El culebrón del CEO de Volkswagen es más oscuro que el de Tesla
La disputa con los sindicatos recuerda que los dramas de la firma alemana reflejan desafíos muy arraigados
El culebrón de la dirección de Volkswagen es más oscuro que el de Tesla. Parece que Herbert Diess, el consejero delegado del fabricante de automóviles alemán, sobrevivirá a un enfrentamiento con los sindicatos, aunque con las alas cortadas. Eso probablemente salvaguarde sus ambiciosos planes de baterías, que están convirtiendo al grupo de 120.000 millones de euros en un rival cada vez más creíble del monstruo de 1 billón de dólares de Elon Musk. Pero la disputa es un recordatorio de que, a diferencia de las payasadas del fundador de Tesla, los dramas de la dirección de VW reflejan desafíos muy arraigados.
Al igual que Musk, que ha fumado hierba ante las cámaras y ha troleado a la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC), Diess no es ajeno a la polémica. Un juego de palabras que relacionaba el beneficio operativo –ebit– con un eslogan nazi del campo de concentración de Auschwitz estuvo particularmente fuera de tono. Sin embargo, Musk sigue siendo una fuerza dominante en Tesla como autodenominado technoking (tecnorey) y mayor accionista del grupo; la posición de Diess depende del apoyo de los grupos laborales que ocupan la mitad de los puestos en el consejo de supervisión de la empresa.
El año pasado, su estatus se vio debilitado por la pérdida del control de la marca insignia VW. El drama de este año se produjo tras la advertencia de que el cambio de los motores de combustión a los vehículos eléctricos podría suponer el recorte de 30.000 puestos de trabajo, aproximadamente el 10% de la plantilla de VW en Alemania. Las elecciones internas del próximo año en su comité de empresa, que tiene puestos en su consejo de supervisión, también pueden haber sido un factor. En cualquier caso, el futuro de Diess lleva semanas en duda.
Según Reuters, su puesto está ahora a salvo. Sin embargo, es posible que Diess tenga que ceder más responsabilidades como parte de una compensación, y Ralf Brandstätter, que dirige VW, podría unirse al consejo del grupo. Eso podría diluir su autoridad. A la inversa, si las concesiones mantienen contentos a los sindicatos, la estrategia de Diess de convertir la mitad de las ventas de VW en vehículos eléctricos para 2030 debería de permanecer intacta.
Las desavenencias también reflejan el reto estructural de VW. A diferencia de Musk, que básicamente partía de cero, su cambio de los vehículos de gasolina a los eléctricos supondrá sin duda la pérdida de puestos de trabajo para los ingenieros tradicionales. Los proveedores de automóviles advierten de hasta medio millón de despidos. Y los grupos automovilísticos deben competir con la más rentable Tesla. Se espera que la empresa de Musk convierta el 16% de sus ingresos en beneficios operativos este año, aproximadamente el doble que VW, según datos de Refinitiv, lo que supone una mayor presión para que Diess encuentre ahorros.
El múltiplo de valoración de VW, de alrededor de 7 veces los beneficios futuros, frente a las más de 100 veces de Tesla, es un recordatorio irreal de la diferencia entre los caminos que recorren.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías