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Puesta a punto de balances

Las empresas españolas de deuda ‘high yield’ salen a refinanciarse en avalancha

Antolin, Meliá, NH, IAG , CAF, Tendam y Gestamp ponen orden en su pasivo

Empresas con bonos con rating de alto rendimiento
Belén Trincado / Cinco Días

Las refinanciaciones de empresas españolas con deuda de alto rendimiento (high yield) están a la orden del día. En el segundo trimestre han realizado operaciones de este tipo compañías que en su momento fueron golpeadas por el Covid-19, pero que ahora retoman con fuerza la actividad. Entre ellas, aparecen Antolin, Gestamp, Meliá, NH, IAG y Tendam.

Los precios de los bonos que no llegan a la venerada calificación de BBB-, según Standard & Poor’s y Fitch, o de Baa3, según Moody’s, se han recuperado desde los mínimos que marcaron en los peores momentos de la pandemia. Y, pese a que no han contado con el apoyo directo del BCE, que exige alguna de las notas mencionadas para comprar deuda, ya no sufren grandes problemas para refinanciarse a precios atractivos. En los últimos meses se han producido movimientos para ordenar los balances de cara a la recuperación y estos seguirán en el futuro inmediato, según fuentes financieras.

Antolin ha sido una de las últimas compañías que se ha movilizado. El fabricante de piezas de automóviles ha captado 390 millones de euros a siete años, por los que pagará un 3,5%, cuantía que empleará en recomprar 385 millones que le vencen en 2024. Así logra un balón de oxígeno de cuatro años extras para su devolución, después de que en mayo modificara su actual crédito sindicado de hasta 600 millones de euros para extender tres años su plazo de vencimiento a 2026.

NH ha colocado 400 millones en bonos para ampliar su vencimiento de 2023 a 2026 y llevar a este último año una línea de crédito con la banca por 250 millones que también finalizaría en menos de dos años. “Estimamos que tendrá un colchón de efectivo de unos 280 millones de euros a finales de junio, después de que Minor inyectara efectivo en forma de préstamo [de 100 millones] que esperamos que se convierta en capital en el tercer trimestre”, señala en un informe Moody’s.

Antolin ha emitido 390 millones que utilizará para recomprar deuda que vence en 2024

En el mismo sector, Meliá informa en sus resultados del primer trimestre de que “los vencimientos de deuda previstos para 2021 han sido ya refinanciados en su totalidad”. Estos ascendían a 374 millones a cierre del año pasado, según el informe anual. El grupo hotelero sigue teniendo la liquidez como la gran piedra de bóveda de su estrategia financiera.

IAG, por su parte, colocó en mayo 825 millones de euros en bonos convertibles en acciones con vencimiento en 2028 y un precio de metamorfosis de 3,3694 euros por título. Si no supera ese umbral en los próximos siete años, el grupo de aerolíneas deberá devolver en efectivo el importe de la emisión.

La compañía, con Iberia como su gran marca española, ha logrado amasar un escudo anticrisis por más de 10.000 millones de euros entre liquidez y líneas de crédito. IAG se pertrecha así para una travesía en la que los viajes en avión todavía tardarán en recuperar los niveles anteriores al estallido de la pandemia.

Gestamp, del mismo sector que Antolin, tomó cartas para poner a punto su balance a mediados del pasado mayo. Su receta ha sido la amortización de bonos por 500 millones que expiraban en 2023 y que pagaban un 3,5%, aprovechando su gran liquidez. También ha ampliado los vencimientos de su línea de crédito, según ha informado a la CNMV.

Tendam, propietario de Cortefiel, ha prolongado tres años el vencimiento de 122,5 millones con el aval del ICO, hasta 2026, y ha mejorado el precio que abona por el crédito, como publicó CincoDías el 7 de junio.

El fabricante de trenes CAF, por su parte, señala en su informe de 2020 que “está en continuo proceso de renegociación de su estructura de pasivos financieros”.

Almirall debe subir un 25% para ‘ahorrarse’ 250 millones

 

Diciembre. La farmacéutica Almirall emitió 250 millones en bonos convertibles en acciones a finales de 2019. El precio de transformación se fijó en 18,1776 euros, de manera que la compañía ha de subir alrededor de un 25% en Bolsa para no tener que devolver en efectivo ese dinero a los bonistas. A cierre del primer trimestre, Almirall contaba con 217 millones en caja.

 

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