¿Es la tarifa plana un caladero de falsos autónomos?
Ministerio de Trabajo y asociaciones estudian fórmulas para la desproporción que, a juicio del Ministerio, existe entre los beneficiarios de la tarifa plana y la evolución de afiliados.
Cambiar la tarifa plana de los autónomos para evitar el fraude. Eso es lo que ha propuesto el Ministerio de Trabajo para mejorar la eficacia de estos trabajadores e impulsar el autoempleo perdurable. Desde el Ministerio sostienen que hay una desproporción entre beneficiados de la tarifa plana y afiliaciones al RETA. El aumento de autónomos desde que se puso en marcha la medida sólo equivale al 15% de los beneficiados por la tarifa, según datos facilitados por la Agencia EFE.
La asociación de autónomos UPTA considera que la tarifa plana ha contribuido a generar una "burbuja de emprendimiento". Proponen analizar la viabilidad de la idea, para que esta sea plausible una vez que se terminan las ayudas. ATA, otra de las asociaciones relevantes del colectivo, defiende retirar bonificaciones cuando un autónomo, desde el primer año, ya está teniendo rendimientos netos de 30.000 o 40.000 euros.
La tarifa plana no desaparecerá
Esto no significa que la bonificación vaya a desaparecer. De hecho, Ministerio y Asociaciones trabajan para hacer mejoras en ella que le ayuden a cumplir objetivos, y no a aumentar el fraude. UPTA, de hecho, apunta a que alargarla potencia la aparición de falsos autónomos.
La opción que gana peso es que los autónomos coticen en función de sus ingresos reales. En este caso, la tarifa plana quedaría para aquellos que ganen menos del Salario Mínimo Interprofesional.
Los menores de 30 años, de baja en un año
La tarifa plana de 50 euros entró en vigor en 2013 con una duración inicial de seis meses para quienes iniciasen su actividad por cuenta propia. En enero de 2018 se amplió a un año para nuevos autónomos, una medida de la que se han beneficiado un total de 1.473.774 personas en estos cinco años.
Más de la mitad de los menores de 30 años que se dan de baja llevaban en alta menos de un año, mientras que los mayores de 30 años presentan un alto porcentaje de cortas permanencias. Concretamente, cuando se dan de baja, los menores de 30 años llevaban afiliados al RETA una media de 426 días, mientras que los de 30 o más edad tenían un promedio de 1.433 días de alta.