Brookfield retira su oferta por Grifols y las acciones se desploman un 9% en Bolsa
El fondo choca con la compañía por la valoración de la oferta planteada. El consejo defiende la evolución de las cuentas y convocará próximamente un Capital Markets Day
Brookfield ha cancelado su intento por hacerse con Grifols. En un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el fondo señala que, tras haber realizado una due diligence exhaustiva y teniendo en cuenta las reacciones del Comité de la Transacción de Grifols y del consejo de administración de la farmacéutica sobre la potencial oferta que se comunicó al mercado el 19 de noviembre de 2024, “esta mañana Brookfield ha informado al Comité de la Transacción de que en las circunstancias actuales no está en posición de continuar con una potencial oferta sobre Grifols”.
El fondo canadiense exploraba desde julio una opa de la mano de distintos miembros de la familia catalana fundadora sobre la compañía de hemoderivados. El mercado ha vuelto a hacer sangre con la farmacéutica en Bolsa. La acción tipo A de la compañía ha caído más de un 9%, hasta 9,69 euros, si bien, por momentos, la bajada fue superior al 12%, llegando a cotizar en un precio mínimo de 9,18 euros, más de un 12,5% por debajo de lo que ofertaban los canadienses. En este año, los títulos se desploman cerca de un 35%.
En un comunicado, la compañía ha recordado su la declaración del 19 de noviembre de su consejo de administración de Grifols, basada en la recomendación de su Comité de Transacciones, de que no recomendaría a los accionistas de la compañía aceptar una posible oferta de Brookfield con una valoración de 6.450 millones de euros para la totalidad del capital social, con una valoración indicativa y no vinculante de Brookfield de 10,50 euros por acción Clase A, lo que se consideró una infravaloración significativa de los fundamentales previstos y el potencial a largo plazo de la compañía. “Esta valoración está respaldada por el sólido rendimiento financiero de la compañía, tal y como se evidenció en los resultados del tercer trimestre de 2024, que demuestran los sólidos fundamentales de Grifols y su capacidad para captar una demanda global sustancial en mercados clave”, ha indicado la compañía, que ha añadido que los ingresos acumulados hasta la fecha aumentaron un 9,1% a tipo de cambio constante en comparación con el mismo periodo del año anterior, impulsados por los resultados en todas las divisiones de negocio, y la sólida posición financiera.
“El anuncio de hoy se produce después de un exhaustivo proceso de due diligence, en el que facilitó a Brookfield el acceso a toda la información solicitada, tanto la relativa a los datos como a la gestión de la compañía. Esto permitió realizar una evaluación informada del valor fundamental de Grifols en el contexto de una posible oferta pública de adquisición”, destaca la empresa. La farmacéutica ha añadido que su consejo de administración y su equipo directivo de Grifols siguen plenamente comprometidos con la ejecución del plan estratégico de la compañía, cuyo objetivo es aumentar el valor a largo plazo. “En línea con este compromiso, Grifols anunciará próximamente un Capital Markets Day, donde presentará su visión estratégica e iniciativas clave diseñadas para conseguir oportunidades de crecimiento y mantener así un rendimiento sostenido”, ha afirmado la empresa.
La familia Grifols, que posee en torno a un 30% del capital a través de distintas sociedades, también afirmó que no va a apoyar una nueva oferta de un tercero para la adquisición del fabricante ante la decisión de Brookfield. “Estamos muy satisfechos con todas las cartas que hemos recibido de accionistas actuales, que nos dicen que la empresa vale más, y seguiremos trabajando para que el valor de la compañía se incremente aún más”, indican fuentes próximas a la familia catalana.
La compañía queda así en una situación delicada. Está en el disparadero de los inversores desde el pasado enero, cuando el fondo bajista Gotham City publicó un demoledor informe en el que acusaba a la compañía de maquillar sus cuentas y le arrojaba un valor a sus acciones de cero euros. Esto provocó un desplome del precio de la acción y metió presión a la refinanciación que debe hacer la compañía en los próximos años, con un pasivo total de más de 10.000 millones.
