Aena toma el aeropuerto de Murcia con un litigio de 70 millones con Sacyr
La constructora y sus socios pelean por el reconocimiento del capital aportado
El viejo enfrentamiento entre el grupo de inversores que levantó el aeropuerto internacional Región de Murcia y el Gobierno de esa comunidad autónoma está más vivo que nunca. La infraestructura comenzó a operar el pasado martes, en presencia del Rey Felipe VI y del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, con Aena a los mandos. Ni rastro de Sacyr, que comandaba el consorcio concesionario Aeromur cuando este estuvo a punto de poner en funcionamiento, en 2015, el conocido como aeropuerto de Corvera.
El Gobierno murciano rescindió ese primer contrato de operación, con 40 años de plazo, aduciendo un retraso en la apertura, entre otras faltas. Y Aeromur ya perdió ante el Supremo una reclamación contra la reversión, mientras Aena prevé llegar en su nueva plaza a los cuatro millones de usuarios al año (San Javier rozaba los dos millones).
Fuentes cercanas a la anterior concesionaria aseguran que no se ha producido una aproximación del Gobierno regional antes del estreno del aeropuerto para negociar una liquidación que continúa abierta. El partido, por tanto, se juega en el terreno judicial.
La infraestructura fue ejecutada con una inversión de 250 millones, de los que la Administración ha cargado con 182 millones de crédito
La infraestructura fue ejecutada con una inversión de 250 millones, de los que 182 millones fueron avalados por la Administración regional ante la banca acreedora de Aeromur. Una vez suspendida la concesión, la empresa se desentendió de los créditos y las entidades fueron contra el avalista. Ahora son las arcas murcianas quienes soportan el préstamo, pero en la liquidación se cargan al inversor privado 19,5 millones por intereses de demora.
Sacyr y sus socios pusieron algo más de 50 millones en capital propio que, según argumentan las empresas, lucharán por recuperar. En una primera fase se buscaba un reequilibrio de la concesión y la restitución de Aeromur al frente de Corvera. Abandonada esa batalla, las empresas pelean por una cifra en el entorno de los 70 millones entre su aportación directa, los costes de apertura en que incurrió el consorcio y los intereses.
Sacyr y sus aliados, que llegaron a completar la fase de certificación del aeropuerto, vieron rechazado un recurso en el Tribunal Superior de Justicia de Murcia contra la liquidación realizada por la consejería de Hacienda.
Empresas vinculadas a Murcia
Sacyr, Cajamurcia, Grupo Fuertes y la cementera La Cruz, todas ellas fuertemente vinculadas a la tierra, crearon Aeromur en 2001; ganaron el contrato en 2007, y concluyeron las obras de Corvera en abril de 2012.
Fue en 2013, durante la fase de tramitación para la apertura, cuando comenzó un tenso pulso entre la Administración Autonómica, que entonces gobernaba Ramón Luis Valcárcel, y la citada Sacyr, primer accionista de Aeromur con el 60,7%.
El Gobierno murciano activó un expediente de resolución de la concesión por el incumplimiento del calendario para la llegada del primer avión, mientras Aeromur defendió que no había plazos concretos en el contrato.
También se acusó a la concesionaria de escasa diligencia para tramitar la documentación, dilatando el proceso de arranque, o de que no ejecutara instalaciones complementarias como un centro comercial.
Los inversores argumentan que la Administración negó tres peticiones de reequilibrio del contrato una vez que España entró en la crisis. Según Aeromur, la recesión iba a tumbar las estimaciones de tráfico y distintos cambios regulatorios inesperados en 2009 elevaron las obligaciones y costes como gestor.
Desde la Consejería de Obras Públicas se defendió, por contra, que no había lugar al otorgamiento de medidas de reequilibrio a Aeromur, como son las cuentas de compensación, ampliaciones de plazo o ingresos garantizados, al entender que no se podía reequilibrar una infraestructura que no había abierto aún.
Corvera tuvo el 7 de abril de 2015 como fecha de inauguración, aunque no ha sido hasta casi cuatro años después cuando se ha recibido el primer vuelo. Aena ha sumado este nuevo activo a su red en medio de un enfrentamiento que, parece, aún va para largo.