Santander se libera de las ataduras en sus bonos con vistas a pagar dividendo
Eliminará una emisión de 2007 por 350 millones de dólares;cuenta con otros dos pasivos que dificultan el pago a los accionistas
Banco Santander se prepara para volver al dividendo en cuanto las autoridades reguladoras lo permitan. Y la entidad ha decidido destruir una emisión de deuda híbrida de 2007 en dólares cuyas condiciones podrían complicar un eventual pago al accionista. La emisión será amortizada en la próxima ventana prevista, el 5 de diciembre, según ha comunicado la entidad a la SEC, el supervisor de los mercados de Estados Unidos.
La presidenta del mayor banco de España, Ana Botín, anunció el martes en la junta de accionistas que su objetivo es volver a pagar dividendos en efectivo en cuanto se lo permita el BCE. Este recomienda que no se pague nada al menos hasta el 1 de enero de 2021.
Pero su cuenta de resultados y algunos de sus bonos son otros problemas añadidos. En tres emisiones de deuda se explicita que, si no paga el interés a los bonistas, no puede pagar dividendo a los accionistas. El banco ha empezado a quitarse ese corsé.
El banco tiene dos opciones para abonar dividendo: eliminar la deuda o pagar su cupón
Cierto es que en los folletos no llega a prohibirse totalmente el pago de los eventuales intereses –que oscilan entre el 0,05% y el 4%– en caso de pérdidas en el ejercicio, pero está claro que estas lo dificultan. Y serán inevitables este año, con unos números rojos de 9.048 millones en los nueve primeros meses del año. Sin embargo, el director financiero de la entidad, José García Cantera, señaló el martes que “está a discrecionalidad del banco el pago del cupón [de los bonos] contra reservas”.
Santander cuenta, por lo tanto, dos opciones para no tener ningún tipo de obstáculo en el pago de dividendos en 2021 si el BCE da el visto bueno. Eliminar toda la deuda eventualmente problemática para el pago del dividendo, como hará con los bonos subordinados que lanzó hace 13 años por 350 millones de dólares (300 millones de euros), o abonar los intereses de esos bonos tirando de fondos propios.
Rebaja el día 2
La agencia Fitch, de hecho, rebajó el pasado 2 de octubre la calificación financiera de la emisión que se eliminará en diciembre ante el creciente riesgo de que no pagará el cupón en 2021, al esperar la agencia que el banco cierre 2020 en pérdidas, al igual que el consenso de los analistas. La rebaja afectó a tres emisiones de deuda híbrida.
El impacto de esta rebaja es limitado, pues se trata de tres emisiones con menos de 500 millones de euros en circulación. Tiene otra en euros con 165 millones de euros vivos y otra en libras con menos de nueve millones (unos 10 millones de euros). Las amortizaciones han de anunciarse entre 30 y 60 días antes del pago del cupón, cuando pueden amortizarse de modo anticipado. Los siguientes están programados para el 30 de marzo y el 10 de enero, respectivamente.
La letra pequeña del folleto es un potencial dolor de cabeza para el banco que preside Ana Botín. “Si alguna cantidad requerida de pago no se ha abonado, entonces no se declararán o repartirán dividendos, u otro tipo de pagos, sobre las acciones de la sociedad”, indica el folleto, que también prohibiría la amortización de acciones del emisor. En la junta de accionistas del martes, los accionistas del banco aprobaron la distribución de un dividendo en 2021, así como el reparto de la remuneración pendiente a cuenta de 2019, ambos sujetos a que el BCE levante la actual prohibición que veta la distribución de dividendos por parte de la banca.
El CFO de la entidad afirma que se puede abonar el interés con cargo a reservas
Ana Botín insistió en el compromiso de la entidad con los dividendos. “La propuesta de un dividendo en acciones debe entenderse por tanto como una medida extraordinaria que hemos tomado para cumplir con la responsabilidad que tenemos con nuestros accionistas, en particular con los minoristas teniendo en cuenta el contexto actual”, indicó en la junta de accionistas del martes.
Fuertes alzas del precio desde el informe de Fitch
El mercado anticipa. La deuda incómoda para el pago de dividendos de Santander cotiza en el mercado con fuertes avances desde que Fitch lanzó su aviso a navegantes el 2 de octubre. La emisión en euros, lanzada en septiembre de 2004 por 300 millones, aunque el importe ha quedado reducido a 165 millones según Bloomberg debido a recompras, sube desde entonces más de un 20%. De cotizar en el entorno del 77% del nominal a plantarse por encima del 93% en unas sesiones. La deuda que ya tiene fecha de eliminación programada cotiza a los 25 dólares por bono (colocó 14 millones de bonos) a los que se vendió; incluso un poco por encima, puesto que los inversores recibirán la parte del cupón que les corresponde junto al dinero de la amortización. La deuda en libras no marca precio, puesto que apenas es líquida debido a que su mínimo saldo vivo. Las tres emisiones son eternas –no tienen vencimiento– y en circunstancias normales Santander no tendría incentivo en amortizarlas de forma anticipada pues sus intereses no son elevados.