El 'boom' de las criptomonedas llega a las universidades españolas
IE, Esade y Comillas, entre otras, lanzan asignaturas, especialidades o titulaciones en ‘blockchain’ y bitcóin Los nuevos cursos buscan cerrar la brecha entre las empresas y la universidad
A pesar de la caída de los precios, el boom de las criptomonedas no da tregua en los campus de las mejores universidades españolas. Facultades de todo el país están poniendo en marcha o han agregado en los últimos meses asignaturas sobre el bitcóin y la tecnología que sirve para registrar sus transacciones, el blockchain.
Nuevas clases en el Instituto de Empresa (IE), Esade, Comillas o UNIR, entre otras, dan cuenta de la fascinación con esta tecnología, que promete revolucionar industrias tan disímiles como las finanzas y la logística; la medicina y las comunicaciones; la energía y la educación.
“Ahora es un tema famoso, pero durante mucho tiempo nadie quería hacer nada”, dice Alex Preukschat, coordinador de Blockchain España y profesor del IE.
Después de haber tocado en 2014 los 900 dólares, el precio del bitcóin estuvo por los suelos hasta 2016. “En esos años de la depresión nadie iba a los meetups, nos convertimos en unos freakis al margen de la sociedad”, recuerda Preukschat. En las universidades nadie los escuchaba: el bitcóin estaba asociado a cuestiones negativas.
Pero, a finales de 2017, el panorama cambió de golpe. Al calor de la burbuja especulativa, el blockchain se metió de lleno en el mainstream financiero. Las universidades vieron que las empresas poco a poco hablaban del tema y los alumnos comenzaron a pedirlo. En unos meses, la ola los llevó a todos por delante.
El máster en Finanzas de IE Business School, uno de los más prestigiosos de Europa, lanzó el pasado enero la especialidad en fintech, que se hace un hueco junto a las tradicionales de investments y corporate finance. Contará con asignaturas específicas de ICOs, criptodivisas y blockchain, entre otras. Ignacio de la Torre, director del máster, estima que 40 de los 110 alumnos del curso van a optar por esta nueva especialidad.
En IESE Business School, de la Universidad de Navarra, los profesores investigan, publican y ofrecen conferencias y charlas puntuales sobre criptomonedas. Y ESIC Business & Marketing School lanzó el 21 de marzo pasado su primer master class en el campus de Sevilla, con planes para repetirla en Pozuelo, Pamplona y Barcelona.
En las asignaturas de Finanzas Internacionales y Riesgos Financieros en ESIC, el profesor Francisco Isidro realiza debates que tocan las criptodivisas como un tema de actualidad. “Los alumnos de grado tienen mucha inquietud. Los de posgrado, con un perfil directivo, directamente te lo demandan”, dice el profesor.
En Esade, los estudiantes del MBA analizan las transformaciones del mundo financiero en la materia fintech, donde observan las criptomonedas como una aplicación de la tecnología blockchain. Y en el laboratorio career accelerator program invitan a directivos de compañías tecnológicas para que cuenten de primera mano en qué trabajan y cuáles son sus preocupaciones. El año pasado, en el marco del Mobile World Congress, los estudiantes tuvieron la oportunidad de escuchar a Brock Pierce, presidente de la Fundación Bitcóin.
“Debemos entender cómo funcionan las industrias, pero también cómo retar el statu quo”, asegura Luis Vives, decano asociado del MBA de Esade. El objetivo es que los alumnos aprendan a pensar de manera disruptiva para insertarse en empresas que exigen nuevas competencias, además de las clásicas. Y es fundamental, porque el mayor empleador de los graduados del MBA son las tecnológicas, y entre ellas Amazon es el principal.
La Universidad Internacional de La Rioja también presta especial atención a las tendencias del mercado de trabajo. “Tratamos de dar lo que las empresas necesitan, cerrar la brecha con la universidad”, dice Rubén González, director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la UNIR. Por eso preguntan a Deloitte, a Price, a Telefónica, a Google o a Baker McKenzie qué capacidades son las más demandadas, y las empresas sugieren para esos contenidos directores y profesores idóneos que enseñan y luego reclutan a los graduados.
Para mantenerse al día con las necesidades de las empresas, la universidad va a lanzar en otoño un curso a distancia de experto en blockchain, con asignaturas específicas sobre criptomonedas, ICO, Ethereum y smart contracts. “Queremos estar a la última. El bitcóin ha venido para quedarse”, dice González.
En algunos campus, los alumnos han tomado la delantera. En la Universidad Comillas, los estudiantes desarrollan proyectos de startups con tecnología blockchain en un club de emprendimiento dentro del Observatorio Fintech. Allí, diez equipos con cuatro integrantes trabajan durante un año acompañados por un mentor con experiencia empresarial.
El IE cuenta con un club de blockchain con 567 miembros, gestionado por estudiantes, que realiza una serie de conferencias muy concurridas en el aula magna. Y Esade tiene el Media & Tech Club, con más de 80 participantes que se reúnen para compartir conocimiento, organizar charlas y ponencias, hacer networking e incluso discutir estrategias de inversión con criptomonedas.
Fred Gifford, alumno del MBA y miembro del club, explica que el debate no pasa por la burbuja especulativa o la volatilidad, sino por los desafíos legales, regulatorios, de infraestructura y de seguridad necesarios para implementar los cambios que prometen las nuevas tecnologías. “Apuntamos a capturar las oportunidades, aunque ni siquiera las grandes corporaciones saben cómo va a impactar el blockchain en sus negocios”, dice Gifford.
Así, los ejecutivos del futuro buscan ponerse al frente de la transformación digital. “Estudiar te saca los prejuicios”, dice Gifford, “te abre la mente para cambiar”.
Una lección con criptomonedas
¿Cómo crear valor de la nada? Muy simple: se puede lanzar un token, una unidad de valor en blockchain similar al bitcóin. El profesor de IE Asier Arranz realizó la semana pasada un experimento entre 170 alumnos y entregó 10.000 tokens a cada uno. En principio, los tokens no tienen un objetivo específico: “Ellos pueden hacer un proyecto y utilizarlo como moneda o pueden no hacer nada”, explica el profesor.
Una vez distribuidos los tokens, Arranz le dijo a los alumnos que quería comprárselos. A 5 euros, ninguno estuvo dispuesto a vender el 10% de sus tokens; a 10 euros, tampoco. Cuando la oferta llegó a 38 euros, apareció el primer vendedor. Si 1.000 tokens cuestan al menos 38 euros, y hay 1.700.000 en el mercado, entonces el conjunto de los tokens vale como mínimo 64.600 euros.
Arranz explica que se trata de un claro ejemplo de creación de valor desde la nada, que además permite a los alumnos entender qué es una criptomoneda, cuál es la diferencia con un token y familiarizarse con el surgimiento de un nuevo tipo de economía. La pelota queda ahora en el tejado de los alumnos, que tienen una motivación para lanzarse a emprender.
No es el primer proyecto que realiza el IE con criptomonedas, pero sí es el que más interés ha despertado entre los estudiantes. En 2014, el profesor Kiron Ravindran, decano asociado del Máster en Management, intentó un experimento que terminó en un fiasco. “Los alumnos estaban tan aburridos con el proyecto que preguntaban por qué tenían que participar, no entendían el valor”, dice Ravindran. Desde entonces, el panorama ha cambiado por completo: “Veo claramente que hay un crecimiento del interés por las criptomonedas. Ahora, son ellos los que preguntan por qué no hacemos más”.