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Política monetaria

La banca deberá informar de cómo emplea el dinero que le inyecta el BCE a tipos negativos

El coordinador de las comisiones europeas de valores, ESMA, avisa de que las entidades no explican bien cómo emplean la liquidez

La presidenta del BCE, Christine Lagarde.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde.

La liquidez inyectada por el BCE a las entidades financieras es ingente. El Banco Central que preside por Christine Lagarde ha celebrado ya seis de las 10 subastas programadas de liquidez teledirigida para conceder crédito a la economía real de tercera generación (TLTRO III). Solo en la del pasado junio entregó a la banca europea 1,3 billones de euros, pero todavía guardan en la conocida como caja fuerte del BCE, la facilidad de depósito, 554.005 millones. El coordinador de los supervisores europeos de valores, ESMA, ha lanzado este miércoles un aviso a navegantes: las entidades deben explicar qué hacen con ese dinero. 

ESMA insta a la transparencia en los estados financieros de los bancos con arreglo a las normas internacionales de información financiera (NIIF) en lo que respecta a la contabilidad de la tercera ronda de inyecciones de liquidez, bonificadas hasta la extenuación. La banca no solo no paga por ese dinero, sino que cobra del organismo que preside Christine Lagarde. Y, a la hora de la verdad, no están dando cumplidas cuentas de qué hacen con él.

"ESMA observa que en la práctica hay diversidad en cuanto al tratamiento contable de las operaciones de refinanciación  TLTRO III del BCE por parte de los bancos. Considera que, dado el volumen global de las operaciones de TLTRO III, esta cuestión puede tener un efecto importante en los estados financieros de las entidades y puede estar muy extendida en toda la UE", avisa en el comunicado. Añade después de que es importante "un nivel adecuado de transparencia en relación con el tratamiento contable de estas transacciones".

Así, los bancos deben "proporcionar información específica sobre las políticas contables más importantes y sobre los juicios e hipótesis relacionados con las transacciones de la liquidez". Han de abordar la evaluación de los bancos sobre el posible cumplimiento de las condiciones de la bonificación de ese dinero, cuál es su tipo efectivo, revelar su valor contable al final del período de presentación de informes y, además, revelar los gastos vinculados.

La tercera generación de las subastas de liquidez a largo plazo para dar crédito (TLTRO III) están funcionando desde septiembre de 2019. Pero la pandemia ha ido mejorando sus condiciones. En principio, se exigía que las entidades elevaran sus préstamos en un periodo determinado. El pasado abril, el BCE amplió sus ventajas. Ahora ni siquiera es necesario que las entidades eleven su cartera de crédito, basta con que la mantengan.

Pero lo mejor –para las entidades– es que recibirán una bonificación del 1% por el dinero que hayan pedido. De junio de 2020 a junio de 2021, el tipo de interés de todas las operaciones de la tercera generación de las TLTRO se situará 50 puntos básicos por debajo del tipo de intervención, en el 0%. Si mantienen los créditos, se reducirá en 0,5 puntos porcentuales adicionales, de ahí ese punto porcentual de bonificación.

Vigilar con lupa

Christine Lagarde ha avisado de que es necesario vigilar con lupa cómo se usa ese dinero que el Banco Central inyecta a chorros en las entidades financieras. Considera que la transferencia de préstamos a la economía real requiere una estrecha vigilancia y que es necesario realizar “un análisis más detallado para tener una mejor idea del uso que se hace de los fondos de la TLTRO III, incluida la medida en que la liquidez proporcionada se traduce en préstamos a empresas y hogares”, como publicó CincoDías el pasado 7 de septiembre.

En la última operación, celebrada el pasado diciembre, el BCE adjudicó solo 50.410 millones de euros. Y en su reunión de diciembre, el Banco Central anticipó que la ventanilla de liquidez bonificada seguirá abierta. En su reunión del día 10 de ese mes amplió hasta junio de 2022 el período durante el que se aplicarán las condiciones más favorables y además de la subasta programada para marzo efectuará otras tres en junio, septiembre y diciembre de 2021 con un vencimiento de tres años cada una. Quedan cuatro. Disfrutarán de la bonificación del 1% aquellos bancos que hayan mantenido o incrementado el crédito entre octubre de 2020 y el 31 de diciembre de 2021.

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