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Pensiones

La jubilación aún nos suena muy lejana

Nacieron como instrumento de previsión para los trabajadores principalmente de las grandes empresas y 25 años después hay ocho millones de españoles con fondos de pensiones

Los planes de pensiones tienen en España los 25 años cumplidos, 10 más que nuestro suplemento dedicado a este producto de ahorro pensado principalmente para prepararnos una jubilación más cómoda. Tiempo en el que los planes han pasado por diversas reformas –en cuanto a las aportaciones o tratamiento fiscal– y han ido adaptándose, mejor o peor, a las circunstancias económicas que ha atravesado el país, de manera que el negocio privado se ha desarrollado poco a poco pero con paso firme.

De hecho, según resalta, Ángel Martínez-Aldama, director general de Inverco, "el patrimonio ha experimentado un crecimiento sostenido a lo largo de todos estos años, salvo en 2008, 2010 y 2011, cuando las rentabilidades se han resentido".

Si nos referimos a las aportaciones, desde 2007 se han ido reduciendo al tiempo que el ratio de las prestaciones ha ido aumentando a medida que el grueso de los ahorradores iniciales han llegado a su edad de jubilación (o se han acogido a alguno de los supuestos excepcionales). Tanto es así que desde el pasado ejercicio "se han equilibrado las aportaciones y el pago de prestaciones", resumen desde Inverco.

El patrimonio de los planes garantizados se ha elevado de forma notable en los últimos años

Juan José Velasco, director del Instituto Aviva de Ahorro y Pensiones, fija en el año 2000 el momento a partir del cual se produjo un incremento notable del patrimonio gestionado en el sistema, y "en estos últimos años hemos podido ver un estancamiento del mismo, evidentemente, motivado por la situación de crisis económica".

No sobra el dinero, pero aunque todos sabemos que las pensiones públicas serán cada vez menores, no parece que nos preocupe. Entre los jóvenes, por ejemplo, solo el 14% ahorra para la jubilación, según Aegon.

En todos estos años el perfil del ahorrador ha seguido siendo mayoritariamente conservador y en los últimos años se ha producido una notable elevación del patrimonio en planes de pensiones garantizados.

"Esta situación ha sido consecuencia de un mayor conservadurismo por parte del ciudadano, que prefiere opciones menos arriesgadas con menor expectativa de rentabilidad a cambio de renunciar a posibles rentabilidades superiores asumiendo mayor riesgo", analiza Velasco. También lo confirma que según datos del Observatorio Inverco, seis de cada diez ahorradores se definen como conservadores, más del doble que en 2009, cuando representaban el 26%.

Patrimonio irreconocible

En 1990, cuando apenas contaban con un año de vida, el patrimonio de los planes de pensiones ascendía a 3.200 millones de euros. En septiembre de 2013, 23 años después, esa cifra supera ya los 89.500 millones.

Pero ¿cómo empezó todo? Según recuerda Manuel Álvarez, director del Observatorio de Pensiones de Caser, en su libro Un sistema de pensiones sostenible, el primer planteamiento acerca de fondos de pensiones lo encontramos en el Plan Económico que diseñó el Gobierno en 1979 con vistas al medio plazo. "Se refería a la conveniencia de implantar los fondos de pensiones para, sobre todo, servir de instrumento de previsión social para empleados de empresas eléctricas, bancos y cajas de ahorros".

Años después, en 1987, consiguió ver la luz la Ley de Regulación de Planes y Fondos de Pensiones (LPPF), que también tenía como objeto los planes de empleo, es decir, los empresariales, y, de paso, proporcionaba un marco legal también a los planes individuales.

"Casi tres décadas después podemos ver que tanto los sindicatos como la patronal estuvieron poco acertados. Una negociación más flexible de la ley por parte de los sindicatos podría haber evitado el veto patronal a la creación de nuevos planes de pensiones de empleo. A su vez, los empresarios no entendieron que una de las claves futuras de la reforma de la Seguridad Social consiste en que haya alguna alternativa posible y que esta no se crea por generación espontánea", asegura Álvarez en el mencionado libro.

No hace falta que les recordemos que en el caso del ahorro individual, el dinero tampoco aparece de la nada.

Cómo hemos cambiado

En el año 1987 se aprobó la Ley de Regulación de Planes y Fondos de Pensiones (LPPF), que daba luz verde a la creación de los primeros planes y fondos de pensiones como complemento a las pensiones públicas. El posterior Reglamento de 1988 desarrolló estos instrumentos.

El número de cuentas de partícipes en España ha pasado de las 630.000 a finales de 1990 a los 10,4 millones actuales. Se calcula que estas últimas pertenecen ocho millones de ahorradores individuales.

Cuando se empezaron a comercializar planes en España, la aportación media en el sistema individual era de 1.926 euros y de 22.504 en el caso de los planes de empleo. El año pasado, esas cifras se habían incrementado hasta los 6.519 euros para los primeros y habían disminuido hasta los 14.975 euros si nos referimos a los planes de empresa.

El patrimonio total de los planes de pensiones supone el 5,2% del total del ahorro en España y el 12% del PIB.

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