¿Por qué el mercado es alcista pese al frágil crecimiento económico?
Las estrategias de inversión para 2021 se mantienen, en la idea generalizada de que el crecimiento despuntará a partir del segundo trimestre
La cruda realidad se ha cruzado en el inicio de año en las optimistas perspectivas de los inversores para 2021. La tercera ola del coronavirus, previsible tras las fiestas navideñas, se está complicando con la aparición de nuevas variantes del virus y con problemas en la distribución de las vacunas. Las tensiones vistas esta semana entre la Unión Europa y AstraZeneca sobre el reparto de las dosis y la acusación a la farmacéutica de estar favoreciendo la venta a otros países son un claro ejemplo de que la campaña de vacunación irá, en principio, a un ritmo más lento de lo previsto: el Gobierno alemán ya ha alertado de que la escasez de vacunas en la UE durará al menos 10 semanas. Y, mientras, las restricciones a la movilidad se suceden, en un escenario que recuerda demasiado a lo vivido el pasado marzo y que impactará sin remedio sobre la actividad económica.
Sobre la mesa ya está la perspectiva cierta de que la zona euro sufrirá en el primer trimestre del año una nueva, aunque leve, contracción del PIB, continuación de la registrada en el último trimestre de 2020. Ante un horizonte inmediato de menor crecimiento de lo esperado este año, los inversores han comenzado a ponerse nerviosos. Aunque no demasiado. Con el hallazgo en noviembre de la vacuna, habían jugado con ganas la carta de la recuperación económica en 2021 y esa apuesta se mantiene sin cambios, a pesar de los negativos titulares sobre la pandemia de los últimos días y de los movimientos de venta en el mercado.
El diagnóstico generalizado de los gestores es que la crudeza de la tercera ola del coronavirus, junto a ciertos problemas en la distribución de la vacuna, puede retrasar el momento esperado para el crecimiento de la economía, aunque no hacerla descarrilar de nuevo. Y, en consecuencia, los mercados sufrirán una corrección –que califican de saludable tras el rally vivido desde noviembre–, pero no modificarán su rumbo alcista.
“Considerando que las políticas monetaria y fiscal son extremadamente acomodaticias, creemos que las incertidumbres en el corto plazo solo supondrán un retraso y no un cambio en el lugar de destino”, señala Geraldine Sundstrom, gestora de carteras de Pimco, una de las mayores firmas de inversión del mundo. La gestora reconoce que el camino hacia la recuperación económica tendrá sobresaltos y complicaciones en el corto plazo, pero prevé un fuerte rebote en el crecimiento y en los resultados empresariales a partir del segundo trimestre del año.
La tercera ola del virus y los problemas en la vacunació no borran la opinión positiva de los gestores sobre el potencial bursátil
En Goldman Sachs son aún más optimistas y ven en las actuales caídas bursátiles una oportunidad de compra. “Los altos niveles y valoraciones a los que cotiza la Bolsa junto a un flujo global de fondos a un mercado bajo presión elevan la probabilidad de correcciones en el corto plazo, pero no esperamos una inflexión hacia un mercado bajista. Dada nuestra favorable opinión sobre las perspectivas de crecimiento económico, creemos que las correcciones podrían ofrecer la oportunidad de añadir riesgo”, afirma el banco estadounidense.
De hecho, maneja unas previsiones de crecimiento para 2021 muy superiores a las del consenso de mercado: un alza del PIB en EE UU del 6,6% y del 5,2% para la zona euro, muy superior al 3,9% que estima el propio BCE. Para España, calcula un repunte este año del 7,7%, frente al 5,9% que espera el FMI.
Fondo de mercado alcista
Los inversores no han perdido la confianza en el crecimiento económico ni la convicción de que 2021 será, pese a las turbulencias iniciales, un buen año bursátil. “Mantenemos el mismo posicionamiento en las carteras. Creemos que seguimos en un mercado alcista. Actualmente, las alternativas al mercado de renta variable son cero o negativas si miramos la rentabilidad que ofrecen los bonos que podemos considerar como activos refugio”, explica Almudena Benedit, responsable de gestión de carteras de Julius Baer para Iberia, quien asegura no haber hecho cambios en su estrategia en este inicio de año. “Es tremendamente complejo acertar en estos movimientos a corto plazo, preferimos mantener las posiciones actuales mientras permanezcamos en una tendencia secular alcista”, añade.
