El vehículo corporativo mete turbo, pierde cilindrada y es más verde
El renting mantiene su atractivo como salario en especie El 18% de las matriculaciones totales son flotas de empresa
Tener o no tener coche de empresa puede hacer la diferencia. Es un atractivo como retribución en especie, una ventaja fiscal y un señuelo para fichar talento o fidelizar directivos y además tiene otras singularidades menos tangibles que tienen que ver con la imagen y la empatía emocional –el cambiar de auto a corto plazo es una motivación así como utilizarlo para fines particulares–.
El renting como pago en especie no solo goza de buena salud en España, sino que cada vez es “más habitual que las compañías incorporen el coche corporativo como remuneración en especie en lugar de incrementar el salario que recibe el empleado mes a mes”, reconoce Virginia Domínguez, mánager en el área consumer & motor business de Marsh.
Modelo en alza
El coche de empresa es una fórmula retributiva importada que sigue siendo una tendencia al alza, como ocurre con otro tipo de beneficios, como los seguros médicos o los cheques restaurante o guardería, aunque ha sufrido vaivenes y haya tenido algún ciclo de caída coincidiendo con la crisis.
La recesión “obligó a muchas compañías a reducir a la mitad el uso del coche como incentivo no salarial para los empleados, y bajar su presupuesto para el renting de vehículos, llegando en numerosas ocasiones a prescindir de este servicio”, recuerda Jesús Jimeno, director comercial de ALD Automotive.
Las perspectivas de crecimiento del sector en los próximos cinco años son muy buenas Jesús Jimeno, director comercial de ALD Automotive
La mejora de la confianza económica vuelve a favorecer la recuperación de este tipo de pago y “las perspectivas de crecimiento en los próximos cinco años –añade Jesús Jimeno– son buenas”. El 18% de las matriculaciones totales del mercado corresponden al renting y son ya más de 620.000 los coches que hoy día circulan por España bajo este tipo de contratación, siendo el máximo histórico de la flota, según Arval Service Lease.
“El mercado está progresando de forma muy rápida. La ventaja para el empleado es que bajo esta fórmula la empresa les facilita que puedan acceder al renting para su uso personal. Son cada vez más las compañías que entienden que su poder de compra, al tener medianas o grandes flotas, les permite beneficiar de esta capacidad a sus profesionales y, por tanto, ofrecerles unas condiciones de acceso a esta solución que no tendrían de forma particular”, explica el director comercial de Arval, Rafael Vidal.
Todo ventajas
Los expertos del sector coinciden en que tener un automóvil corporativo es una práctica muy recomendable tanto para la empresa como para aquellos profesionales que por su labor necesitan desplazarse continuamente, como es el caso de comerciales, técnicos o visitadores médicos para realizar sus funciones con los gastos de kilometraje que conlleva.
“De ahí que las compañías cuenten con especialistas que negocian los descuentos por ellos, se encargan del mantenimiento, los neumáticos, el seguro y, otro aspecto nada desdeñable, la venta del vehículo al termino del contrato”, advierte el portavoz de Arval. El renting es una fórmula de externalización que permite a “las empresas centrarse en su core business y no dedicar recursos a algo para lo que ya existen especialistas en el mercado”, destaca.
Hay otros sectores, apunta Jesús Jimeno, que “han optado por coches de empresa como forma de retribución que no figura en la nómina y que aporta numerosas ventajas fiscales”.
Los profesionales valoran renovar el coche cada poco tiempo, sin ningún coste añadido para ellos
Otra fórmula de retribución flexible donde el ejecutivo no tiene asignado un vehículo, pero su empresa “se acoge a lo que el mercado llama private lease o renting para particulares, y puede beneficiarse de esta iniciativa con todos los beneficios mencionados en unas condiciones más ventajosas que si lo hiciera por su cuenta”, añade Vidal.
Esta contrapartida es cada vez más valorada por los empleados y aplicada por las empresas como fórmula de pago flexible o en especie para retener talentos en sus cuadros, en los que han invertido en formación y conocimiento.
Los empleados también valoran y empatizan con la posibilidad de “estrenar coche cada poco tiempo, cada 36 o 48 meses de media, sin que le suponga ningún coste adicional”, concluye Virginia Domínguez. Y ya se sabe que los coches nuevos tienen menos averías y siniestralidad.
El coche fantástico
Marcas. Los directivos siguen optando por vehículos de empresa de marcas prémium como Audi, BMW o Mercedes y por modelos de gama media y alta.
Eficientes. Se demandan coches cada vez más eficientes y hay un cambio de tendencia a favor de híbridos y eléctricos; más tecnológicos y seguros.
El SUV. El tradicional auto de cinco puertas y gran capacidad cede terreno en favor de modelos de menor tamaño. Los modelos SUV están de moda.
Cilindrada. Motores de menor cilindrada para reducir el consumo, pero con turbo para no restar potencia.