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Fondos

Cualquier cosa menos liquidez

Si se confía en la recuperación económica, todavía es momento de los activos con riesgo

En una presentación del equipo de asignación de activos global de Société Générale, en el marco de una conferencia sobre ETF o fondos cotizados a la que acudí hace unas semanas, defendían con gran convicción que los inversores debían evitar a toda costa emplear gran parte de sus ahorros en liquidez. Es decir, activos monetarios, depósitos, cuentas a la vista, etc. Así, la presentación se titulaba como el encabezamiento de este artículo y se traducía en que en su asignación de activos estratégica la liquidez se situaba en septiembre en el extremo mínimo de su banda autorizada, que es un 5%.

Por el contrario, la asignación a materias primas, crédito (renta fija privada) y renta variable en particular se situaba en la parte alta de estas bandas. Por ejemplo, la asignación a renta variable se situaba en un 60%. Además, esta asignación agresiva en activos de riesgo venía produciéndose desde bastantes meses antes, por lo que se habían venido beneficiando de las fuertes plusvalías experimentadas por los mismos.

Una de las primeras reflexiones que pueden hacerse es que esta asignación es seguramente bastante diferente a la del inversor español, tanto privado como institucional. Así se constata en la distribución del patrimonio del mercado de fondos de inversión o de los fondos de pensiones o de las estadísticas del propio conjunto del ahorro en España.

La diferencia, como muchos lectores ya sospechan, es que la asignación española es bastante más conservadora. Otro ejemplo es la última encuesta de asignación de activos entre las principales gestoras de fondos de inversión en España y que a pesar de una visión general positiva hacia las Bolsas o el crédito arrojaba que el porcentaje agregado medio dedicado a renta variable apenas superaba el 40%. La exposición media a liquidez se situaba todavía nada menos que en un 22%, muy por encima de su media histórica.

Hasta ahora, este año una asignación más agresiva ha resultado la ganadora sin duda, pero tras las fuertes subidas no son pocos, tanto inversores minoristas como profesionales, los que se preguntan si no es el momento precisamente de ir volviéndose más prudente.

Como botón de muestra y más allá de las posiblemente más conocidas verticales revalorizaciones de los índices bursátiles, los fondos que invierten en bonos corporativos de alto rendimiento europeos se situaban a final de octubre con una mareante plusvalía media del 58% en el acumulado del año. Ante estas cifras, parece justo preguntarse si los mercados no se están excediendo, al menos en algunos tipos de activo. El aumento de volatilidad y el movimiento lateral en las Bolsas de las últimas semanas no han hecho sino elevar la tensión y las dudas.

La respuesta es, como siempre, que dependerá de las expectativas que tenga cada uno, ya que los mercados nunca se comportan por lo que sucede en el presente sino por lo que pasará en el futuro. Más allá de complejos o sencillos ejercicios de análisis y de valoraciones, la clave estará en la evolución futura de la actividad económica. Si uno cree, como el que escribe, que las principales economías desarrolladas, con Estados Unidos a la cabeza, disfrutarán de apreciables crecimientos en los próximos trimestres y más allá del 2010, lo más probable es que las revalorizaciones en los activos de riesgo continúen en los próximos meses. No sólo eso, sino que posiblemente nos encontraríamos sólo a medio camino de la subida iniciada a primeros de marzo, aunque lógicamente pudiéramos ver algún tipo de corrección en el camino.

Por el contrario, aquéllos que no crean en la recuperación y que piensen que los últimos datos positivos son sólo consecuencia de los estímulos y que en los próximos trimestres seremos testigos de una recaída de la actividad económica probablemente hagan bien en realizar parte de los beneficios si es el caso o mantenerse en posiciones conservadoras.

En cualquier caso, para los que se sitúan en esta posición conservadora sobre la evolución macroeconómica, sí me gustaría invitarles a realizar un análisis de la historia de los ciclos económicos y, en concreto, de las salidas de las recesiones. Lo que se encontrarán es que, salvo graves errores de política económica, que no se han producido en esta ocasión, las salidas de la recesiones no son en forma de L ni de U como se ha venido sugiriendo por parte de bastantes analistas.

Por el contrario, suelen salir con bastante fuerza y por lo menos durante varios trimestres dibujan otra de esas manidas letras que se han venido utilizando para predecir la evolución económica y que no es otra que la V. No se fíen de las previsiones que organismos internacionales varios y la mayor parte de entidades privadas están haciendo sobre el crecimiento del PIB para 2010.

Juan Manuel Vicente. Director de análisis de Lipper

El misterio de la Bolsa española

El gráfico central muestra cómo los fondos que invierten en Bolsa española, medidos por el índice de Lipper correspondiente, ganan claramente más que los de otros países desarrollados. No es de extrañar, porque el Ibex ha vencido a sus colegas europeos durante los últimos años.Muchos se preguntarán cómo se entiende esto con una economía española que no acaba de salir de la recesión como sus colegas europeos y norteamericanos.Desde luego, no es su mayor exposición a países emergentes. Yo lo veo más asociado a una salida de la recesión antes de lo previsto y al dinamismo de las grandes compañías españolas.

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