Recetas de inversión en 2019: un perfil más defensivo pero sin renunciar a la Bolsa
Wall Street puede volver a ganar la partida a Europa pese al menor ritmo de crecimiento que se espera para EE UU
Los gestores advierten que 2019 va a ser un año difícil para la inversión, aunque después del balance nefasto que deja 2018 -y que nadie apuntaba a principios del año, insisten en que también habrá razones para cierto optimismo. El nuevo año no será aún el del cambio de ciclo y el de la llegada de la recesión a Estados Unidos, y si bien el crecimiento global será menor, los resultados empresariales todavía serán lo bastante sólidos como para apostar por la renta variable.
La consigna será hacerlo con cautela, concentrando posiciones en compañías con sólidos balances y bien pertrechadas para un entorno de alzas en los tipos de interés. Los mercados emergentes también surgen como una oportunidad para los inversores más arriesgados, en la idea de que se frenará el alza de tipos de la Fed y con ello, la apreciación del dólar que tanto daño ha hecho en 2018 a las divisas emergentes.
Para la inversión conservadora, la deuda soberana estadounidense a plazos cortos y medios es la opción más recomendada, en términos de rentabilidad-riesgo. La construcción de una cartera diversificada en 2019 pasará también por incluir ciertas dosis de oro, como valor refugio, y de liquidez con la que combatir las turbulencias.
Bolsa de EE UU: Aún con ventaja pese al fin del estímulo fiscal
Wall Street ha resistido mejor el año que Europea y podría mantener esa ventaja también en 2019. Las mejores cifras económicas de EE UU y el persistente ruido político en Europa volverán a jugar a favor de la Bolsa estadounidense. BlackRock, la mayor gestora de renta variable del mundo, aún sobrepondera Wall Street para 2019, con preferencia por compañías con sólidos balances, en especial del sector salud.
Desde Fidelity, también defienden el recorrido de Wall Street gracias a la coyuntura económica. La firma apunta que alrededor de la mitad del crecimiento del S&P 500 de 2018 es atribuible a las rebajas de impuestos pero aun así ven potencial. “La moderación del factor de momento y la evolución de los valores tecnológicos (FAANG) suponen un espaldarazo al estilo de inversión value”, explican. UBS prevé alzas de las acciones de EE UU de hasta el 5% en un escenario base de crecimiento global sólido, aunque sea menor, y un descenso de hasta el 10% en un escenario bajista de más disputas comerciales.
Bolsa europea: La política neutraliza las buenas valoraciones
El año termina para Europa habiendo sofocado el riesgo italiano gracias al pacto de su Gobierno con Bruselas por el presupuesto, pero con un creciente temor a un Brexit duro. Estos dos factores han contribuido a minar la Bolsa europea, que además ha sufrido más que la de EE UU la guerra comercial, en especial el Dax. Esto deja grandes oportunidades por valoración que hacen de la Bolsa europea la predilecta para Abante. En Indosuez prevén en 2019 un alza del 6,3% para los grandes valores europeos, por delante del 4,8% de los de EE UU.
La mayoría de gestores recela en cambio de Europa. BlackRock infrapondera la Bolsa europea con el argumento de unos beneficios empresariales y un momento económico más débiles y del riesgo político. Pimco advierte de otro elemento importante, la política de la Fed. Si frena las alzas de tipos en la primera mitad de 2019, lo que cree probable, la fuerte subida del euro que se daría en consecuencia también puede ser obstáculo para la Bolsa europea.
Emergentes: Clara opción con permiso de la Fed
2018 ha sido duro para los mercados emergentes. El fuerte ritmo de subidas de tipos de la Fed ha destapado las debilidades de los países más vulnerables, como Argentina o Turquía, y provocado la depreciación de las divisas emergentes. Pero el peor momento para estas economías habría quedado atrás y muchos gestores ven en los emergentes una clara oportunidad, en especial ante la perspectiva de que la Fed pueda moderar las alzas de tipos y frenar así al dólar.
BlackRock y HSBC sobreponderan la Bolsa emergente, en especial Asia, y Goldman Sachs también prefiere la Bolsa emergente a la de mercados desarrollados. En Indosuez calculan una subida para los valores emergentes de gran capitalización del 7,9% en 2019, medido en dólares, un alza que en el año solo sería superada por el 8,1% de la Bolsa china. En un escenario optimista, sin sanciones comerciales adicionales, la Bolsa china podría subir hasta el 15% en 2019, como la de EE UU, según UBS.
Deuda: Calidad crediticia y plazos medios
“Para este momento del ciclo económico, el activo idóneo en términos de rentabilidad-riesgo serían las Bolsas de países desarrollados”, sostienen en Santander Asset Management. Pese a la volatilidad y las pérdidas sufridas en 2018 en Bolsa, la Bolsa es el activo más recomendado para el año nuevo, aunque con todas las cautelas y una posición crecientemente neutral. En renta fija, la posición mayoritaria es neutral y el consejo unánime es vigilar la calidad crediticia dado el entorno de alza de tipos.
Para los perfiles más agresivos, Goldman Sachs recomienda sobreponderar la deuda emergente, mientras que el acercamiento de BlackRock a este activo es neutral. “En este momento ya deberíamos haber reducido el riesgo de crédito en las carteras de renta fija para moderar el riesgo cíclico y proteger capital”, recuerdan en Santander AM. El mayor riesgo estaría por tanto en el high yield y el puerto más seguro en la deuda de EE UU, en especial plazos cortos, casi tan rentables como los largos.
Oro: Ganará atractivo como activo refugio
El año que termina ha sido implacable también para un activo considerado refugio por excelencia como el oro, que no ha atraído a la inversión en los momentos de mayores turbulencias. La apreciación del dólar ha hecho más atractivo buscar protección en esta divisa que en el metal amarillo, aunque las previsiones de que el billete verde podría encontrar un punto de equilibrio con el euro en 2019 entre los 1,5 y 1,20 dólares, rescatan el papel del oro en la composición de las carteras. Indosuez recomienda de hecho “buscar exposición al oro como cobertura natural contra el riesgo político y la inflación”.
En DWS señalan que “el oro será un importante diversificador de los fondos multiactivos”, en un entorno en el que la volatilidad es menor para los inversores en euros que para los que invierten en dólares. Pimco sí muestra en cambio alguna reserva en cuanto al oro. Lo ve más como activo de largo plazo, categoría en la que prefiere invertir en bonos de EE UU ligados a la inflación dada su valoración actual.
Gestión activa: Cartera selectiva y de tendencias de futuro
El entorno para la inversión se presenta inevitablemente difícil en 2019. “El punto clave no es dibujar un escenario binario: dentro o fuera de la renta variable. Sino averiguar la dosis correcta”, defienden desde DWS. Así, ser selectivo es la consigna más repetida. “Los inversores en valores de crecimiento deben centrarse en empresas expuestas a tendencias de crecimiento estructural, aquellas que ya descuentan escenario adversos o con trayectoria de haber aguantado recesiones”, aconsejan desde UBS.
La inversión sostenible, según criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno corporativo, es otro de los consejos. “Incorporar plenamente los factores sostenibles a las decisiones de inversión suma un valor que es difícil conseguir con la inversión indexada”, aseguran en Allianz Global Investors. Y para terminar de construir la cartera, la liquidez también será clave. “Hay que recordar que en mercados negativos, el efectivo tiene un rendimiento superior”, zanjan desde Indosuez.