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Jesús Ortiz Used: “La incertidumbre en el precio eléctrico nos crea inseguridad para la exportación”

El representante de las cementeras afirma que les perjudica la subasta de interrumpibilidad de corto plazo Con precios eléctricos un 30% superiores a Francia y Alemania, el sector presume de ser más eficiente que sus rivales

Jesús Ortiz, presidente de Oficemen.
Jesús Ortiz, presidente de Oficemen.Pablo Monge

Los nueve fabricantes de cemento que han aguantado en España empiezan a notar síntomas de recuperación y urgen la vuelta a niveles “normales” de construcción de viviendas e inversión en obra pública. Pero al presidente de la patronal del sector, Oficemen, Jesús Ortiz, le preocupa tanto o más el que la industria pueda prever a largo plazo su factura energética, que representa un 40% del coste variable de producción, y que el Gobierno exprima al máximo las opciones que ofrece la UE para incentivar su tarifa eléctrica. Ante el temor de la pérdida de competitividad para la exportación, subraya que los costes eléctricos de Francia o Alemania están “entre un 30% y un 40% más baratos que en España”.

R.  ¿Se puede decir que el sector del cemento se está recuperando pese a que la obra civil tarda en reaccionar?
R. Los datos apuntan a un inicio de recuperación: el consumo creció un 11% en 2017, tras el pequeño repunte de 2015 que no se confirmó en 2016. Pero la actividad está en el 50% de un nivel normal. Y no me refiero a los años del boom, con 56 millones de toneladas de cemento consumidas en 2006 y 2007. Ahora servimos algo más de 12 millones de toneladas anuales, la mitad de lo que debería ser. Creemos que el mercado doméstico puede volver a crecer este año en los mismos términos que en 2017, más allá es difícil prever pese a cierta reanimación de la inversión de las administraciones locales, lo que puede estar motivado por la cercanía de las elecciones de 2019.
R. ¿Cuáles son las palancas de impulso?
R. La vivienda nueva ha iniciado un ciclo de recuperación, pero son solo 80.000 al año. De nuevo, menos de la mitad del nivel que sería normal normal en edificación residencial. El otro elemento del que dependemos es la obra civil, donde la actividad está en un 40% de los volúmenes que consideramos lógicos.
R. ¿160.000 viviendas nuevas al año en un país que está consumiendo aún su stock?
R. Nosotros no generamos o impulsamos la demanda social, simplemente la atendemos. Y eso es aplicable a la vivienda y a la obra pública. Si es necesario un mayor o menor número de casas depende de los agentes sociales, Administración y los inversores privados. España tiene un patrón de inversión respecto a la vivienda y tomando en cuenta el tamaño de nuestra economía, y lo que está pasando en países como Francia o Alemania, es realista que se puedan construir entre 150.000 y 200.000 viviendas nuevas al año. También es clave la rehabilitación y mejora de la eficiencia energética en edificios.
R. En cuanto a las infraestructuras, ¿dónde debería estabilizarse la demanda de cemento para obra civil?

"Nos preocupan por igual las políticas de inversión que las políticas energéticas del Gobierno"

R. La obra pública debería estar consumiendo entre 12 y 14 millones de toneladas al año, frente a las 5,5 millones de 2017. Si miramos la inversión pública de 1980 a 2000, antes del esfuerzo respaldado por los fondos estructurales, apreciamos que la inversión en obra civil debería estar en unos 20.000 millones anuales.
R. El peso del gasto social en los Presupuestos del Estado no permite grandes alegrías en inversión. Y parece que durará.
R. Esa es una realidad a largo plazo. Siempre se puede esperar algo más de los Presupuestos, pero lo que hay que pedir a los Gobiernos es que apuesten y desarrollen más la vía de la financiación público-privada. No veo otro camino. El modelo económico depende en un 40% del turismo y de las exportaciones, que requieren un nivel adecuado de inversión en infraestructuras de transporte y medioambientales.

Este año, seis interrupciones por fabrica

Servicio. Las 33 fábricas de los socios de Oficemen ofrecen el servicio de interrumpibilicad. Modulan su consumo, produciendo en horas valle, y REE puede cortarles la luz por razones de suministro o para regular los precios del pool, a cambio de una tarifa menor.

Muchos cortes. Este está siendo un año con muchas incidencias. Según el presidente de Oficemen, “hemos tenido una media de seis interrupciones por fábrica por las situaciones climáticas extremas de principios de año”.

Valorización. Las cementeras pueden ser “un agente clave en la economía circular si se nos utiliza con todo nuestro potencial”. Ortiz subraya que en Alemania o los países nórdicos, con tanta concienciación medioambiental y control administrativo como en España, se supera un 70% de sustitución de los combustibles fósiles por otros alternativos, “mientras en España estamos en un 25%”.

R. ¿Cómo queda la capacidad de producción y empleo del sector tras la larga crisis?
R. Hemos perdido el 80% de la actividad doméstica, pero tenemos la capacidad productiva prácticamente intacta: se ha adaptado a la demanada interna, que se ha complementado con la exportación. España es hoy el primer exportador de cemento de la UE, con un 30% de las ventas a mercados extracomunitarios, y el octavo mundial. Ha habido reestructuraciones y una ligera reducción del número de fábricas, aunque el empleo entre 2007 y 2016 ha caído un 38%. Con todo, esta no es una industria especuladora: el 94% de los contratos son de alta cualificación y fijos; invertimos a largo plazo; somos electrointensivos, e intentamos mantener la capacidad.
R. Las exportaciones se han resentido.
R. El coste eléctrico, que supone entre el 35% y el 40% de nuestros costes variables, aumentó entre el 25% al 30% en 2017. Eso afectó a la actividad. Partíamos de niveles similares de consumo interno y exportación, pero el primero subió el mencionado 11% y el segunda descendió un 10%. La producción ha aumentado muy ligeramente sobre 2016 y estamos en un 55% de nuestra capacidad.
R. ¿Pueden trasladar al precio del cemento la subidas de los costes eléctricos?

