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La compañía de ‘data center’ enfoca su política de RSC en el mundo empresarial y de la educación

Interxion enseña a los jóvenes los fundamentos de emprender

Campus tecnológico de Interxion e Innovae, en la sede de Interxion en Madrid.
Campus tecnológico de Interxion e Innovae, en la sede de Interxion en Madrid.
Rafael Durán Fernández

El aprendizaje en la escuela empieza a parecerse poco a lo que fue antaño. La memorización sistemática va cediendo en favor de otras formas de aprender, en las que se potencia entre los pequeños el que piensen por sí mismos, resuelvan problemas y descubran su talento natural.

Contribuir a impulsar esa otra forma de enseñar, más participativa, en la que no prime la memoria sino la experimentación, es lo que propone, a través de sus proyectos de responsabilidad social corporativa, Interxion, especialista en centros de datos independientes para el alojamiento de equipos TIC. Para ello, la multinacional de origen holandés, que tiene presencia en España con dos centro de datos en Madrid, desarrolla proyectos con entidades comola Fundación Créate o Innovae.

Interxion colabora con la Fundación Créate a través del programa Creamos nuestro proyecto, apadrinando a tres grupos de 4º de ESO para que desarrollen su proyecto empresarial con el objetivo de que los más jóvenes aprendan de otra manera y perciban el emprendimiento como una realidad alcanzable.

Este año Interxion ha acogido en su sede a un grupo de 15 niños del Instituto Ponce de León de Madrid, entre los que había cuatro sordos, a los que han ayudado al desarrollo de tres proyectos: la creación de una carcasa de móvil que, conectada a una bicicleta, se carga con el pedaleo; un filtro de aire para ayudar a los alérgicos, y la fabricación de una máquina de reciclar papel.

“Hemos adoptado el papel de mentor, de guía para ayudar a chicos a aprender de otra forma y evaluar los tres proyectos empresariales que habían preparado durante el año”, comenta Robert Assink, consejero delegado de Interxion España. “Les hemos acercado a profesionales de los sectores donde ellos habían creado productos o servicios, orientado sobre un plan de negocio y ayudado a hacer presentaciones, a pensar en el análisis de negocio, sus peculiaridades, las amenazas… Les enseñamos qué es la empresa, que sepan asumir riesgos sin miedo a fracasar, y a hacer cosas con autonomía y estimularles la creatividad”, explica Assink.

“Hemos adoptado el papel de guía para ayudar a los chicos a aprender de otra forma”, dice Robert Assink

Otro programa destacado es el campus tecnológico, desarrollado con la empresa Innovae. Coincidiendo con los periodos vacacionales, los campamentos tecnológicos tienen como objetivo acercar a los niños de entre 7 y 17 años la tecnología de forma que puedan conocer cómo funciona el mundo que les rodea y que no lo conozcan simplemente como meros usuarios.

En función de la edad de los asistentes, integran los grupos que trabajan en robótica, lenguaje Scratch, aplicaciones para móviles o lenguaje Arduino. Durante una semana trabajan en equipo y ponen en práctica los conocimientos adquiridos con la ayuda de los profesores y mentores, estimulándoles para conseguir la organización del equipo, desarrollando habilidades sociales a través de la discusión de los proyectos y fomentando así el respeto entre los compañeros.

El campus se lleva a cabo en el centro de datos de Interxion en Madrid y es la propia empresa la que facilita los medios, las herramientas y el entorno para las actividades, cuyo contenido lo pone Innovae. “Damos becas a los niños para que puedan inscribirse en el campus. En el barrio donde estamos ubicados (el de Canillejas, en Madrid), hemos dado estas becas como premio para concursos que ha hecho el distrito municipal y colegios de la zona”, apunta el consejero delegado.

Además, Interxion está adherida a las actividades del Día Solidario, que tiene el propósito de promover la participación social de las empresas a través del voluntariado corporativo.

Sostenibilidad

El centro de datos MAD2 de Interxion en Madrid, contiguo al que ya tenía (MAD1), es pionero en España en conseguir la certificación LEED Gold, que verifica que el edificio ha sido diseñado y construido a través de estrategias encaminadas a mejorar el ahorro de energía, el uso eficiente del agua y la reducción de las emisiones de CO2.

“Los centros de datos consumen grandes cantidades de energía, por lo que es importante racionalizar ese gasto y obtener la energía de fuentes renovables”, asegura Robert Assink. En Madrid, el 100% de la energía que suministra Interxion a sus clientes procede de fuentes renovables como la energía eólica, hidráulica o biomasa.

Sobre la firma

Rafael Durán Fernández
Lleva más de una década a cargo de los temas de sostenibilidad en la sección de Buen Gobierno, tarea que compagina con la edición de CincoDías. Aterrizó en el periódico en el año 2000 y pasó una temporada en la sección de Opinión. Antes, en El Siglo de Europa y El Nuevo Lunes. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid.

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