El grupo mexicano Cojaswinvest se enfrenta a los Sanahuja para arrebatarles su centro comercial estrella de Barcelona
El ‘family office’ ha adquirido el pasivo de la firma que gestiona el centro comercial Màgic, en concurso de acreedores, para convertirlo en capital
La familia Sanahuja está al borde de perder una de sus joyas inmobiliarias, el centro comercial Màgic Badalona. El family office mexicano Cojaswinvest, de la familia Cojab, ha adquirido la deuda de la sociedad que explota este activo, en concurso de acreedores desde este verano. El grupo azteca pretende, en el marco de este proceso concursal, convertir ese pasivo en capital próximamente y desde modo hacerse con el inmueble.
Este family office mexicano ha entrado recientemente en el mercado español y, en los últimos meses, ha lanzado una gran ofensiva. En el último año ha adquirido también el segundo centro comercial más grande de Pamplona, Itaroa, así como otros tres otros centros comerciales previamente en manos de Patrón Capital, entre ellos el Mirador en Cuenca, Alzamora en Alicante y Odeón de Narón en A Coruña.
Ahora, esta firma ha acordado la adquisición de la deuda de Màgic Badalona, por una suma de 40 millones de euros. La intención del grupo es abrir una negociación con los Sanahuja para convertir la deuda en capital. En caso de que no sea posible, el nuevo dueño del pasivo se plantea recurrir a la nueva ley concursal, que le permite imponer un plan de reestructuración del pasivo y obligar a la familia catalana a cederles sus acciones.
LYL Abogados asesoró al comprador y Perez Llorca al vendedor desde la perspectiva legal. Alvarez&Marsal ha asesorado a un banco alemán en la transacción.
La familia barcelonesa Sanahuja es una de las principales sagas del inmobiliario en las últimas décadas. El apellido hizo fortuna construyendo casas baratas en Barcelona durante el desarrollismo franquista. Román Sanahuja, que encabezó la segunda generación, se convirtió más tarde, durante el bum de la construcción residencial de principios de siglo, en uno de los conocidos como señores del ladrillo y habitual de las clasificaciones de personas más ricas de España.
A través de la sociedad familiar Sacresa llegó a controlar la principal promotora de entonces, Metrovacesa, por la que lanzó una opa en 2006. En 2007 incluso pagó 1.500 millones por la sede de HSBC en Londres. Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, en 2008, Sacresa fue a concurso de acreedores con 1.800 millones de deuda, lo que supuso una de las grandes insolvencias junto a las de Martinsa-Fadesa y Habitat. De aquella época todavía quedan consecuencias recientes, ya que el Tribunal Supremo condenó la pasada semana a Sanahuja a pagar 210.000 euros por la opa sobre Metrovacesa por información privilegiada.
En la actualidad, las diferentes ramas familiares comparten la sociedad Indicesa, que el pasado año facturó 33,6 millones y ganó 13,7 millones. Entre las propiedades familiares cuentan también con L’Illa Diagonal, centro comercial y oficinas en la avenida Diagonal.
La familia controla el negocio del centro comercial Màgic a través de la sociedad Vila Badalona, que entró en concurso en junio. Los Sanahuja construyeron este reciento en 2008, junto al pabellón del Juventut de Badalona y con una cúpula naranja llamativa en forma de balón de basket. Esta empresa facturó 6,1 millones y ganó 742.484 euros en 2022, el último año en el que están disponibles sus cuentas en el Registro Mercantil.
Màgic es un centro de gran tamaño, de casi 44.000 metros de superficie bruta alquilable. Dispone de un centenar de tiendas y más de 1.200 plazas de aparcamiento. Entre las marcas allí presentes se encuentran H&M, Bershka, Pull & Bear, Springfield, Stradivarius, Sprinter, C&A, Benetton o Mango, entre otras, además de un supermercado de Mercadona y salas de cine.
Desde que entrara en concurso de acreedores, el mercado inmobiliario ha especulado con las opciones de los Sanahuja en Màgic. Una clara era, directamente, la venta del inmuebles. Pero al hacerse Cojaswinvest con la deuda de Vida Badalona, la solución pasa ahora porque este grupo familiar mexicano se haga con el inmueble aprovechando su posición de acreedor gracias a la ley concursal.