En este contexto, Brookfield acordó con la familia Grifols explorar una opa conjunta de exclusión, para sacar a la compañía de Bolsa y darle tiempo para su recuperación, tal y como publicó en exclusiva este periódico. En julio pactó con la compañía abrir los libros para empezar las labores de due diligence, que se han extendido durante cuatro meses, sin alcanzar un acuerdo. Un portavoz de Brookfield ha declinado hacer comentarios a este periódico.
La transacción forzaba también a Brookfield a acometer una gran refinanciación del pasivo, toda vez que la mayor parte de la deuda contaba con clausulas de cambio de control que obligaban a refinanciar si la empresa cambiaba de manos. Así, al mismo tiempo que hacían los trabajos para tasar la compañía, negociaban un macropréstamo de 10.000 millones de euros con un buen grupo de bancos de inversión, comandados por Bank of America, Deutsche Bank, Santander, Barclays y DNB.
Esto complicaba la valoración que pudiese alcanzar Brookfield, puesto que elevaba el ticket total de la transacción. Para aminorarlo, el fondo había sondeado a grandes inversores internacionales, fundamentalmente fondos soberanos de Oriente Medio, para coinvertir en la compañía y tomar pequeñas participaciones. También la familia planteaba participar de la operación y mantener su 30% en el capital, lo que reducía la oferta del adquiriente.
Ahora, la compañía está forzada a explorar nuevas alternativas. Ya en el pasado ha conversado con otros fondos de capital riesgo para explorar una operación corporativa, unas conversaciones que pueden volver ahora a estar encima de la mesa. O también recuperar la negociación con Brookfield donde se ha quedado.
Presión de los analistas
El precio ofrecido por Brookfield ha contado con el rechazo de distintos analistas de entidades financieras de relevancia. Entre otros, Sabadell advirtió la pasada semana de que el precio infravaloraba a Grifols, recordando que estaba un 36% por debajo de su precio objetivo. El banco señaló también la “evidente desconexión entre los fundamentales de la compañía y la cotización”, así como con las favorables perspectivas a nivel operativo. Kepler también afirmó que Brookfield debía lanzar una opa con un precio mayor, o mejorarla después si no alcanza el plácet suficiente para sacar a la empresa de cotización.
En términos generales, el precio objetivo medio de los analistas que siguen a Grifols está en el entorno de los 16,40 euros, con entidades como Santander, que otorga a la farmacéutica un precio objetivo de 27 euros por acción, por 19,40 euros de Berenberg, 18,70 euros de CaixaBank BPI y 18,40 euros de JB Capital Markets.
En el mercado también se recordaba que las acciones de la compañía, con un negocio asegurado en un segmento estratégico como los tratamientos con plasma, cotizaban a principios de 2024 en el entorno de los 15 euros, junto antes del ataque de la firma bajista Gotham City Research, que acusó a Grifols de maquillaje de cuentas.
En paralelo, la dirección de Grifols ha defendido la buena evolución de los resultados de la compañía a lo largo de 2024. En la presentación de las cuentas del tercer trimestre, Nacho Abia, consejero delegado desde el pasado mes de abril, y que en septiembre asumió todas las funciones ejecutivas, destacó el incremento de los ingresos por encima del 9% entre enero y septiembre, la obtención de 88 millones de euros de beneficios tras los números rojos de 2023 y la reducción de deuda. El ejecutivo defendió los “fundamentales sólidos” de Grifols, la fuerte demanda subyacente en EE UU y la Unión Europea (UE) en la industria del plasma, y la aceleración de la compañía en los proyectos de I+D para ampliar la oferta de productos.
Evolución de la deuda
El consejo de administración también ha destacado la reducción de deuda registrada en los últimos meses. “En los últimos meses, Grifols ha logrado reducir con éxito su apalancamiento, tras el pago de la deuda senior secured tras recibir 1.600 millones de euros de Shanghai RAAS, además de una notable mejora en el ebitda ajustado, que en los últimos doce meses alcanzó los 1.700 millones de euros”, ha dicho la empresa.
Las dudas sobre el endeudamiento fueron una de las cuestiones azuzadas por Gotham City Research en las acusaciones de maquillaje de cuentas lanzadas sobre la empresa.