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El Foco
Tribuna
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Incertidumbre, pero riesgo sistémico bajo en la eurozona

El mayor riesgo es que la inversión empresarial se debilite ante las citas electorales de este año

Getty Images

Hay buenas razones para que a los inversores les preocupen los riesgos políticos en la eurozona dadas las elecciones de este año, en un contexto de cambio hacia el proteccionismo por EE UU y cuando el BCE va a reducir el ritmo de compra de activos de 80.000 a 60.000 millones desde abril.

Así que, a corto plazo, puede continuar la cautela en los mercados, aunque solo sea porque la exactitud de las encuestas de opinión quedó cuestionada en 2016. Pero vemos poca evidencia de que la incertidumbre política pese en el crecimiento en Europa, que ha mejorado desde las elecciones de EE UU, en parte por esperanzas de estímulo y reactivación fiscal y en parte con datos mejores de lo esperado, que nos han llevado a pronosticar un crecimiento en la eurozona del 1,5% en 2017. El mayor riesgo es que la inversión empresarial –lo más importante para una recuperación sostenida– se debilite ante las elecciones.

Pero esperamos Gobiernos proeuropeos y favorables a los negocios. Si un partido euroescéptico gana en Holanda, Francia, Alemania o Italia, los obstáculos institucionales y legales harían un proceso de salida de la Unión Europea o Unión Monetaria muy poco probable. En Francia, la aritmética sigue desfavorable a la extrema derecha del Frente Nacional y en Alemania la popularidad de Schulz no parece suficiente para que su partido gane las elecciones y forme coalición estable sin su socio actual, la CDU de Merkel.

"La probabilidad de una victoria de Le Pen es inferior al 10%, pues sus rivales pueden vencer fácilmente en segunda vuelta”

La primera prueba son las elecciones de Holanda el 15 de marzo. La extrema derecha del euroescéptico Partido de la Libertad (PVV) gana en encuestas por un margen demasiado pequeño para una mayoría clara. El partido de centroderecha (VVD) del primer ministro Mark Rutte le sigue, más cinco partidos menores con el 10%-20%. Aunque el sentimiento anti-UE sigue fuerte, es probable que VVD y demás partidos pro Unión Europea descarten coalición con PVV, que seguiría siendo el mayor partido de la oposición. Si PVV obtuviera un resultado mejor, los inversores cuestionarían más las encuestas.

Mientras, en Francia hay cinco candidatos principales para las presidenciales en primera ronda. El Frente Nacional de extrema derecha de Marine Le Pen cuenta con apoyo del 25% y casi seguro llegará a segunda ronda el 7 de mayo. Pero la probabilidad de su victoria sigue inferior al 10% pues cualquiera de sus rivales puede vencer por un cómodo margen en segunda vuelta. Le Pen precisaría de 7 a 8 millones más de votos adicionales a los 11 millones de la primera ronda o una caída en la participación. Si ganara, conviviría con un Parlamento hostil, con consecuencias negativas para la economía, aunque quizá se moderaría. Además a Le Pen le resultaría jurídicamente muy difícil un referéndum vinculante sobre la permanencia en la UE. De momento las tensiones pueden intensificarse por la incertidumbre de la candidatura del conservador Fillon (Les Républicains), en tercera posición, por debajo del 20%, tras las revelaciones (Penelopegate) de actividades profesionales pasadas de su familia. Ello beneficia al centrista independiente Emmanuel Macron y su movimiento En Marche!, segundo en las encuestas, por encima del 20%. La pregunta es con qué apoyo parlamentario contaría tras las elecciones legislativas de 11 y 18 de junio. Además, si el centrista Bayrou se presenta ganaría votos del socioliberal Macron, pero le ha ofrecido una alianza que ha aceptado. Por su parte, Fillon es más agresivo en política social y reformas estructurales. En cualquier caso, una victoria de uno de los dos sería positivo para los mercados. Por su parte, el socialista Benoît Hamon en cuarta posición, con alrededor del 15% de intenciones de voto, y el de extrema izquierda Jean-Luc Mélenchon, con un 10%, muestran diferencias importantes y es poco probable una plataforma electoral conjunta.

