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Opa en el sector petrolero

Abu Dabi controlará Cepsa tras la decisión de Total de salir de su capital

El fondo soberano de Abu Dabi, IPIC, tomará el control de Cepsa cuando liquide la opa por el 100% anunciada ayer y que ha pactado de forma amistosa con su socio Total. La operación supone el adiós del grupo francés a una petrolera a la que llegó hace dos décadas y con la que ingresará casi 4.000 millones. ¿A qué los destinará?

Abu Dabi controlará Cepsa tras la decisión de Total de salir de su capital
Abu Dabi controlará Cepsa tras la decisión de Total de salir de su capitalJUAN LÁZARO

Cuando, a primera hora de la mañana de ayer, la CNMV comunicaba en un hecho relevante la suspensión de la cotización de Cepsa, la incertidumbre se apoderó del mercado. Con la estructura accionarial más peculiar del Ibex (dos accionistas rozan, respectivamente, el 50% el capital), una suspensión de Cepsa solo podía esconder una gran operación. Así se confirmaría poco después: el fondo soberano de Abu Dabi, IPIC, con un 47% del capital, había llegado a un acuerdo con su socio, Total, que tiene el 48,8%, para comprarle este paquete, lo que se ha plasmado en un contrato "de compromiso irrevocable".

Según el contrato, IPIC adquiere un derecho de compra y Total un derecho de transmisión que, en cuanto se ejercite, se convertirá en una opa obligatoria por el 100%, o venta forzosa a la que podrán acudir los accionistas minoritarios, que, con algo más del 4%, se encuentran emparedados entre los dos grandes accionistas. Esta opa en dos fases es similar a la que Gas Natural lanzó sobre Fenosa: primero adquirió la participación de ACS, el accionista mayoritario con el que había pactado, y después ofreció el mismo precio al resto.

En su acuerdo amistoso, IPIC pagará a Total 28 euros por acción, que se abonarán íntegramente en efectivo, si bien, antes de la transmisión del paquete, Cepsa distribuirá un dividendo de 50 céntimos por acción. La oferta supone una prima del 22,8% respecto a la cotización del martes y equivale a tasar la compañía en 7.500 millones (3.970 millones el paquete del fondo árabe).

Total negó ayer que, tras este movimiento, vaya a entrar en Repsol

Pero ¿qué hará Total con ese dinero y por qué ha decidido abandonar la petrolera española en la que desembarcó (a través de la belga Elf, con la que se fusionaría) hace ahora 21 años? Estos dos interrogantes planearon inmediatamente después de conocerse la noticia y, solo en parte, se pueden considerar despejados.

Desde París, Total anunció que esta desinversión forma parte de su estrategia para reducir el peso de su negocio de refino en Europa, donde las capacidades están muy por encima de la demanda y cuyos márgenes son reducidos. De hecho, ha puesto a la venta una refinería de Lindsay, en Reino Unido. El objetivo, anunciado el año pasado por el grupo galo, es el de reducir, en esta actividad, 500.000 barriles diarios antes de finales de 2011 y centrarse en el área de exploración y producción. La capacidad de refino de Cepsa, que tiene una red de 1.750 gasolineras, es de 528.000 barriles diarios.

Las especulaciones sobre un nuevo desembarco en otra petrolera europea, como Repsol o Galp, no se hicieron esperar. Un portavoz de Total señaló que comprar ahora Repsol "no tiene sentido e iría contra nuestro objetivo de reducir nuestra capacidad de refino".

IPIC es un accionista histórico, que forma parte del accionariado de Cepsa desde 1988, cuando compró el 10% del capital social. En 2009, adquirió las participaciones del Santander y de Unión Fenosa (32,53% y 5% respectivamente) y aunque superó el límite legal para lanzar una opa (30%), la CNMV le eximió, alegando que, pese a ello, no superaba la participación del segundo accionista, Total, que controlaba el 48,8%.

En una nota de prensa, Cepsa señaló ayer que "IPIC mantendrá la españolidad de la compañía a la que desea potenciar en España e internacionalmente" y que el Gobierno había sido informado de la operación destacando las buenas relaciones con Abu Dabi.

El fondo árabe esquiva a la CNE

Aunque las razones últimas de la venta de la participación de Total en Cepsa a IPIC siguen sin conocerse, lo que sí ha quedado al descubierto es por qué la operación se ha planteado en este momento. Según fuentes empresariales, los artífices de la opa han querido adelantarse a la promulgación de la Ley de Economía Sostenible, que está prevista para los próximos días, ya que endurece las autorizaciones de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), a través de su función 14, para la adquisición de empresas españolas por parte de grupos extracomunitarios. Se trata de la disposición final 33 de esta ley, que modifica, a su vez, la disposición adicional 11 de la Ley de Hidrocarburos.Tal como está ahora la normativa, IPIC no está obligada a solicitar los permisos ni del regulador energético ni del Ministerio de Industria (tampoco lo tuvo que hacer para comprar la participación de Santander y Unión Fenosa en 2009).De esta manera, la opa anunciada ayer, por tener dimensión comunitaria, solo estará sujeta a la autorización de la Comisión Europea, de acuerdo con la normativa sobre concentraciones y no pasará, por tanto, por la ventanilla de la Comisión de Competencia. También de las autoridades de la competencia de Estados Unidos y Canadá, por ser dos países en los que el fondo soberano de Abu Dabi tiene negocios.

La cifra

3.970 millones de euros ingresará Total tras la venta de su 49% de Cepsa. La opa, que se hará por fases, concluirá en octubre.

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