Julián Núñez: “La construcción puede salir en V de esta crisis si el Gobierno nos apoya”
Las grandes constructoras proponen un plan de anticipos, con cargo a la obra pública por realizar hasta final de año, para atender las nóminas o el pago a proveedores
Esperanza en la recuperación siempre que haya entendimiento político, una acción coordinada en el seno de la Unión Europea y, ante todo, colaboración entre los entornos público y privado. Es la idea que transmite Julián Núñez, presidente del colectivo de grandes firmas de infraestructuras Seopan, en una entrevista telefónica realizada ayer.
Con la construcción de nuevo en marcha, apunta que España es capaz de salir de este duro trance con las infraestructuras como palanca de impulso. Núñez cree obligatorio un gran pacto de Estado para la recuperación y reclama medidas puntuales de reacción a la crisis, como son los anticipos con cargo a certificaciones de obra de 2020 y la agilización en la licitación y adjudicación de contratos.
- R. ¿Cómo se ha producido la vuelta a las obras? ¿Cómo se gestiona la escasez de equipos de protección?
- R. Creo que sin incidencias reseñables. En las dos últimas semanas hemos trabajado con los sindicatos en la reactivación y tenemos una guía de actuación enfocada a preservar la seguridad y salud de los trabajadores. En cuanto a la necesidad de mascarillas, las empresas cuentan con volumen necesario para los tajos en los que se trabaja en el umbral mínimo de distancia de seguridad. El sector emplea a más de 1,7 millones de personas y es difícil equipar a la totalidad.
- R. Como buena parte de la economía, la construcción ha tenido dos semanas de parón con permisos retribuidos recuperables. ¿Volverá la actividad perdida?
- R. Como es sabido, la iniciativa del Gobierno consiste en recuperar las horas perdidas hasta finales de año. En la misma medida en que recuperaremos la producción no realizada, desde el sector hemos elevado al Ejecutivo un plan por el que podría activarse una línea de anticipos con cargo al crédito anual aprobado. Esos adelantos que se concedieran ahora serían deducidos de las certificaciones a final de año. La fórmula no supondría ni un euro de desviación sobre los techos presupuestarios, pero ayudaría enormemente al sector a atender el pago a los proveedores, salarios, etcétera.
- R. ¿Cómo ha recibido esta sugerencia el Ministerio de Transportes?
- R. El sector puede salir de esta crisis en V si el Gobierno nos apoya. La de los anticipos es una de las medidas que hemos enviado al ministerio, y confiamos en que pueda salir adelante. Eso sí, convendría aprobar este mecanismo en alguno de los reales decretos leyes que el Gobierno tenga previsto promover en los próximos días para dar mayor seguridad y amparo jurídico a los órganos de contratación. Me consta que el Gobierno está estudiando este plan de impulso con interés.
- R. ¿Tiene una estimación sobre el volumen de anticipos necesario?
"En estos momento resulta clave anticipar todos los plazos de licitación y adjudicación de obras, actualmente suspendidos"
- R. No podemos hablar de números en este momento, pero hemos mandado una estimación de lo que podría ser hasta el 80% de la certificación programada para abril y eso, aplicado por el ministerio, nos llevaría a una cifra. Aunque el parón ha sido de dos semanas, no hay que olvidar que buena parte de marzo y las próximas semanas de este abril no podremos trabajar al 100%.
- R. ¿Percibe preocupación por preservar el motor de la construcción, que tanto sufrió durante la crisis financiera?
- R. Creemos que el anuncio de un gran pacto de Estado para la reconstrucción puede ir en esa dirección. En otros países se está utilizando ya al sector de las infraestructuras como una herramienta para anticipar la recuperación económica y social. De ahí que necesitemos el respaldo del Gobierno para la recuperación en V que le mencionaba. Tenemos que capear estos dos meses de baja producción, con los anticipos sin impacto en los Presupuestos, pero también es clave anticipar todos los plazos de licitación y adjudicación de obras, actualmente suspendidos. Solo así estaremos en disposición de adelantarnos a la crisis anunciada.
- R. El presidente del Gobierno ha reclamado la reedición de los Pactos de La Moncloa. ¿Cómo lo ve?
- R. El entendimiento es totalmente necesario y obligado. El 25 de marzo el Senado de EE UU aprobó por unanimidad un plan de estímulo de dos billones de dólares, y se debate ahora un nuevo programa, este centrado en infraestructuras, que podría rondar otros dos billones. Las economías más desarrolladas del mundo están viendo una palanca en el terreno de las infraestructuras, y creemos que nuestro Gobierno también tiene esa percepción. España debería invertir unos 103.000 millones para cumplir los objetivos de la Agenda 2030, pero es fundamental que el Congreso pueda aprobar un plan de estímulo. En esa línea, Seopan ya presentó en marzo un informe con campos para la inversión en los que ahora tendríamos que basar la recuperación. También es imprescindible que la reconstrucción se promueva desde la gran potencia que es la UE.
- R. ¿Mantienen las grandes firmas de infraestructuras su propuesta de colaboración público-privada?
- R. Sin ninguna duda, y para el país resulta imprescindible mientras se atiende el creciente gasto de la agenda social. Como decimos siempre, la inversión privada en infraestructuras no altera la titularidad pública de los activos, y desde el sector somos conscientes de que habría que revisar y modernizar gran parte de nuestra regulación concesional. El momento para esta apuesta es idóneo porque, a pesar de todo, hay liquidez en el mundo y los tipos de interés están bajos. Con un buen escenario regulatorio, que preserve el interés público, se puede poner en marcha ese plan de colaboración público-privada.
- R. Seopan representa a grandes empresas internacionales, pero ¿está en riesgo el resto de la cadena?
- R. En la medida en que tengamos un nivel adecuado de inversión pública, todos tendremos trabajo. El sector de la construcción genera 15 empleos por cada millón invertido, y, de esos 15 puestos, un tercio están relacionados con otros sectores industriales. Las medianas y grandes empresas pueden hacer de tractor de toda una industria auxiliar en la medida en que tengamos un plan de estímulo.
"Con un buen escenario regulatorio, que preserve el interés público, se puede activar la colaboración público-privada"
- R. ¿Y la otra parte de la construcción, la que se dedica a rehabilitación?
- R. No hay que olvidar que esa parte representa el 25% de la actividad y que ahí actúan básicamente pequeñas empresas. Si la inversión pública se reactiva, y toda la cadena se ve beneficiada, todos volveremos a la normalidad y también lo notará la rehabilitación.
- R. ¿Qué lecciones deja esta crisis en la empresa?
- R. El tejido empresarial está respondiendo con ofrecimientos desde todos los sectores para tratar de revertir la situación, pero está claro que debe haber siempre la máxima colaboración entre el entorno público y el privado. La interlocución directa es imprescindible. Otra lección es que hay que actuar en el día a día, pero pensar mucho más en lo que pueda venir mañana.