Las cifras de empleo son una nueva llamada de atención
PSOE y PP prefieren seguir enzarzados en el reparto de culpas antes que trabajar en buscar puntos de encuentro.
La economía española se está recuperando ligeramente del hundimiento histórico registrado en la primera mitad del año como consecuencia de la pandemia y el confinamiento. Lamentablemente, la recuperación es parcial, incompleta y lenta, como atestiguan las cifras del mercado laboral. La herida de la crisis en el empleo sigue abierta y solo se ha recuperado una parte del empleo perdido. El turismo y la hostelería, sobre todo por el desplome de los visitantes extranjeros, son los sectores que más difícil están teniendo la recuperación, ya que la persistencia de la pandemia en todo el mundo y la fuerza de los rebrotes en España han actuado como un lastre demasiado pesado para el sector.
Las cuarentenas y las prohibiciones de viajar a España son una muestra de lo cara que sale desde el punto de vista económico la mala gestión de la crisis sanitaria, responsabilidad de los diferentes Gobiernos y de la sociedad en su conjunto. El turismo es sin duda un sector que necesita un plan de choque y otro de medio plazo, pero en realidad es la economía en su conjunto la que atraviesa un momento muy delicado en el que no puede permitirse errores ni mala gestión. Muchas medidas (como los avales del ICO o los ERTE, las dos principales) han sido acertadas en sus principios generales, pero han fallado en su ejecución. Y otras están pendientes de concretarse, en particular el uso de los fondos europeos, de cuyo acierto va a depender en gran medida la recuperación.
Ante ese panorama, la apelación a la unidad que realizó este mismo lunes Pedro Sánchez está siendo dinamitada desde dentro del propio Gobierno por su socio de coalición. El vicepresidente Pablo Iglesias además de arremeter ayer contra la gestión del ingreso mínimo vital que está realizando la Seguridad Social, se apresuró a marcar el terreno de la negociación presupuestaria de un modo que en la práctica excluye al PP y casi a Ciudadanos, y que opta antes por ERC y Bildu. En ese contexto, explorar la posibilidad de una agencia o un comisionado para la gestión de los fondos europeos tal vez sea una vía alternativa más viable para encontrar un pacto de amplio alcance entre los dos grandes partidos, que por ahora prefieren seguir enzarzados en el reparto de culpas antes que trabajar en buscar puntos de encuentro.
La factura laboral que deja la pandemia hasta el momento (más grave de lo que aparenta si se tienen cuenta los ERTE y los autónomos con prestación) es una nueva llamada de atención sobre la necesidad de acuerdos amplios y eficaces.