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NH confía su plan estratégico a la conversión de deuda en acciones

En noviembre vence un bono convertible que acumula una prima del 25% La hotelera tendría que ampliar capital para hacer frente a la masiva conversión

El grupo NH, en cifras
Belén Trincado / Cinco Días

Meliá, Barceló o RiU aprovecharon la celebración de Fitur para anunciar importantes planes de expansión para los próximos ejercicios. Meliá prevé incrementar su cartera de hoteles con 71 nuevos establecimientos en los dos próximos años y medio. La hoja de ruta de Barceló prevé incorporar 17 hoteles en un período entre tres y cuatro años, con la vista puesta en un mercado emergente como Emiratos Árabes Unidos, mientras que RIU prepara una inversión de 2.500 millones hasta 2022 y anticipa dos grandes aperturas en Madrid y Nueva York, con dos hoteles céntricos de 650 habitaciones cada uno.

La única excepción entre tanta euforia inversora la puso NH. La compañía dirigida por Ramón Aragonés se encuentra inmersa en un proceso de saneamiento de sus cuentas y no se saldrá de ese guión hasta alcanzar el objetivo fijado en el plan estratégico presentado el pasado mes de septiembre: que la deuda del grupo no represente más del doble del beneficio. Una meta fácilmente alcanzable para el resto de grandes hoteleras (Barceló anunció que acabará con deuda cero esta primavera y Meliá cerró 2016 en una ratio de 1,9 veces), pero a que NH le va a costar todavía mucho esfuerzo.

Solo en 2017 ha amortizado un bono por valor de 100 millones de euros que vencía en 2019 y se ha desprendido de un hotel en Amsterdam por 155 millones. De esta manera la senda de desendeudamiento de NH ha quedado despejada hasta 2023, en la que está previsto el vencimiento de 401 millones. Hasta esa fecha, el único obstáculo se sitúa en noviembre de 2018, en la que vence un bono convertible de 250 millones emitido en 2013. La compañía, sin embargo, se guarda un as debajo de la manga para esquivar incluso ese compromiso.

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La emisión de ese bono convertible a cinco años se realizó el 31 de octubre de 2013 a un precio de conversión de 4,92 euros. Francisco Chambel, responsable de deuda de Unicredit, asegura que los bonistas tendrán dos opciones cuando se produzca el vencimiento de la deuda. “Reclamar el dinero que pagaron hace cinco años o convertir la deuda en acciones de la compañía”, subraya. Los títulos de la hotelera están en máximos históricos de los últimos seis años, cotizando por encima de los 6,1 euros, lo que supondría que si la acción se mantiene en los niveles actuales, los bonistas que optaran por canjear su deuda por acciones en noviembre de 2018 obtendrían una prima del 24%. A ese dinero tendrían que sumar los intereses del 4% cobrados durante los cinco años desde que se produjo la emisión. Una plusvalía que llevará, según los analistas consultados, a la gran mayoría de los bonistas a acudir a la conversión, lo que generará dos efectos beneficiosos para NH: el primero es que no tendrá que pagar el principal de la deuda (250 millones de euros) y el segundo es que tendrá que ampliar capital para hacer frente a la conversión. Chambel apunta que algunas de las compañías no tienen que recurrir a ampliar capital y tiran de la autocartera. Desde Renta 4 apuntan que la mayoría de inversores acudirán a la conversión. “Todo ello resultará en la emisión de 42 millones de acciones (10,7% del capital de la compañía) que no deberían tener impacto en el beneficio por acción debido al ahorro del coste financiero del bono”, aseguran. Los cálculos de Renta 4 apuntan que a finales de año la relación entre la deuda y el ebitda podría bajar a 1,5 veces a finales de este ejercicio en lugar de las 1,9 veces previstas inicialmente. Teniendo en cuenta que la hotelera prevé un ebitda de 260 millones para este año, eso supondría que la deuda cerraría en el entorno de los 390 millones. 

Rotación de activos

Otra de las vías que maneja NH para reducir la deuda es la venta de activos, tal y como hizo en diciembre con un hotel en Amsterdam, que vendió por 155 millones de euros, con una plusvalía de 55 millones. “Contamos con 2.000 millones en activos”, recalcó el consejero delegado de NH, Ramón Aragonés, en el balance realizado en Fitur. La compañía cerró el pasado ejercicio con 381 hoteles. “Los mismos que un ejercicio antes”, precisó Aragonés. Fuentes de la hotelera apuntan que eso no significa que no se hayan firmado nuevos hoteles, “sino que se ha procedido a un incesante proceso de rotación de activos”. Bajo este eufemismo se esconde un escrupuloso trabajo de selección de hoteles, desprendiéndose de todos aquellos que no sean rentables económicamente y ajustando a los estándares de calidad que requiere en la actualidad a aquellos que no los tenían.

El futuro pasa por la salida definitiva del capital de HNA

Tras un año y medio fuera del Consejo de Administración, el principal accionista de NH, el holding chino HNA, con un 29,5% de los títulos, anunció a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la pasada semana su intención de vender su participación a otros inversores. Un final que ya se vislumbraba desde junio de 2016, fecha en la que el resto de miembros del Consejo de Administración expulsaron a los representantes del grupo chino al considerar desleal su actitud al comprar empresas de la competencia. En concreto el holding se hizo con Carlson y Rezidor. El dedo acusador de todos los accionistas se dirigió a Federico González Tejera, consejero delegado de la hotelera, que abandonó su cargo tan solo un día después de la expulsión de HNA. El tiempo pareció darles la razón: pocos meses después fue nombrado alto cargo en las dos compañías que compró HNA.

Un dividendo creciente

Uno de los mensajes principales que envió el consejero delegado de NH, Ramón Aragonés, en la última junta de accionistas, celebrada el pasado 29 de junio, fue la necesidad de recuperar el dividendo, suspendido desde 2008. “No puede haber nada más justo que todos nuestros inversores se beneficien del resultado de la compañía”, precisó. Un mes después, la compañía procedió al pago del primer dividendo en nueve años (en concreto abonó 0,05 euros por acción). No será el último. Para este ejercicio está previsto el pago de otro dividendo de 0,10 euros y el objetivo para 2019, fijado en el último plan estratégico, es destinar al menos la mitad del beneficio. El suelo para la retribución se fijaría en el entorno de 0,15 euros.

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