El presidente de Portugal denuncia una "sucia campaña" en su contra
El presidente de la República de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, subrayó hoy que los datos que apuntan a que recibió trato de favor por parte de la Sociedad Lusa de Negocios para comprar acciones a un precio más bajo del establecido en 2001 sólo responden a una "sucia y deshonesta campaña".
Cavaco Silva respondió así a las informaciones aparecidas hoy en dos de los periódicos lusos más importantes, Público y Expresso, que desvelan que adquirió 105.378 títulos de esta sociedad -propietaria a su vez del Banco Portugués de Negocios (BPN)- a un precio especial de un euro, cuando la mayoría de los accionistas pagaron entre 1,8 y 2,2 euros.
Posteriormente, el dirigente luso, que también fue primer ministro entre 1985 y 1995, decidió vender este paquete en 2003 a 2,4 euros el título, lo que le generó unas plusvalías del 140%, hasta 147.500 euros.
Estas acusaciones acerca de la honorabilidad de Cavaco Silva se producen en la jornada previa al arranque oficial de la campaña para los comicios a la presidencia de la República lusa del 23 de enero, a los que se presenta a la reelección apoyado por los partidos de centro-derecha mayoritarios.
El llamado 'caso BPN' se ha convertido en el eje central de estos últimos días de precampaña y monopolizó ayer el debate quincenal celebrado en el Parlamento, solapando incluso el anuncio por parte del Gobierno socialista de que el país cerró 2010 con un crecimiento cercano al 1,4%, el doble de lo previsto.
El BPN es un pequeño banco luso que fue nacionalizado en 2008 por el Ejecutivo del primer ministro Jose Sócrates debido al riesgo de quiebra, tras encontrar un "agujero" de 700 millones de euros en sus cuentas, lo que llevó ante la Justicia a sus máximos responsables.
El presidente de la entidad por aquel entonces era José de Oliveira e Costa, compañero en el Partido Social Demócrata (PSD) de Cavaco Silva y en cuyo primer Gobierno fue nombrado secretario de Estado de Asuntos Fiscales.
La decisión del Ejecutivo fue duramente criticada por el PSD, que habló de motivaciones políticas, y todavía hoy genera polémica, debido a los infructuosos intentos de encontrar un comprador y volverlo a privatizar.
El propio Cavaco Silva acusó de mala gestión a los actuales administradores del BPN, la Caixa Geral de Depósitos, durante un debate televisado celebrado a finales de diciembre.
Las sospechas sobre un hipotético trato de favor hacia el mandatario luso han multiplicado las críticas del resto de candidatos a las elecciones presidenciales, para las que Cavaco Silva parte como claro favorito, y muy especialmente las de su principal rival, el socialista Manuel Alegre, quien le exige que clarifique el proceso de compraventa de estas acciones.
Sin embargo, el actual presidente de la República lusa volvió a repetir hoy que no responderá a estas acusaciones, que comprenden un período en el que estuvo al margen de la política activa.
Reflejo de la bronca política que se ha instalado Portugal son las portadas de hoy de los periódicos lusos, centradas unas en la compra de estos títulos "a precio de saldo" y otras en que Cavaco Silva los acabó "vendiendo barato", a 35 céntimos por debajo del valor al que las traspasaron otros accionistas.