"La decisión de Portugal de no dar pagos por capacidad a su industria representa un mal ejemplo"

R. En los mercados de exportación, no. Competidores de Turquía, el Norte de África o Suereste asiático, tienen costes energéticos mucho más competitivos. Además del repunte del precio eléctrico en 2017 sufrimos el impacto de la depreciación del dólar.
R. ¿Está más protegida la industria cementera en otros europeos?
R. No sé si más protegida, pero en Alemania o Francia se benefician de tarifas eléctricas mucho más competitivas. En el primer caso, el diferencial del coste unitario del kilovatio, en los últimos años, puede estar en casi el 40%. En cuanto a Francia, la diferencia es del 30% a su favor. Y no hablo ya de la distancia respecto a países emergentes del Norte de África, donde podemos hablar de 25 a 30 euros/kW. Aquí hemos mantenido 33 fábricas, 4.000 empleos directos y hasta 12.000 indirectos, por el complemento de la exportación. Por eso, la presión del coste energético está siendo muy preocupante.
R. Pero hablamos de miembros de la UE con las mismas reglas, donde una compensación al precio de la luz se considera una ayuda de Estado. ¿Hay países que están dando ayudas que aquí no existen?
R. No valoraré lo que pasa en Alemania o en otros países porque no me corresponde, pero hemos reiterado al Gobierno, a través de la Secretaría de Estado de Energía, que aplique en toda su amplitud posible los mecanismos de compensación.
R. Las cosas no pintan bien. Portugal acaba de renunciar a dar pagos por capacidad.
R. Ese es un mal ejemplo. También nos preocupa cómo se interpretan y aplican las compensaciones por el servicio de interrumpibilidad que prestamos a REE y a la sociedad. Y nos afecta la falta de políticas que permitan asegurar un contexto de costes de energía previsible, estable y competitivo para la industria.
Pablo Monge
R. Ustedes llevan años diciendo que el eléctrico es el 35-40% de sus costes variables. ¿Es que no han conseguido eficiencias?
R. Se están produciendo. En consumo energético por tonelada, la industria cementera es unos cuatro puntos más eficiente que la media europea. Y eso es por la inversión. Hemos hecho los deberes en eficiencia y somos uno de los activos industriales más estables tras las reestructuraciones motivadas por la terrible crisis. Hoy tenemos nueve actores, algunos respaldados por las cuatro grandes multinacionales y los demás por grupos nacionales muy solventes. Todo esto es lo que nos ha permitido superar estos años difíciles.
R. ¿Qué opina del nuevo mecanismo de interrumpibilidad basado en subastas?
R. Creemos que es un elemento positivo si se gestiona bien. Nuestro problema es la incertidumbre. No conocemos las nuevas reglas del juego. En nuestra industria los contratos de exportación se cierran con 6 a 12 meses de antelación, y no saber qué compensaciones vamos a recibir por interrumpibilidad nos resta capacidad comercial. Que la subasta haya pasado de una al año a una para los cinco primeros meses, y otra para el resto del año, nos ha hecho un daño tremendo. Aparte de que la de diciembre fue perjudicial para nuestro sector, por el resultado y la introducción de elementos inesperados, la celebración de una segunda por unos cuantos meses nos crea inseguridad para vender al exterior. Actualmente, nuestras 33 fábricas son interrumpibles, pero algunas se podrían plantear si siguen prestando este servicio.
R. Cómo ve que se corte también el suministro para controlar el precio del pool. ¿Le parece bien que les utilicen pata regular los precios?
R. Permítanme que no entre a juzgar la interrumpiblidad por criterios económicos. El debate no es para qué prestamos el servicio, sino que tenga un valor palpable para la sociedad y amortigüe los efectos de nuestra estructura de generación, muy condicionada por las renovables y el clima, que pueden alterar la capacidad disponible y el precio del cliente. La demanda de energía en España está distribuida en todo el territorio y una de las ventajas que ofrece una industria como la nuestra es la cobertura, que tiene un valor para el operador del sistema eléctrico.
R. Pero el mercado eléctrico ha registrado este año récords de precios bajos.

"El problema es que no podemos gestionar nuestra programación comercial, especialmente la exportación"

R. En marzo ha habido un ajuste a la baja significativo del coste unitario eléctrico, podemos estar hablando de unos 15 euros menos por kWh. Pero partimos de la premisa de que ha sido un mes con una situación hidrográfica especial. Pese a que eso nos ayuda puntualmente, el problema es que no podemos gestionar nuestra programación comercial, especialmente la exportación. Cuando se habla de costes energéticos hay que pensar más en qué es lo que se hace para estructurar una oferta competitiva. España tiene sus problemas de clima, de consumo estacional y renovables difícilmente predecibles.
R. ¿Qué dice el Ministerio de Energía sobre las reivindicaciones del sector?
R. La última reunión con el ministerio fue en noviembre. Nos dijeron que estaban negociando con la CE sobre estas cuestiones. A día de hoy no tenemos respuestas claras, lo que nos sume, aún más, en la incertidumbre.
R. Parecen estár más pendientes del ministerio de Álvaro Nadal que del de Fomento que dirige Íñigo de la Serna.
R. No crean. Nos preocupan por igual las políticas de inversión y las energéticas. España tiene necesidades estructurales, déficit de mantenimiento, obligaciones de cumplimiento de normativas y retos medioambientales que precisan un marco para la inversión en infraestructuras a largo plazo. La gestión del ciclo del agua, por ejemplo, debería ser una cuestión de política de Estado.

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