El BCE examina a la banca europea: nueve claves sobre los test de estrés
¿Qué son los test de estrés del BCE? ¿Por qué se llevan a cabo?
Se trata de un examen sobre la salud financiera de los 130 mayores bancos europeos. Hasta ahora la supervisión bancaria depende de los bancos centrales nacionales; a partir de noviembre de 2014 será el BCE quien se encargue de la supervisión de la banca, y antes de hacerse cargo de ésta quiere tener un examen actualizado y con criterios homogéneos de la situación del sector.
¿A quién afectan?
En total, a 130 entidades financieras europeas. Son aproximadamente el 85% del sistema bancario de la zona euro, y son las firmas que pasarán a ser supervisadas por el BCE el próximo año. En España son 16 entidades las afectadas, BBVA, BFA, Mare Nostrum, Sabadell, Popular, Santander, Bankinter, La Caixa, Caja España,Catalunya Banc, Kutxabank, Liberbank, NCG Banco, Ibercaja, Uncaja y Cajamar. La lista puede ampliarse en 2014 con las estadísticas actualizadas.
¿Qué papel queda para el Banco de España? ¿Qué pasa con el resto de bancos españoles?
Los supervisores nacionales, como el Banco de España, seguirán supervisando a la banca, pero con los criterios establecidos desde Fráncfort, y con los mismos para toda Europa, no como sucede hasta ahora. Por otra parte, las entidades que no estén en la lista de 16 seguirán siendo supervisados exclusivamente por el Banco de España, como hasta ahora.
¿En qué consisten los test?
Son tres cosas distintas. En primer lugar, un análisis de su situación de liquidez y financiación, es decir, de su capacidad para conseguir dinero con el que hacer frente a sus compromisos. En segundo lugar, un análisis de la calidad de sus activos. Esta es la parte más importante, pues supone que el BCE examinará en detalle los balances de la banca y aplicará ajustes necesarios para los activos que, por distintos motivos, entrañen mayores dosis de riesgo. En tercer lugar, unos test de estrés, que someterán las cuentas de los bancos a escenarios teóricos de tensión financiera (aumento de la morosidad, subidas de tipos, sequía del mercado interbancario, caída del negocio) para examinar su capacidad de resistencia.
¿Cómo se sabe quién aprueba?
El BCE detalla que “un umbral de capital del 8% se fijará como referencia para los resultados del ejercicio”. Es decir, el BCE exigirá a las entidades tener este ratio mínimo una vez se hayan ajustado las valoraciones de los activos en función del riesgo que dichos activos entrañen. Respecto al resultado del test de estrés, el BCE no ha fijado aún los criterios que se aplicarán en estos exámenes.
¿Qué pasa con quien suspenda?
El banco contempla “medidas correctivas” para reforzar el capital, consistentes en recapitalizaciones, cancelación de dividendos, ampliaciones de capital o ventas de activos. Los plazos para estas medidas serán parte de los resultados de los exámenes. “Es vital que los bancos viables que necesiten más capital obtengan estos recursos en el plazo apropiado”. El BCE contempla que, si no hay fondos privados disponibles, se pongan en marcha “barreras de de protección públicas” para asegurar la estabilidad financiera. De todos modos, el BCE ha destacado hoy que las mayores entidades tienen ratios de capital en torno al 12% de los activos.
¿Qué es la revisión de activos?
Es el punto clave. El aprobado lo da un umbral mínimo de capital en relación a los activos; las entidades “saben” cuánto capital tienen, pero los ajustes en los activos serán los que determinen quién pase o no y con qué nota. Por ejemplo, si los préstamos a promotores o la tenencia de deuda de baja calidad están penalizados, estas entidades necesitarán más capital para poder cumplir los requisitos mínimos.
¿Cómo afecta a España?
La principal cuestión para España es en qué medida se trata a la deuda pública. Los bancos españoles tienen un gran porcentaje de la deuda pública emitida por España, lo que ha permitido financiarse al Tesoro en los peores momentos de la crisis), pero si el BCE decidiese, como sucedió en 2011, que la deuda pública española es un activo de riesgo, obligaría a la banca española a reservar más capital, lo que afectaría a las cotizaciones y forzaría al sector a más desinversiones y, quizá, a restringir todavía más el crédito. El Bundesbank ya se pronunció pidiendo este tipo de penalizaciones. Algo similar sucede con los créditos refinanciados y otros tipos de activos, como por ejemplo inmobiliarios. Pero todavía no se conocen los criterios del banco.
¿Qué consecuencias tendrá en el sector?
Depende, lógicamente, de los criterios de la revisión de activos, que aún no se han hecho públicos. Esta revisión se hará con datos a cierre de este año, por lo que cabe esperar que la banca siga tomando medidas para mejorar su posición de salida. Por otra parte, las entidades que salgan con peor nota estarán forzadas a reducir dividendo o tomar otras medidas que refuercen su capital.