_
_
_
_

Las gestoras de fondos ya pagan una penalización del 0,4% por la liquidez

Los bancos ya están trasladando a los inversores la tasa del BCE

Evolución histórica de la facilidad de depósito del BCE
Miguel Moreno Mendieta

Los gestores de fondos europeos seguirán mañana con la máxima atención el discurso de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE). Pero no solo porque sus palabras vayan a afectar a la Bolsa o las bonos, sino porque las medidas que adopte la máxima autoridad monetaria suponen un alto peaje por la liquidez que acumulan los fondos de inversión. En concreto, un coste de casi un 0,4% anual.

A los fondos les ocurre como al resto de inversores que operan en economías con tipos de interés negativos. El BCE aplica desde hace cinco años una tasa de facilidad de depósito negativa a los bancos que quieren aparcar su efectivo en la institución. Al principio, los bancos decidieron a sumir ese coste pero, poco a poco, lo han ido trasladando a grandes clientes.

La facilidad de depósito del BCE está ahora en el 0,4%, aunque todo el mercado espera que mañana baje aún más, hasta el 0,5%. En Suiza, está en la actualidad en el 0,75%.

El BCE impone esa penalización a los bancos para tratar de que acumulen menos efectivo y ofrezcan más financiación a la economía. Los fondos de inversión tiene la obligación legal de mantener un 1% de su patrimonio en efectivo (para hacer frente a posibles peticiones de retirada del dinero por parte de los clientes.

Las rarezas de los tipos negativos

Bonos suizos. El banco central de Suiza tiene fijada la facilidad de depósito en el 0,75%. Su deuda es la que presenta menores rendimientos del planeta, con los bonos a dos años rozando el -1,2%.

Euríbor. El índice más utilizado para fijar el coste de las hipotecas también lleva dos años y medio en terreno negativo. El último dato, de agosto, es del -0,36%. Esto ha hecho que haya muchos particulares que ya no estén pagando intereses por sus préstamos hipotecarios.

Deuda a 30 años. Los tipos negativos no afectan únicamente a la financiación a corto plazo. Este verano, Alemania emitió un bono a 30 años que ofrecía un cupón del -0,11%.

Bonos bajo cero. La deuda mundial (tanto de países como de empresas) que ofrece una rentabilidad por debajo del 0% tiene un volumen agregado de 15,3 billones de dólares (13,9 billones de euros).

Además, los gestores suelen acumular más efectivo cuando consideran que la Bolsa está muy cara y prefieren guardar munición para comprar compañías baratas. En los últimos meses, las dudas sobre los mercados de renta variable y de renta fija han hecho que algunos gestores de fondos globales hayan disparado su liquidez por encima del 20%. Hay casos extremos, como el fondo AzValor Capital, en que el 52% del capital está en efectivo.

“Cada vez nos sale más caro mantener parte del patrimonio en efectivo. Hace unos años no nos costaba nada, e incluso le sacábamos algo de rentabilidad, pero ahora nos supone un coste de hasta el 0,4%”, explica uno de los mejores gestores de renta fija españoles.

En los informes semestrales que remiten los fondos de inversión a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se recoge desde hace unos trimestres un apartado con la rentabilidad media de la liquidez. En todos los casos, es negativa, llegando al mencionado 0,4%.

De acuerdo con los cálculos de Volker Hofmann, de la Asociación de Bancos Alemanes, los grupos bancarios de la zona euro pagan 7.500 millones de euros al año en tasas negativas por el exceso de depósitos que mantienen en el BCE. “Es una carga notable para los bancos, a los que les resulta muy difícil transmitir este coste a los ahorradores”, explicaba el experto recientemente en una conferencia.

Los fondos de inversión no son los únicos que han empezado a pagar por la liquidez que acaparan. La banca también ha empezado a trasladar ese coste a grandes compañías.

El gran problema es que no hay muchas alternativas para los inversores que no quieren abonar esa penalización. La deuda pública de casi todos los países de la zona euro ofrece tipos de interés negativos, incluso en plazos muy cortos. También en el caso de Suiza o de Japón. En las países donde hay rendimientos positivos, como Estados Unidos o Reino Unido, comprar esa deuda implica asumir un riesgo de divisa, poco compatible con una inversión conservadora.

En el caso de Suiza, ya hay compañías que están optando por guardar parte de su efectivo en cámaras acorazadas o contratar pólizas específicas con aseguradoras.

Para los particulares, la cara negativa de los tipos cero se traduce en la nula rentabilidad que ofrecen los depósitos y las cuentas corrientes desde hace ya varios años.

“Las rentabilidades negativas en la deuda pública está trastocando la forma en que se invierte, la forma en que se calculan los riesgos. Las matemáticas ya no son tan evidentes”, apunta Óscar del Diego Erezo, director de inversiones de la gestora de fondos de Ibercaja.

Como decía el editor financiero del Financial Times, los mercados de deuda hace tiempo que se metieron en el agujero siguiendo Alicia y su País de las Maravillas, pero en ese mundo distópico de los tipos cero “nadie sale ganando”.

Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.

Archivado En

_
_