En Grecia no está previsto elecciones generales hasta 2019, pero los acreedores del Eurogrupo bloquearon el desembolso de fondos de rescate el 26 de enero y el FMI considera insostenible la deuda griega. Ya se negó en agosto de 2015 a contribuir al tercer plan de rescate. Si no participa, el Parlamento alemán tendría que votar los términos de un nuevo plan y ante sus elecciones, es poco probable que aceptara concesiones significativas. La fecha límite es julio, cuando Grecia tiene que pagar casi 7.000 millones. Además, se han intensificado las tensiones políticas y no se descartan unas nuevas elecciones. Las encuestas indican una preferencia por el partido de la oposición de centroderecha Nueva Democracia respecto a la izquierda radical de Syriza.

En España, el Gobierno catalán intenta un referéndum de secesión para septiembre de 2017 y es probable que el Gobierno central trate de bloquearlo. El catalán puede intentar desafiarlo mediante una ley que unilateralmente desconecte. Así que el Gobierno central puede verse tentado a medidas más fuertes como evitar el acceso a edificios públicos para votar o aplicar el artículo 155 de la Constitución, lo que puede atizar las tensiones. Un compromiso es el resultado más racional, pero es improbable.

"En Alemania, la decisión de Schulz de ser candidato ha desafiado la presunción de que Merkel tendría un cuarto mandato"

En Alemania, la decisión de Martin Schulz, presidente saliente del Parlamento Europeo, de postularse para la cancillería por el partido socialdemócrata (SPD) ha desafiado la presunción de que Angela Merkel (CDU/CSU) tendría un cuarto mandato en las elecciones del 24 de septiembre. El SPD muestra mayor disposición a políticas fiscales expansivas, apoyo a la periferia y mayor integración europea y Schulz cuenta con cierto voto centrista que no desea un cuarto mandato de Merkel. El caso es que SPD entre en coalición o no puede tener gran impacto en la economía y mercados en Alemania y el extranjero. En las encuestas está cerca de CDU/CSU, con quien actualmente gobierna. Así que puede darse otra gran coalición CDU/CSU y SPD o una coalición alrededor de CDU o de SPD. Pero somos escépticos respecto a que la popularidad de Schulz sea suficiente para una asociación estable alrededor de SPD sin CDU. Mientras CDU/CSU mantenga el 30% del voto tendrá que ser parte de cualquier coalición si se quiere evitar el estancamiento político.

Además, en Italia, tras el rechazo de la reforma del Senado en Italia y dimisión del primer ministro Renzi, con un Gobierno provisional, su Tribunal Constitucional ha considerado la nueva ley electoral, Italicum, en parte inconstitucional. Puede concederse bono a quien gana el 40% de votos, pero una segunda vuelta entre los dos partidos de más votos es inconstitucional, pues uno de poco apoyo podría terminar con gran mayoría. De momento en las encuestas ningún partido obtendría este bono. Los principales, el centroizquierda Partido Democrático y el antisistema 5 Estrellas tienen aproximadamente el 30% de apoyo cada uno, insuficiente para un Gobierno estable. En última instancia, la decisión de nuevas elecciones es del presidente de la República, que puede preferir la estabilidad del Gobierno provisional hasta las elecciones legislativas de 2018. Ahora bien, si no hay cambios, el sistema electoral de representación proporcional reduce las posibilidades extremas, como un Gobierno con intención de celebrar un referéndum sobre permanencia en el euro, aunque aumentando la posibilidad de inestabilidad, capacidad y voluntad para hacer reformas, donde Italia va a la zaga de otros países de la eurozona.

Frederik Ducrozet y Nadia Gharbi son economistas de Pictet.

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