La apertura ha sido un motor
El desempleo, la educación y el envejecimiento de la población, grandes desafíos
España ha experimentado a lo largo de las últimas décadas un proceso modernizador que se ha traducido en un impacto extraordinario en el plano económico y social, y que ha permitido situarnos entre las grandes potencias europeas, especialmente a raíz de la entrada en la Unión Europea.
Gracias al esfuerzo colectivo de toda la sociedad, España ha logrado alcanzar unas importantes cotas de convergencia con el resto de países de la UE.
En lo económico, los avances logrados a lo largo de estos años resultan muy remarcables, tanto cuantitativamente, en términos de crecimiento de la renta, como cualitativamente, en cuanto a la transformación en una economía más moderna, abierta y flexible.
Porque fruto de las numerosas reformas llevadas a cabo en este largo periodo, el modelo de crecimiento económico de España es hoy más equilibrado y sostenible y, precisamente, esta es la mejor garantía para el empleo y el bienestar social.
La apertura de la economía española al exterior ha sido, sin duda, uno de los motores de esta mejora socioeconómica. Esto se observa tanto en el muy notable aumento del grado de presencia exterior, pasando el peso de exportaciones más importaciones sobre el PIB de niveles en torno al 30% a finales de los años sesenta, hasta superar el 65% en la actualidad, como también en el intenso proceso de internacionalización emprendido por las empresas españolas que han realizado elevadas inversiones directas en el extranjero.
Pero siendo conscientes de todos estos logros, es importante remarcar que la sociedad española no debe caer en la autocomplacencia.
No debemos olvidar que quedan todavía desafíos pendientes a los que hacer frente en los próximos años, como el elevado nivel de desempleo, el déficit en el campo de la educación o los desequilibrios producidos por el envejecimiento de la población.
Por todo ello es preciso que todos continuemos trabajando con esfuerzo, confianza y actitud responsable para asentar el progreso social y económico, y asegurar el Estado del bienestar en el futuro.
José IgnacioGoirigolzarri, presidente de Bankia