"Hay que combinar recortes y crecimiento"
Considera que España debe buscar un equilibrio entre ajustes y crecimiento para evitar volver a caer en una nueva recesión
Daniel Peña (Madrid, 1948) compagina su labor como economista con su pasión por la enseñanza. Doctor Ingeniero Industrial por la Universidad Politécnica de Madrid y diplomado en Administración de Empresas por la Universidad de Harvard, actualmente es rector de la Universidad Carlos III, cargo en el que ha sido reelegido en marzo de este año. Su dilatada experiencia como investigador le ha valido la concesión del premio Rey Jaime I de Economía 2011, dotado con 100.000 euros, que conceden la Generalitat de Valencia y la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados. Entre los argumentos, el jurado destaca el desarrollo de métodos de análisis factorial dinámico para la predicción macroeconómica.
¿En qué consiste el método factorial dinámico por el que le han premiado?
Se trata de un modelo de predicción económica que permite investigar cuáles son las distintas causas que han provocado una crisis. En la actual situación de debilidad económica global puede determinar qué parte corresponde a la situación mundial y qué parte a los desequilibrios de cada país.
¿Qué parte le corresponde al Ejecutivo? ¿Cree que no fue capaz de anticipar los efectos de la actual crisis?
Todavía recuerdo las palabras del exministro de Economía, Pedro Solbes, rechazando el impacto de la crisis en España. Hubo un exceso de optimismo y no se tomaron las medidas oportunas para amortiguar el impacto de ese deterioro. El Gobierno no fue capaz de prever que un elemento externo, como las hipotecas basuras, iba a provocar una restricción de crédito en un país como España fuertemente sobreendeudado y que esta a su vez iba a afectar a las debilidades de la economía española. La caída de Lehman Brothers y los acontecimientos posteriores, como la crisis de deuda, sí que eran imprevisibles.
Todas las actuaciones desarrolladas durante esos tres años han resultado inútiles. España bordea de nuevo la recesión. ¿La receta de la austeridad no era la adecuada?
La estrategia de recortes impulsada por varios países europeos, entre ellos España, es equivocada si no se combinan con políticas que generen crecimiento. La austeridad por sí sola puede ser pan para hoy y hambre para mañana. El Ejecutivo que salga de las urnas el próximo 20-N debe de ser capaz de articular un mecanismo que combine recortes y crecimiento. Esa misma receta es igualmente válida para el resto de socios europeos en problemas.
Considera, al igual que un gran número de expertos, que es imprescindible una reforma de la gobernanza antes que una de la economía?
Sí. Creo que es necesaria que la UE cumpla con lo fijado en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, especialmente en lo que se refiere al régimen sancionador. Es imprescindible establecer sistemas de penalización para aquellos países que no cumplan. El incumplimiento sistemático de Alemania y Francia ha sido el mejor ejemplo para que Grecia nunca ajustara sus cuentas. También es necesario un BCE fuerte, que respalde a los países miembros con compra de deuda, y un Tesoro europeo, que emita eurobonos y aísle a los países de la volatilidad de los mercados.
"No son necesarias tantas carreteras"
El rector de la Universidad Carlos III considera que la crisis de deuda soberana ha partido a la Unión Europea en dos bloques: los que apuestan, pese a las dificultades, por invertir en educación y en I+D y los que están recortando el gasto en ambas partidas.En el primer grupo se encuentran los países del norte, entre los que se incluye Alemania, cuyo gasto en capital humano sigue creciendo a buen ritmo, mientras que en el caso de los periféricos se ha estancado y en algunos casos, como el de España, se ha reducido. "Es la gran diferencia entre unos y otros: si se apuesta por el capital físico o por el humano".En su opinión, España es el paradigma de una economía que ha pagado las consecuencias de un modelo de desarrollo dedicado en exclusiva al capital físico. "Todo el crecimiento se ha basado en darle protagonismo a la construcción y a las infraestructuras. No son necesarias tantas carreteras ni tantos ferrocarriles. No teníamos ni tenemos que ser el país del mundo que más kilómetros de autovía o de tren de alta velocidad tiene en todo el mundo", recalca.El último premio Jaime I de Economía considera que la prioridad del próximo Ejecutivo debe pasar por darle más peso al capital humano y eso pasa por destinar más recursos a la educación y en I+D. "Eso es lo que ha hecho Alemania y es lo que le está sirviendo para esquivar esta última crisis", subraya. Algo que no parece que vaya a ocurrir si se atiende a los últimos datos de inversión en España. El primer avance aportado por el INE muestra como el gasto en I+D, cuyo dato definitivo se dará a conocer después de las elecciones, habría retrocedido por segundo año consecutivo en la serie histórica, iniciada en 1981.