Los ingentes estímulos monetarios empujan a la constante toma de riesgos y son el soporte de las Bolsas
La expectativa de crecimiento es real, aunque termine siendo más tardío de lo esperado. Pero la apuesta alcista de los inversores también tiene mucho que ver con la falta de alternativas rentables a la Bolsa. El FMI advertía esta semana que las políticas de estímulos de los bancos centrales, necesarias para la recuperación, están empujando a asumir cada vez más riesgos, que podrían llegar a ser excesivos y a requerir una vigilancia estrecha de los reguladores.
Los gestores no observan, sin embargo, peligro de que el mercado se dé la vuelta. “2021 va a ser un año de transición, la normalidad en los beneficios empresariales llegará en 2022. Y aunque la recuperación se pueda retrasar un trimestre, la perspectiva positiva para el medio y largo plazo no cambia”, asegura Gonzalo Sánchez, gestor de renta variable de Gesconsult. En su opinión, las ventas bursátiles de estos días responden a una recogida de beneficios con la que corregir excesos. “Una corrección sana dentro de la tendencia de subida”, agrega.
En Mutuactivos no han modificado la estrategia de inversión marcada para este año, basada en compañías que se beneficiarán de una vuelta a la normalidad –aerolíneas, turísticas, hoteleras–, empresas ligadas a la transición energética y nuevas tendencias derivadas de los nuevos hábitos de consumo. “Trabajamos con un escenario central de recuperación económica, una inflación moderada, pero al alza, y unos tipos de interés bajos. Este es, para nosotros, el escenario más probable, aunque no podemos descartar otros en los que la recuperación sea más floja o en los que una mayor inflación genere un repunte de los tipos de interés”, asegura Emilio Ortiz, director de inversiones de la gestora de Mutua Madrileña.
Búsqueda de equilibrio
Pero ese horizonte de crecimiento y rentabilidad bursátil que los gestores auguran también está lleno de matices. Después de todo, el retraso en la vuelta a la normalidad y al crecimiento, aunque sea de un trimestre, puede llevar al límite a numerosas empresas que ya están a punto de convertir sus apuros de liquidez en un problema de solvencia. El crecimiento económico llegará, pero el camino puede quedar plagado de quiebras que solo el ingente sostén monetario y fiscal ha evitado por el momento. “El gran interrogante en lo que se refiere a la recuperación económica está en la magnitud de los estímulos fiscales que van a aplicar los Gobiernos”, augura Robert Lind, economista de Capital Group.
Los gestores creen que las últimas caídas son una corrección sana que no cambia la tendencia alcista
En Pimco, si bien confían en que el crecimiento despuntará a partir del segundo trimestre, han adoptado una posición más prudente en su cartera. “Nos mantenemos vigilantes ante la volatilidad a corto plazo y listos para tomar decisiones tácticas sobre el riesgo de la cartera, con el uso de coberturas”, explica Geraldine Sundstrom. Así, la cartera no está ni mucho menos en el punto máximo de toma de riesgos, asegura la experta.
Sin renunciar al crecimiento, pero mucho más prudentes, se muestran en Bank of America. “Si bien la probabilidad de un crecimiento boyante hacia mediados de año nos tienta a tomar más riesgo, la reciente subida y las desafiantes perspectivas en el corto plazo nos mantienen neutrales en Bolsa europea”, señala en un informe el banco estadounidense. La entidad considera que, después del rally registrado desde principios de noviembre, la Bolsa europea ya ha puesto en precio una fuerte aceleración del crecimiento, incluso aunque no empiece a materializarse hasta el segundo trimestre en adelante. “Preferimos esperar a un mejor punto de entrada”, añaden en el banco.
Esta neutralidad en Bolsa europea resulta de unas previsiones de crecimiento para la zona euro por debajo del consenso de mercado: un alza del PIB del 2,9% en 2021, que incluye una contracción del 0,9% en el primer trimestre del año. Su estimación contempla que la actividad no esencial que ha sido suspendida sea retomada en febrero y que las restricciones en el sector servicios, como hoteles y restaurantes, se vayan levantando de forma gradual en el segundo trimestre.
Como sucedió desde su aparición, la evolución de la pandemia fijará, en definitiva, la marcha de la economía, sin que por el momento el actual panorama de contagios, confinamiento y pérdida de empleos agüe la ruta alcista, con más o menos sobresaltos, fijada para las Bolsas en 2021.