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A fondo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Cómo le explico a mis hijos qué es una curva de tipos de interés

Solo el tiempo dirá si los bancos centrales serán capaces de controlar la inflación mediante subidas de tipos moderadas y evitar así la recesión

Las curvas de tipos de interés siempre se vuelven famosas cuando empiezan a invertirse, son como los paraguas cuando se nubla el cielo. En las últimas semanas hemos visto como los tipos de interés americanos a dos años ofrecen un tipo de interés superior a los de 10 años.

Si le tuviera que explicar a mis hijos qué son las curvas de tipos de interés, les diría que son unas máquinas del tiempo que permiten llevar el dinero de hoy al futuro y traer dinero del mañana al presente. Cada moneda (euro, dólar, etc.) tiene sus curvas de tipos de interés de referencia (o libre de riesgo). Existen dos tipos de máquinas del tiempo distintas, las curvas de tipos de interés nominales y las reales. Las primeras permiten mover en el tiempo dinero a cambio de un tipo de interés nominal. En cambio, las segundas permiten mover el poder adquisitivo en el tiempo a cambio de un tipo de interés real, es decir, la cantidad de euros se ajusta para comprar la misma cantidad de bienes en el futuro. Como se puede intuir, la gran diferencia entre los tipos de interés nominales y reales son las expectativas de inflación.

Los tipos de interés reales son un indicador del coste de endeudarse ajustado por la inflación para cualquier agente económico (empresas, gobiernos o individuos). Su evolución en los últimos cien años ha sido decreciente, y desde hace unos años se encuentran en terreno negativo en la mayoría de las economías desarrolladas. Esto ha generado un aumento del endeudamiento global, ya que fomenta el consumo o la inversión de capital en el presente, pues en términos reales el esfuerzo de devolver la deuda irá decreciendo con el paso del tiempo.

¿Pero cómo construimos una curva de tipos de interés? Simplificando, unimos los tipos de interés según su plazo de forma creciente (1, 2, ..., 50 años) para construir una cadena de bicicleta, dónde cada eslabón depende del anterior. En situación normal, a mayor plazo del préstamo, mayor tipo de interés nominal es exigido en el mercado, pues la incertidumbre y el riesgo asumido por el prestamista aumenta. Es decir, las curvas de tipos de interés suelen ser crecientes.

Los bancos centrales son los encargados de fijar los tipos de interés nominales a corto plazo, además de regular la cantidad de su moneda que hay en circulación en la economía. Partiendo de esta base, son el resto de los agentes que participan en el mercado de renta fija los que determinan los tipos de interés nominales a mayor plazo. Es importante remarcar que los bancos centrales no disponen de ningún control directo sobre los tipos de interés reales ni de los nominales a medio y largo plazo (aún...). La gran misión de los bancos centrales es ajustar los tipos de interés nominales a corto plazo hasta encontrar el tipo de interés de equilibrio, el cual fomenta el crecimiento económico sano mediante una asignación eficiente de recursos. Este tipo de interés de equilibrio depende directamente de las expectativas de inflación, la productividad y demografía. Así que, para sintetizar, los bancos centrales no les queda otra que subir los tipos de interés de referencia cuando aparecen presiones inflacionarias y bajarlos cuando las expectativas de crecimiento económico caen.

El adjetivo transitorio fue el calificativo más usado durante 2021 para definir la inflación. Quizás algunos intuían que no era así, o no, quién sabe. La cuestión es que el año pasado los bancos centrales no estaban preparados para subir los tipos de interés debido al tamaño de su balance, ni tampoco se quería poner en riesgo la recuperación económica. Ahora la fiesta ya ha empezado, y los bancos centrales llegan tarde porque la inflación parece estar descontrolada. En mi opinión, los factores inflacionistas están relacionados con la transición energética, la invasión de Ucrania y la escasez temporal de materias primas, además de una reordenación de la globalización. Todos estos factores tienen poca sensibilidad a aumentos de tipos de interés, por lo que es necesaria una contracción de la demanda para frenar la inflación.

Repasando lo visto hasta aquí, tenemos que los bancos centrales son los responsables de decidir los tipos de interés a corto plazo, pero no disponen de control directo sobre los tipos de interés reales. El resto de los agentes económicos que participan en el mercado de renta fija determinan la forma de la curva de tipos de interés. Por otro lado, los tipos de interés a largo plazo vienen determinados por las expectativas de inflación y crecimiento, productividad y factores demográficos. Sin darnos cuenta, acabamos de descubrir el por qué actualmente las curvas de tipos de interés tienen tramos invertidos y parece que va en aumento. Estamos asistiendo a una fiesta segmentada, al entrar tenemos el grupo que se fija en el exceso de inflación y la respuesta de los bancos centrales, mientras que al final de la sala encontramos al grupo que defiende las menores expectativas de crecimiento, estancamiento de la productividad y envejecimiento de la población.

La gran preocupación de tener las curvas de tipos de interés invertidas viene dada porque no es natural e históricamente han sido un indicador adelantado de recesión. ¿Son la causa o la consecuencia de una recesión en un plazo de dos años? Francamente, no es trivial la respuesta. Lo sorprendente es que esto suceda al inicio del ciclo de subidas de tipos y con los balances de los bancos centrales en máximos históricos. Estos son factores indispensables para entender que los eventos de recesión anteriores no son plenamente comparables con la situación actual. Eso sí, en mi opinión, la inversión de las curvas de tipos de interés son nubes importantes que no se pueden obviar. Prefiero llevar paraguas y, quizás, evitar mojarme. Solo el tiempo nos dirá si los bancos centrales consiguen controlar la inflación mediante subidas de tipos de interés moderadas y evitar así la recesión.

Albert Hernández es CFA y miembro de CFA Society Spain

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