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El alza de la deuda en EE UU desata la salida de dinero en los bonos ‘high yield’: ¿para cuándo en la Bolsa?

Se retiran 5.400 millones en fondos que invierten en estos activos en cuatro días Los bonos del Tesoro compiten con la rentabilidad por dividendo de Wall Street

Bono estadounidense a 10 años en 2018
Gema Escribano

El mercado de deuda estadounidense hace tambalear los mercados. Cuando los inversores se habían acostumbrado a convivir con la rentabilidad del bono a diez años por encima del 3%, ahora deben hacer frente a nuevos máximos en siete años. Solo entre el 3 y el 4 de octubre el rendimiento del bono de EE UU avanzó 14 puntos básicos.

Como ocurrió en febrero, el alza de los tipos en mercado secundario ha desatado una oleada de ventas. A las caídas registradas por Wall Street desde comienzos de octubre, se suman las salidas de dinero en los fondos que invierten en deuda alto rendimiento o bonos high yield. Entre el 4 y 9 de octubre los inversores sacaron 5.400 millones de dólares de estos fondos. Según datos de Bloomberg se trata del mayor flujo de salida desde febrero, cuando en tan solo cuatro días se extrajeron 6.300 millones. Los inversores se dejaron llevar por la histeria pese a que el rendimiento medio de estos títulos sigue por debajo de su media histórica y las previsiones de tasas de impagos son más bajas para los próximos 12 meses que las del último año.

No solo los fondos que invierten en estos títulos han sufrido salidas de flujos. También lo están pagando los ETF que invierten en tecnología, de los que se han evaporación de 4.000 millones en una semana. “Los ascensos de la rentabilidades registrados en las últimas sesiones son suficiente para que muchos inversores se replanteen una rotación hacia activos de menor riesgo”, afirma David Ardura, director de gestión de Gesconsult.

La lupa está ahora en si estas salidas tendrán su réplica en la renta variable. Es decir, si lo registrado en las últimas sesiones es solo la punta del iceberg de una nueva corrección en la Bolsa de EE UU y por ende en el resto de mercados. A pesar de las ventas de las últimas semanas, los analistas creen que no estamos ante un momento de alarma. “El repunte de los rendimientos obedecen a la buena marcha de la economía de EE UU y el endurecimiento del lenguaje por parte de la Fed para evitar un sobrecalentamiento”, explica Cristina Gavín, gestora de renta fija de Ibercaja Gestión. En su última intervención el responsable del banco central, Jerome Powell, se mostró más agresivo y elevó el rango de tipos neutral al 3%.

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La rentabilidad de la deuda de EE UU a diez (3,15%), cinco (3%) y dos (2,85%) años ha alcanzado unos niveles en los que ya compite de manera directa con la rentabilidad por dividendo del Dow Jones (2,3%) o el S&P 500 (2,4%). “Históricamente ha existido una correlación positiva entre Wall Street y la deuda de EE UU hasta el 4%”, sostiene Ardura. No obstante, el experto señala que un momento como el actual en el que los índices americanos suman nueve años al alza y sucesivos máximos históricos, puede que muchos inversores vean que ha llegado el momento de dejar un lado la Bolsa y decantarse por los bonos del Tesoro. Ya en mayo Goldman Sachs señalaba el nivel del 3,5% como el punto a partir del cual los flujos de la Bolsa se trasvasarían a la deuda.

Gavín se muestra más escéptica y apunta que desde Ibercaja no manejan un cota exacta para el movimiento de capitales de unos activos a otros. “Todo va a depender de las expectativas de beneficios de las compañías. Aunque estemos en una fase madura del ciclo si la rebaja de impuestos de Donald Trump se traduce en mayores ganancias por parte de las empresas, las cotizadas continuarán subiendo en Bolsa”, remarca. La experta sostiene que antes que la renta fija los inversores podrían trasladarse a la Bolsa europea. “Históricamente la estadounidense ha cotizado con una prima de 24 sobre la europea, pero ahora alcanza las 40 veces”, defiende Gavín.

En el corto plazo las miradas están puestas en las elecciones de noviembre. “Si los republicanos logran mantener el control en la Cámara y el Senado es probable que asistamos a nuevos recortes de impuestos con lo que aumentarán los rendimientos de los bonos y las acciones caería”, afirma de Jesse Cohen, analista de Investing.com.

Sin recorrido para la deuda a diez años

El mercado ya ha puesto en precio el alza de tipos prevista para diciembre en EE UU, la cuarta en lo que va de año. Esto unido a la relajación de las presiones inflacionistas debería servir para contener la rentabilidad de la deuda estadounidense, especialmente la del bono a diez años.

David Ardura cree que el nivel en el que se moverá la deuda con vencimiento en 2028 rondará el 3,25%-3,5%. Por su parte Goldman Sachs fija el nivel del 3,4% para 2019. Cristina Gavín considera que para que existan nuevos repuntes es necesario que la Fed acelere la subida de tipos, un escenario que descarta ante una rebaja de las presiones inflacionistas.

Desde UBS prevén que los rendimientos de la deuda de EE UU toquen máximos en los próximos 12 meses. “El repunte de los tipos y del dólar puede extenderse en el corto plazo pero solo si hay tolerancia al riesgo”, señala el banco suizo.

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Sobre la firma

Gema Escribano
Periodista económica, con 13 años de experiencia como redactora. Formó parte de la web de Cinco Días desde 2010 hasta 2017 cuando pasó a integrar la sección de Mercados. Especializada en información bursátil y mercado de deuda. Estudió periodismo en Universidad Carlos III.

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