Tres preguntas para China
Las reformas son una consigna para los nuevos líderes de China o simplemente un cliché? La misteriosa reunión, que comienza el 9 de noviembre, conocida como la tercera cámara, debería dar una pista. Una reunión similar en 1978 dio inicio a la apertura de China al comercio exterior y, con otra, en 1993 nació la economía de mercado socialista. Un funcionario del Partido Comunista de alto nivel ha dicho que en esta ocasión no habrá reformas económicas y sociales “sin precedentes”. Para los observadores, esto plantea tres preguntas.
En primer lugar, ¿qué tipo de reformas habrá? Depende de lo que sea políticamente posible. Ello debería incluir la subida de los precios industriales de recursos como la electricidad y el agua, y la reducción de la burocracia. La necesidad que tiene China de una reforma fiscal, un sistema de seguridad social adecuado y unas empresas estatales más eficientes son bien conocidas, pero se enfrentan a feroces intereses creados.
En segundo lugar, ¿qué tipo de poder tiene el nuevo presidente de China? Xi Jinping ha estado hasta ahora en algún punto intermedio entre el modelo de Deng Xiaoping y el de Hu Jintao. Si se hace con la reunión en noviembre, debería significar que cuenta con el apoyo necesario para impulsar grandes cambios después.
Por último, ¿qué tipo de política no quiere China? Gran parte de la reunión –incluso la fecha– se mantiene en secreto hasta el último minuto, porque el partido es esencialmente impenetrable. Un cambio de tono sería una señal positiva fuerte.