enfrentando conjuntamente los retos que se nos presentan. Esperamos que en muy poco tiempo pueda ser una realidad tangible porque va a posicionar a España como un referente en la evolución de este tipo de sistemas”, completó el directivo de Siemens.

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Sobre la firma

Manu Granda
En la actualidad cubre la industria del automóvil en la sección de Empresas. Previamente pasó por el área de Economía, donde escribió de laboral. Como 'freelance', cubrió la temporada de incendios del verano 2019-2020 en Australia para EL PAÍS. Es graduado en periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y cursó el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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