Los directivos bajan el estatus de sus coches
Algunas empresas rebajan la categoría del vehículo que asignan a sus directivos para dar una imagen de austeridad
Probablemente a más de un trabajador le haya dolido que tras un expediente de regulación de empleo en su empresa, el directivo de turno salga de la oficina conduciendo un cochazo. Pues bien, siguen llevando cochazos, pero parece que ellos también han bajado en el escalafón.
“El ahorro de costes ha determinado que hoy conduzcan modelos menos ostentosos”, confirma Agustín García, presidente de la Asociación Española de Renting (AER).
Han bastado nueve años para que se haya reducido a la mitad la demanda de vehículos de los segmentos ejecutivo, lujo, deportivos y todoterrenos de lujo en favor de monovolúmenes y SUV de gama media.
“Los ejecutivos comenzaron a interesarse por modelos de menos valor y menos elitistas para dar una imagen de austeridad porque la crisis obligó a reducir el presupuesto para el renting de vehículos y en muchos casos llegaron a desaparecer”, dice Sonsoles Martín-Garea, directora de marketing de ALD Automotive.
Esto ha propiciado la inclinación hacia modelos menos potentes. Pero no nos equivoquemos. Según explica García, “la tecnología de los motores de baja cilindrada ofrece hoy las mismas prestaciones de potencia” que los segmentos superiores, reduciendo, de paso, el consumo de combustible y las emisiones de CO2. Otro de los caballos de batalla que ha propiciado el cambio.
Las fuertes políticas de contención de emisiones puestas en marcha por grandes compañías (Calidad Pascual, Red Eléctrica Española, GSK, etc.) también han sido claves en este nuevo escenario de las flotas, aseguran en Arval. Las empresas han empezado a demandar un renting con vehículos más eficientes para las plantillas. Y claro está, “no se le puede exigir al comercial que baje el estándar de emisiones y al directivo no”, añade Manuel Orejas, director de desarrollo de negocio de Arval.
Estas políticas, además de ganar en imagen y conseguir una importante reducción del consumo de combustible, facilitan la obtención de certificaciones como las ISO.
Pero esta tendencia se circunscribe solo a la élite empresarial. Porque según asegura Juan Manuel López, director comercial de la consultora MSI, las empresas más pequeñas recurren a los modelos que más les conviene desde un punto de vista económico. De ahí que el diésel y la gasolina sigan prevaleciendo en el renting.
“La RSC, la sostenibilidad y la eficiencia energética es hoy el ADN de muchas empresas y de sus directivos”, señala Martín-Garea, y se está reflejando en la creciente, aunque aún insuficiente, elección de modelos híbridos, eléctricos o por lo menos mucho más eficientes, aunque sean de gasolina o diésel (Euro 6).
Coches más pequeños, de menos emisiones y menores consumos están sustituyendo a la clásica berlina de cinco puertas y gran capacidad, hasta hace poco la preferida por los directivos, según han detectado en ALD Automotive. Incluso ha crecido la preferencia por los modelos todoterreno, también llamados SUV.
Pese a que se ha rebajado algo el estatus de movilidad, los directivos españoles siguen conduciendo buenos coches y, además, tienen permitido un límite de emisiones superior que el de los comerciales o el resto de la plantilla, para los que el auto es una mera herramienta de trabajo.
Para Fernando Cogollos, consejero delegado de Northgate, la diferencia radica en que “los coches de empresa de altos directivos tienen también un componente más emocional, de representación, de imagen de marca, a través de la cual las compañías proyectan sus valores. “Hoy los valores giran también en torno al compromiso con el medioambiente”, puntualiza.
Eso puede explicar por qué, el año pasado, las marcas premium más solicitadas en renting fueron BMW, Audi y Mercedes, pero también Infiniti, Jaguar, Lexus, Land Rover, Maserati, Porsche o Volvo, según datos recogidos por la AER. Pero, eso sí, las versiones son mucho más básicas, según el Instituto de Estudios de Automoción.
El diésel y la gasolina siguen prevaleciendo en las flotas de renting de los directivos. Los datos de AER desvelan que el año pasado, el 89,11% de los turismos del segmento ejecutivo fueron vehículos diésel frente al 7,19% de gasolina o el 3,70% que apenas representa aún el híbrido.
No obstante, el diésel de hoy no tiene nada que ver con el de hace unos años. Por poner un ejemplo, García asegura que los gasóleo del segmento ejecutivo han conseguido reducir las emisiones de CO2 a 120 g/km frente a los 150 de 2012 y, lo que es muy importante para la cuenta de resultados de cualquier empresa, han reducido el consumo de combustible en torno al 20%.
Una de las razones que explica el apego a estos motores es, a juicio de López, el precio de mantenimiento, mucho más bajo que el de cualquier modelo híbrido o eléctrico. Así y todo, “el crecimiento de los modelos híbridos en los últimos tres años ha sido muy significativo”, de un 86%.
