La banca vuelve a sufrir la inseguridad jurídica
El mercado ha descontado el peor de los escenarios de la sentencia sobre los impuestos de las hipotecas, pese a ser altamente improbable El sector bancario cree que el impacto final de la decisión judicial será mínimo
La inseguridad jurídica vuelve a golpear a la banca española. El jueves, una sentencia del Tribunal Supremo modificaba la jurisprudencia sobre quién debe asumir el coste de los impuestos vinculados a las hipotecas. En lugar de ser el cliente final, a partir de ahora serían los bancos quienes paguen las tasas. La decisión provocó el desplome de los bancos en Bolsa. Un día después, el mismo Tribunal Supremo anunció que el pleno de la sala tercera revisará la sentencia para ver si confirma o descarta “el giro jurisprudencial”. La decisión provocó que los bancos se dieran la vuelta y empezaran a subir.
La perplejidad ante el volantazo y posterior frenada del Alto Tribunal es patente en los mercados. “Los inversores internacionales con los que he estado hablando hoy me dicen que si España se ha convertido en una república bananera”, explica un conocido analista financiero, pocos minutos después de conocerse el último giro de los acontecimientos del Supremo.
Mientras tanto, los bancos perdieron 6.000 millones en Bolsa (el jueves) y recuperaron buena parte el viernes. A la espera de la decisión definitiva, la gran duda que atenaza a inversores, bancos y consumidores es el alcance final que tendrá la decisión.
El conflicto sobre los impuestos hipotecarios es un nuevo frente en un año bursátil pésimo para los bancos españoles. Los problemas de Turquía y Brasil han castigado a BBVA y Santander, respectivamente (que pierden casi un 25% de capitalización en el año). “El sector vive un momento difícil, con dudas sobre su modelo de negocio, impactado por el repunte de la prima de riesgo española y un cierto sentimiento contra el sector”, explica Walter Scherk, gestor de fondos de Renta 4. Todos los bancos cotizados tienen fuertes caídas, especialmente Sabadell (cerca de un 40%).
¿Hasta dónde llegará el impacto?
Jurisprudencia. El pleno de la sala tercera deberá decidir si es el hipotecado quien tiene que hacerse cargo del pago del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados en la constitución de la hipoteca. Hasta ahora así era, pero la sección segunda de esa misma sala ha optado por cambiar el criterio.
Retroactividad. En caso de que el pleno de la sala tercera del Supremo acordara que es el hipotecado quien tiene que pagar los impuestos, la gran duda sería si se pueden reclamar por la constitución de hipotecas antiguas. La banca sostiene que en ningún caso habría retroactividad, mientras que las asociaciones de consumidores creen que sí, al considerarse que
Agencia Tributaria. Algunos despachos de abogados consideran que, en caso de que el Supremo descargue a los particulares de la responsabilidad de pagar el impuesto de las hipotecas, se abrirá un conflicto entre la banca y Hacienda. El sector bancario intentaría la Agencia Tributaria se haga cargo de la devolución de esos gravámenes.
Con el tema de los impuestos hipotecarios “hay tres escenarios” explica José Ramón Iturriaga, inversor de Abante Asesores. “El más apocalíptico para la banca supondría pagar todos los impuestos de hipotecas de los últimos 40 años. Eso conllevaría desembolsar miles de millones de euros, pero es una posibilidad remota”.
“El mejor escenario para el sector supondría que no tendrían ningún impacto, porque el Tribunal podría dejar sin efectos la sentencia del viernes”, apunta el gestor. Lo más probable es que se dé una situación intermedia en la que el sector tenga que hacer frente a algunos gastos, pero no tan grandes como han calculado algunos analistas.
“La clave estará en si se acepta o no que haya una revisión retroactiva de este criterio impositivo”, apuntan desde el banco UBS, que considera que Bankia y Banco Sabadell podrían ser las entidades más afectadas.
En caso de que se aplicara esa retroactividad, algo que los abogados de los bancos niegan tajantemente, también sería clave saber qué proporción de hipotecados acaba reclamando. En el caso de las cláusulas suelo, tan solo la mitad de los potenciales beneficiarios exigió la devolución de las cantidades cobradas en exceso por parte de la banca. “El impacto total para el sector podría estar en unos 24.000 millones de euros a lo largo de seis u ocho años”, apunta en un informe el analista de Kepler Chevreaux, Carlos García.
El caso de las cláusulas suelo, las entidades españolas han tenido que afrontar la devolución de más de 2.000 millones de euros.
Los departamentos de relación con inversores de algunos de los grandes bancos españoles están tratando de tranquilizar a los mercados asegurándoles que no habrá ningún impacto en cuenta de resultados de todo el embrollo judicial relativo al impuesto de las hipotecas. “Nos están diciendo que es imposible que se aplique la retroactividad a la sentencia del jueves, y que todo acabará en agua de borrajas”, apunta un inversor.
Otro de los frentes judiciales que tiene abierto el sector bancario es el de los gastos hipotecarios (notaría, tasación...). En este caso, el Supremo sí que ha dejado claro que los clientes no tienen por qué asumirlos íntegramente. En una sentencia de 2015 el Alto Tribunal estableció que cargar al particular todos los gastos de forma indiscriminada sí que podía considerarse como abusivo.