Sangría en las Bolsas por el temor a una guerra comercial: ¿Hasta cuándo?
Los expertos ven improbable una guerra comercial en toda regla, aunque temen un impacto en la economía Mantienen un escenario central positivo en renta variable con oportunidades de compra
El esperanzador comienzo de año en las Bolsas, que apuntaba a un periodo de estabilidad tras muchas incertidumbres, parece haberse derrumbado como un castillo de naipes. Los récords logrados en enero se truncaron en un febrero de fuertes caídas generalizadas y en un aciago mes de marzo que deja al Ibex 35 en mínimos de más de doce meses. La caída del selectivo desde el máximo del 23 de enero en 10.609 puntos es del 12%. Cotiza ahora en el nivel de los 9.300 puntos afectado, al igual que el resto de índices bursátiles, por el miedo a una guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Los analistas siguen manteniendo una visión positiva sobre la renta variable para el conjunto del año. De los riesgos previstos para 2018, las amenazas de Donald Trump al comercio no estaban contempladas, y ha sido la materialización de las mismas el detonante de la nueva corrección bursátil. Pero varios expertos sostienen que solo es un alto en el camino, dadas las buenas perspectivas macroeconómicas y de resultados empresariales que deberían apoyar a la renta variable. Otros temen un auténtico ‘efecto dominó’ que acabe dañando al crecimiento económico.
Araceli de Frutos, socia fundadora de la eafi 107 y asesora de los fondos Alhaja Inversiones y Presea Talento Selección, piensa que "hay una sobrerreacción del mercado". A su juicio, los datos macro y micro acompañan y todo indica que el fondo de mercado no ha cambiado y que "estos recortes no son esperados pero son una reacción excesiva". Así, aconseja tener paciencia y "no entrar en pánico", dado que en su opinión "estos recortes durarán lo que Trump quiera que duren pero cuando acaben las caídas las subidas van a ser también exponenciales".
En Link Securities coinciden en que "la sangre no va a llegar al río y que todo lo que estamos viendo son fuegos artificiales que preceden a negociaciones formales entre las partes implicadas: los gobiernos de EE UU y China”. Opinan por ello que la corrección “puede ser, con calma y mucha prudencia, una buena oportunidad para comprar buenos valores a precios atractivos”. Apuntan que el Ibex 35 ha vuelto a entrar en corrección técnica, al haber cedido más del 10% desde sus máximos recientes.
Para Oscar Anaya, jefe de renta variable en Tradition Spain, el ataque de Donald Trump de imponer aranceles a los productos chinos por un importe de hasta 60.000 millones de dólares y la respuesta inmediata del país asiático de contrarrestar la medida con planes similares para las importaciones americanas “ha desatado el pánico en el mercado y en jornadas como hoy se hace difícil escribir estrategia alguna”. Augura que lo viene “no será fácil” porque los inversores están “atemorizados por las consecuencias que podría conllevar el inicio de una peligrosa guerra comercial”, pero destaca que hay compañías que “funcionan bien con los mercados en contra”. Así, su “estrategia de seguridad” consiste en centrarse en valores que siguen conservando unos sólidos fundamentales y unas muy buenas perspectivas a medio y largo plazo.
Desde MacroYield destacan que “la incertidumbre y el riesgo persisten y seguirán siendo un factor relevante en los mercados en las próximas semanas”. Pero, a pesar de ello, creen que “el riesgo de una verdadera guerra comercial resulta aún muy pequeño y que tanto o más probable que ella resulta la posibilidad de que tras un periodo de incertidumbre la situación arancelaria global acabe resultando más favorable que antes al libre comercio”. Aunque no es su escenario central, piensan que cabe la posibilidad de que “las negociaciones forzadas por los anuncios unilaterales de EE UU acaben desembocando en cierta reducción de aranceles”.
Por lo pronto, las contramedidas de China de posibles aranceles por valor de 3.000 millones de dólares parecen "moderadas", según algunos expertos, dada la magnitud de las acusaciones de EE UU, que dice que el gigante asiático ha abusado repetidamente de las leyes de comercio internacional.
Christopher Dembik, macroeconomista jefe de Saxo Bank, apoya esta idea y considera que “no nos enfrentamos a una guerra comercial real que pueda desencadenar una guerra de divisas. Todo esto es, en gran parte, humo y espejos. Trump está tratando de mantener contentos a los empresarios estadounidenses mostrándose agresivo en el comercio.
Renta 4 destaca que la escalada de las tensiones comerciales y el temor a un creciente proteccionismo, que se ha traducido en fuertes caídas en las bolsas y huida hacia activos refugio como el yen japonés, podría llegar a impactar negativamente al ciclo económico global. Desde un punto de vista técnico, la firma cree que los niveles a vigilar en el Ibex son los 9.250/9.350 puntos.
Por el lado positivo, la UE, Australia, Argentina, Brasil y Corea del Sur quedan, junto a Canadá y México, exentos de los aranceles de EE UU al acero y al aluminio, lo cual es una muy buena noticia para el sector siderúrgico europeo. Con todo, en AplhaValue comentan que “todo lo referente a lo que parece será una gran guerra comercial entre EE UU y China está teniendo una repercusión muy negativa en la confianza de los inversores, que descuentan empeoramientos en el crecimiento norteamericano a futuro”. Y añaden que “de la globalización tenemos el riesgo de pasar al proteccionismo en menos que canta un gallo. Y el gallo Trump ya ha comenzado a cacarear”.
En un reciente informe, el equipo de Robeco Investment Solutions, perteneciente a la gestora holandesa Robeco, destaca que Donald Trump se arriesga a prepararnos un cóctel macroeconómico muy tóxico al estimular, y a la vez ahogar, a una economía ya en expansión. La rebaja de impuestos, añadida al pleno empleo, puede derivar en una espiral de inflación salarial, o en un aumento del déficit por cuenta corriente, mientras que los planes que parece haber para los aranceles a la importación poco pueden ayudar a aliviar la situación, según explica Daalder, director de inversión de la firma.
Desde Lombard Odier indican que “el escenario central sigue siendo positivo” y mantienen una “postura favorable al crecimiento que favorece a las acciones y los mercados emergentes”. Avisan de un periodo deelevada volatilidad en comparación con 2017, pero consideran que “Este podría ser un entorno en el que los inversores ágiles y disciplinados puedan beneficiarse”.