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Contante & Sonante

La banca, obligada a ratios de capital del 25% sea o no sistémica

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Pues sí, parece que se confirma. La banca mantiene su objetivo de crear una nueva categoría, la número 12 (ahora hay 8 niveles para técnicos y dos más, 10 y 11 de administrativos), para poder contratar a jóvenes universitarios con menor sueldo que el actual que ronda de los 20.000 euros a los 25.000 euros. Esta es una de las principales reivindicaciones que realizó la AEB en la mesa de negociación del convenio de banca celebrada la semana pasada.

La idea es crecer este nuevo nivel 12 con el 75% del sueldo del nivel anterior, el 11, el más bajo actualmente, y suprimir la antigüedad y las pagas por beneficios, lo que supone al año entre 6.000 a 15.000 euros dependiendo del banco, la categoría laboral y la antigüedad.

Y aunque hasta ahora los bancos no estaban interesados en ampliar la jornada laboral de sus empleados, sí han reclamado que quieren la misma flexibilidad de horarios que lo que se firme para el sector de ahorro o de las cooperativas. Eso significa que si las antiguas cajas de ahorros, ahora convertidas en bancos, consiguen su objetivo de desregularizar los horarios y que sea cada entidad la que elija el suyo para poder abrir mañana y tarde todos los días y con jornada partida, ellos, los bancos asociados a la AEB, también.

Los sindicatos han mostrado su negativa a estas propuestas, sobre todo a la de los horarios. “CC OO se opone rotundamente a la desregularización de la jornada en ahorro y a la jornada partida”, explica Juan José Giner, responsable de banca en CC OO.

Las entidades financieras mientras hacen números y preparan innumerables emisiones que deberán afrontar a medio y largo plazo para hacer frente a las nuevas exigencias de capital. La más inmediata es la que se denomina TLAC en sus siglas en inglés, que no es otra cosa que la capacidad de absorción de pérdidas. Esta norma aún está en fase de discusión, pero el calendario establecido es que se apruebe el próximo noviembre.

Este nuevo colchón de pasivo que debe tener la banca para absorber futuras pérdidas solo afecta inicialmente a los bancos sistémicos globales, a Santander y BBVA en el caso de España. Y su entrada en vigor se produciría en 2019. El reto es contar con una ratio de solvencia del 19,5% sobre los activos ponderados por riesgo (APR) dentro de cinco años.

Los bancos consideran que inicialmente habría tiempo para cumplir con esta nueva ratio de solvencia. Pero el problema es que el mercado va a comenzar a exigirlas completamente a partir de finales de este año y no solo para los bancos sistémicos, “sino para todos. Mi banco no es sistémico, pero ya hemos comenzado a preparar emisiones para cumplir con el TLAC, aunque no estamos obligados a ello. Pero sabemos plenamente que el mercado va a reclamar los mismos ratios de capital que a Santander y BBVA, y nos estamos preparando”, explica el consejero delegado de un banco español.

El director financiero de otra destacada entidad recuerda lo que ocurrió con las exigencias de capital recogidas en Basilea III, el denominado fully loaded. “Estos requisitos están fijados para que entren completamente en vigor en enero de 2019, pero el mercado ya exige su cumplimiento, de lo contrario te penaliza. Pues lo mismo va a pasar con TLAC. Nosotros ya hemos hecho nuestros cálculos y sabemos que las nuevas emisiones de deuda o de CoCos (activos contingentes convertibles) que debemos realizar para cumplir con el nuevo ratio nos va a suponer una merma del 3% al 5% de los beneficios anuales, pero nuestro objetivo es tener el mismo ratio de solvencia que los dos grandes”, explica este directivo, que también coincide en que el mercado pedirá ya su total cumplimiento poco después de su entrada en vigor en noviembre. “No se va a esperar a 2019”.

Para Santander y BBVA, los nuevos colchones para asumir pérdidas estarán entre los 20.000 millones de euros y los 30.000 millones. Pero para el conjunto del sector en España se calcula que sumarán de 40.000 millones a 50.000 millones, confirman varias fuentes consultadas, que insisten en que pese a no estar obligados a ello, por lo menos las siete principales entidades (Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Sabadell, Popular y Bankinter), que coinciden que son las que cotizan en el Ibex, intentarán llegar a este nivel del 19,5% de solvencia en el menor tiempo posible (el TLAC se situará entre el 16% al 20%).

Pero aquí no paran las nuevas exigencias de capital. Hay entidades que por su tamaño (sistémico global) y por otros requerimientos nacionales (los supervisores nacionales pueden pedir algún colchón más) podrían necesitar elevar más su ratio de solvencia para situarlo en el 25% al 26%, explican varias fuentes. Todo un reto para las entidades financieras, que cuentan a su favor con la flexibilidad actual del BCE para comprar deuda.

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