La fiesta de la deuda corporativa sobrevivirá a la tormenta
Por ahora el repliegue es ordenado: la prima para mantener bonos de empresa no se ha movido mucho
El aumento de los rendimientos de la deuda pública está haciendo subir los costes de los préstamos de las empresas. Si bien esto podría frenar el entusiasmo en los mercados crediticios mundiales, de 40 billones de dólares, no acabará con la fiesta.
El despliegue de vacunas y el paquete de estímulo del presidente estadounidense Joe Biden, de 1,9 billones de dólares, están elevando las expectativas de crecimiento e inflación. Como resultado, el rendimiento de la deuda pública estadounidense a 10 años ha subido más de 70 puntos básicos en lo que va de año, hasta situarse en torno al 1,64%. Cuando este coste de préstamo de referencia sube, también lo hacen otros: el rendimiento medio de los bonos corporativos estadounidenses con grado de inversión ha subido casi una quinta parte desde principios de febrero, hasta el 2,27%, según un índice ICE de Bank of America.
El aumento de los rendimientos de los bonos más seguros implica que hay menos incentivos para comprar deuda corporativa de mayor riesgo. Hubo salidas de fondos de bonos corporativos a largo plazo de Estados Unidos en 13 de las últimas 15 semanas, según EPFR. Pero hasta ahora el repliegue es ordenado: la prima que exigen los inversores para mantener los valores corporativos en lugar de los soberanos no se ha movido mucho. Por ejemplo, la diferencia media entre los rendimientos de los bonos del Tesoro y los bonos basura estadounidenses, que incluyen emisores como el fabricante de automóviles Ford Motor o Netflix, ha subido 14 puntos básicos desde mediados de febrero, hasta los 355 puntos básicos, según datos de ICE. En comparación, este diferencial se amplió en casi un punto porcentual en 2013 después de que el entonces presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, planteara la posibilidad de reducir las compras de bonos.
Esto se debe a que los inversores esperan que un repunte del crecimiento económico impulse los beneficios de las empresas, lo que limitará los impagos y permitirá reducir la carga de la deuda. Los analistas de UBS, por ejemplo, prevén que el apalancamiento neto de las empresas estadounidenses con calificación de riesgo disminuya de 4,1 veces el ebitda a finales del año pasado a 3 veces a finales de 2021.
Y el coste del servicio de la deuda nunca ha sido tan bajo. Las empresas estadounidenses y europeas de alto rendimiento generarán de media suficiente ebitda este año para pagar 5 y 6 veces los costes de los intereses, respectivamente, calcula el banco suizo.
Los inversores en crédito también pueden contar con los bancos centrales. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha dicho que aumentará las compras de bonos para mantener flexibles las condiciones de financiación. Además, las expectativas de aceleración de los precios al consumo hacen que la rentabilidad ajustada a la inflación de la deuda pública estadounidense a 10 años siga siendo negativa. Ello significa que los inversores seguirán necesitando poseer bonos corporativos para obtener una rentabilidad decente.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías