El motor vuelve a los peores días de la crisis de chips con sucesivos parones de producción
Las plantas de Stellantis, VW y Ford se han visto obligadas a parar algunos días, mientras que Seat ha planteado un nuevo ERTE El sector habla de “extrema volatilidad” en el suministro
La cadena de suministros de la industria del automóvil vuelve a tensionarse. Si a comienzos de verano, la gran mayoría de fabricantes de coches de España señalaban que se había producido una cierta mejora en el abastecimiento de componentes, ese efecto se ha desvanecido en la vuelta de vacaciones. Automovilísticas como Stellantis, Ford o VW han tenido que detener su producción, y Seat, uno de los pocos que no tenía un ERTE activo, ya le ha planteado un ERTE a los sindicatos hasta final de año.
En el caso de Seat, de momento la planta funciona con normalidad, sin alteración alguna en sus líneas de producción hasta que no entre en vigor el nuevo ERTE, el cual todavía tiene que negociarse. Este expediente se supone que comenzará a regir desde mitad de septiembre y durará hasta el 23 de diciembre, según las intenciones de la compañía. Durante su vigencia, la línea más afectada será la 2 (donde se hacen el León y el Formentor), que pasará de tres a dos turnos. Además, se suprimirán los fines de semana de septiembre que la compañía tenía estipulados que se iban a trabajar para recuperar producción. En Seat hablan de una situación de “extrema volatilidad” en el suministro de componentes.
Las campas se llenan
En cuanto a Ford en Valencia, que ha llevado a cabo numerosos cambios en el calendario de ERTE de este año, la fábrica de Almussafes paró su actividad desde el miércoles pasado hasta este martes. De esos días, uno fue de ERTE y el resto se registraron como jornada industrial, que son días que la compañía puede decidir trabajar o no según sus necesidades. A Ford ya no le quedan más días de jornada industrial en lo que resta de 2022.
Desde los sindicatos explican a CincoDías que Ford fabrica coches siempre y cuando cuente con todos los componentes que permitan al vehículo funcionar. “Si falta algún componente, como un chip de un retrovisor, se saca el coche de la línea de producción y se deja en la campa hasta que llegue ese componente. En verano las campas habían quedado limpias y ahora se están volviendo a llenar”, advierten en UGT.
En cuanto a Volkswagen Navarra, la planta paró su producción el lunes de esta semana y lo hará de nuevo el viernes 9 de septiembre. “Antes planificábamos a cuatro semanas vista. Ahora vamos semana a semana (...) hay una sensación de incertidumbre, quizá mayor que hace unas semanas”, dicen fuentes de la compañía.
Renault, por su parte, parará su producción en Valladolid (también tiene una planta en Palencia) los días 9, 12 y 13 de septiembre. Ante las preguntas de este medio, la compañía ha rehusado a hacer comentarios sobre si se debe a la crisis de microchips. Cabe señalar que esta automovilística no cuenta con ningún ERTE activo, sino que sus paradas de producción se gestionan en base al sistema de flexibilidad interna de la empresa que es su bolsa de horas.
Stellantis sufre parones en Vigo y Zaragoza, pero no en Madrid
Stellantis también ha anunciado parones en sus plantas españolas. En el caso de Figueruelas (Zaragoza), el fabricante detuvo máquinas entre el miércoles y el viernes de la semana pasada. “A la vuelta de vacaciones preveíamos seguir con la tónica general de cierta normalidad, pero no ha sido así”, se lamentan desde los sindicatos a este periódico. Por su lado, la planta de Vigo paró entre el 29 de agosto y el 4 de septiembre. Diferente es el caso de Stellantis Madrid (donde se hace el Citroën C4), que no ha sufrido paros estos días, aunque en CC OO señalan que la empresa les ha alertado de “que la situación con el suministro es muy tensa”. “No hay previsión alguna de la producción de las próximas semanas”, aseguran.