La seguridad también es un elemento crucial a la hora de decantarse por uno u otro modelo. Además de dispositivos de seguridad pasiva, que suelen venir de serie, como el airbag del habitáculo, la suspensión o los nuevos sistemas de iluminación, los directivos también optan por los últimos sistemas de seguridad en el mercado, asegura García.
Entre sus preferencias destacan el control de crucero adaptativo (ACC), la frenada automática de emergencia (ABB), los sistemas de mantenimiento de carril, el detector de fatiga, ayuda al aparcamiento o el detector de ángulo muerto.
En cuanto a las tecnologías avanzadas en seguridad, los sensores también juegan un papel cada vez más importante o el eCall, que según López es cada vez más solicitado.
Un coche conectado es un coche más operativo. Esta es la máxima para muchos directivos que ahora llevan la oficina en el vehículo. El navegador y el Bluetooth para la conexión telefónica son imprescindibles.
Matriculaciones
El diésel siguió siendo la estrella del renting el año pasado, con 171.068 matriculaciones, lo que representó el 83,21% del total, según datos de la AER. La gasolina se mantiene como segunda opción, con 30.744 matriculaciones, lo que supone el 14,95% del total.
Eléctricos. Aunque todavía crece de manera muy lenta, el año pasado se matricularon en España casi 1.000 unidades de coches eléctricos en renting. El híbrido no enchufable de gasolina fue uno de los más demandados, con 2.040 unidades, seguido del híbrido enchufable de gasolina y el de gas natural.
Marcas. BMW, Audi y Mercedes fueron, en ese orden, las marcas premium más solicitadas en renting el año pasado, pero también otras de gama alta como son Infiniti, Jaguar, Lexus, Land Rover, Maserati, Porche o Volvo.
Las grandes se comprometen con el medioambiente
Por imagen, por ahorro o por compromiso con el medioambiente. Las grandes compañías españolas han optado por la movilidad sostenible. Calidad Pascual es una de las compañías pioneras en poner en marcha un plan de movilidad para reducir emisiones, hace 10 años, muy enfocado al trabajador y presente en todo el proceso de producción, hasta la distribución en la última milla. Y los directivos no son la excepción.
José Carlos Espeso, director de movilidad de Calidad Pascual, señala que hoy la empresa tiene una flota de 600 vehículos, el 70% de los cuales son de gas licuado, el 5% eléctricos y el resto diésel Euro 6 (para los desplazamientos de largo recorrido), pero pretende invertir la proporción el año que viene. Además, los directivos no tienen coche de empresa y para trayectos cortos tiran de los eléctricos en un guiño a la sostenibilidad.
En Red Eléctrica, la mayoría de los vehículos del equipo directivo son híbridos enchufables. Esta compañía cuenta con una flota de 783 vehículos, de los cuales 191 son híbridos, eléctricos o híbridos recargables. Su objetivo es que la flota llegue a ser eléctrica o una combinación de híbridos y enchufables.
El laboratorio GSK cumple con el compromiso de que cada vez que renueva una flota reduce las emisiones un 10% y cuenta con la acreditación oficial de flota ecológica. Por su parte, la farmacéutica Lilly sustituyó en 2016 su flota por otra más sostenible y dispone de un punto de recarga para coches eléctricos.
“Una empresa con coches ‘ecofriendly’ gana imagen”
Lleva 11 años vinculado al renting. Licenciado Matemáticas, Manuel Orejas comenzó como consultor financiero . Desde 2005 hasta mayo pasado fue director comercial de General Electric. Actualmente es director de desarrollo de negocio de Arval.
¿Verdaderamente ha bajado el nivel de coches que llevan los directivos?
Las empresas están buscando la racionalización de costes en las flotas y la reducción del impacto medioambiental. Este compromiso les lleva a elegir modelos más eficientes, con menos emisiones, consumo e impuestos.
La austeridad, ¿ha sido por obligación o por convencimiento?
Es un fifty-fifty. Con la crisis, las empresas rebajaron la categoría y motorización de los coches para ahorrar, pero esta tendencia trajo consigo también la reducción de las emisiones. Con las restricciones medioambientales, este compromiso se ha hecho permanente.
¿Qué gana una empresa si sus directivos llevan coches de menor gama?
Una compañía con vehículos ecofriendly se percibe como socialmente responsable. Una empresa que se preocupa por el medioambiente a través de su flota gana valores e imagen.
¿Cuál es el mayor beneficio, la imagen o el ahorro de costes?
Si directivos optan por coches más eficientes se gana en imagen. Cuando se extiende a todos los empleados se alcanza un ahorro considerable. No solo se ve reducida la huella de carbono de la flota, sino el coste por kilómetro. En los próximos cinco años habrá un cambio paulatino de diésel a híbrido.
¿Qué demanda un directivo en un coche de empresa?
Necesitan estar permanentemente conectados con el equipo, con la oficina…, pero sin perder la atención a la conducción; por eso el Bluetooth o el manos libres están en más de la mitad de estos coches, por delante incluso de funciones como el control de velocidad.