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Tribuna
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Género, una brecha intolerable

Hay avances significativos en género, pero el ritmo es muy lento

Hay avances significativos en género, pero el ritmo es muy lento y las resistencias, fuertes. El informe 2020 del World Economic Forum (WEF) muestra que la brecha es muy amplia en participación económica y oportunidades. Trabajan el 78% de los hombres y solo 55% de las mujeres. Ganan bastante menos que los hombres a igual trabajo. Tienen poca presencia en los consejos de dirección. En muchos países influyentes son menos del 10%, como China, 9,7%; Japón, 5,2%; Corea, 2,1%; Brasil, 8,4%; México, 7,5%, y Rusia, 7%. El índice respectivo retrocedió en 2020, en relación al 2019. Se estima que al ritmo actual se necesitarán 257 años para eliminar la brecha de género en los mercados laborales. Hay 72 países donde la mujer no puede abrir una cuenta en un banco u obtener crédito.

Las mujeres dedican muchas más horas a trabajos no remunerados que los hombres. Ellas están a cargo de la crucial economía del cuidado, haciéndose cargo de la educación de los hijos, la protección de los ancianos, el funcionamiento del hogar y otras tareas vitales. Manuel Castells dice que sin su trabajo no pagado y no registrado “todas la ciudades que conocemos dejarían de funcionar”. Su carga creció aún mucho más en la pandemia. En EE UU, 4,5 millones de mujeres tuvieron que dejar sus trabajos por esa causa. Un nuevo informe de la UE resalta que ellas ganan un 14,1% menos a igual trabajo y cobran el 30% menos en pensiones. Las mujeres gerentes ganan un 25% menos que los hombres.

Las brechas de género son inadmisibles éticamente, pero además llevan a subutilizar el inmenso potencial productivo de la mujer. Se evidencia cuando le dan oportunidad. BioNTech, el laboratorio que diseñó la vacuna con Pfizer, tiene un 54% de mujeres en su fuerza de trabajo y un 45% a cargo de sus posiciones gerenciales. La vacuna de Oxford fue elaborada por un equipo conducido por una mujer, donde dos tercios son mujeres.

Es urgente enfrentar los silenciosos mecanismos de discriminación. El WEF muestra que varios países lo han logrado. A la cabeza, Islandia, Noruega, Finlandia, Suecia y Nueva Zelanda. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, exige leyes que obliguen a las empresas a transparentar y reducir la brechas. Dice: “Las mujeres tienen que saber si sus empleadores las tratan equitativamente. Y si no es el caso, tienen que tener el poder legal para pelear y conseguir lo que les corresponde”. Empresas, políticas públicas y las sociedades deben actuar o ¿esperaremos 257 años?

Bernardo Kliksberg es asesor en diversos organismos internacionales

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