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Infraestructuras

La construcción espera en 2017 su peor año por falta de Presupuestos

Las patronales anticipan un ejercicio perdido por la situación política

Sede del Ministerio de Fomento en Madrid.
Sede del Ministerio de Fomento en Madrid.Pablo Monge
Javier Fernández Magariño

Nueva temporada de sequía para la obra pública en España. Si había dudas sobre las dificultades para reanimar la inversión, la confirmación por parte de Economía de que ya no hay margen para aprobar unos Presupuestos de 2017 ha caído como una dura sentencia a oídos de constructoras, ingenierías y fabricantes de materiales. Habrá cuentas prorrogadas y un objetivo de déficit que atenazan la inversión.

Quedan fulminadas las demandas que en tiempos electorales han realizado las patronales Seopan, Anci, Oficemen, Cepco y tantas otras. De momento, ni rastro del reclamado pacto de Estado para el desarrollo y racionalización del sector de las infraestructuras, o de un mayor protagonismo de la colaboración público-privada. Además, crece la incertidumbre sobre los proyectos paralizados.

“La prórroga obligada de los presupuestos, causada por el bloqueo político, afectará muy negativamente a muchos sectores productivos, finanzas autonómicas y personas. La paralización de inversión pública y el que no pueda haber ningún desembolso que no se haya realizado en 2016 coloca a las empresas del sector [de la construcción] en una situación aún más difícil”, lamenta el presidente de Anci, Jaime Lamo de Espinosa, “no olvidemos que 2016 está siendo ya el año con la menor licitación en décadas”.

El último informe de la patronal de las mayores constructoras del país, Seopan, recuerda que los Presupuestos para el año en curso ya recogían un recorte del 10% respecto a la inversión del ejercicio anterior, pese a que el principal motor inversor, el Ministerio de Fomento previó un alza del 5,8% hasta 10.129 millones. Y en 2014 –en valores absolutos– la inversión pública realizada en España representó el 28%, 35%, 36% y 61% de la inversión de Francia, Alemania, Reino Unido e Italia, respectivamente.

Jaime Lamo de Espinosa: “La parálisis de inversión en 2017 colocará al sector en una situación aún más difícil”

Moody’s aseveró ayer que el estancamiento político debilita las perspectivas de reformas macroeconómicas y fiscales. La agencia de calificación puso el foco en la menoscabada capacidad de España para cumplir con sus objetivos fiscales, pero también señaló que las partidas destinadas a obra pública han caído, lo que conduce a la desaceleración económica.

Lamo, representante de empresas medianas de obra pública como Azvi, Sando, Aldesa, Copasa o Rubau, entre otras, recuerda que cierto pulso en obra civil es necesario para “mantener el crecimiento económico y elevar sustantivamente las cifras de empleo”. Más que nunca las empresas expuestas al mercado doméstico están obligadas a arriesgar y buscar cartera exterior.

Tras el fogonazo de la incipiente recuperación económica, datos como el de la demanda de cemento volvieron a arrojar crudas dosis de realismo. El consumo en España cerró 2015 en 11,4 millones de toneladas, un 5,3% más que en 2014. Para el presente ejercicio se apuntaba un alza del 7%, pero todo iba a depender, según decía la patronal Oficemen, de que se asentara la estabilidad política. Al cierre del primer semestre la demanda local de cemento ha caído un 2,3% y el colectivo que habla por las cementeras alerta de una pérdida de 10.000 millones en capital de infraestructuras (acumulación de inversiones, descontando la pérdida de eficiencia por la depreciación). El director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza, valora que “un presupuesto prorrogado significa otro año perdido”. El ritmo de producción en los hornos ha caído un 80% desde 2007.

Las ingenierías, por último, no acaban de encontrar el suelo, pero carecen de datos: “Hemos pedido durante años que segreguen el presupuesto de la ingeniería del de la ejecución de obras, pero no hemos tenido éxito. No sabemos dónde estamos”, sentencia el director general del colectivo de ingenierías Fidex, Fernando Argüello.

Un sector en caída libre desde 2008

- Las ventas nacionales en construcción bajaron en 2015 por octavo año consecutivo, hasta los 5.459 millones (un 11% menos), según apunta Seopan en sus estadísticas del ejercicio. Antes de que estallara la crisis, en 2007, la cifra se acercaba a los 22.200 millones. Esta situación ha desembocado en una pérdida del 61% del empleo en ocho años.

- La obra civil, impulsada principalmente por las distintas Administraciones, pesa un 68% en la actividad de la construcción. El sector solo registró crecimiento de la inversión en 2015 en el ámbito privado. Fue en la edificación no residencial.

- La licitación pública durante el pasado ejercicio se desplomó un 25%. Entre los segmentos más afectados estuvieron la obra ferroviaria, con una disminución del 45% en la promoción de obra nueva y de un 73% en contratos de mantenimiento.

- La adjudicación de contratos por parte de todas las Administraciones Públicas disminuyó un 9%, lastrada principalmente por los ayuntamientos (-30%).

- Las adjudicaciones en los seis primeros meses de este 2016 reflejan una notable ralentización con el Gobierno en funciones. La cifra es de 657 millones en concursos fallados por Fomento y sus empresas públicas, lo que supone un derrumbe de casi el 20%.

Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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