La Caixa advierte que el déficit español puede superar el 6% del PIB
Un desequilibrio prolongado 'sería una pesada carga' en la recuperación
En tiempos de recesión con pocos precedentes en el último siglo, el recurso al gasto puede ser una solución inevitable, aunque la acumulación de déficit públicos puede amenazar la recuperación. El último informe económico de La Caixa advierte de que el desequilibrio presupuestario del conjunto de las administraciones públicas españolas puede superar este año el 6% del producto interior bruto.
El servicio de estudios de la caja de ahorros sostiene incluso que 'existe el riesgo' de que la actuación de los estabilizadores automáticos (menos impuestos recaudados y más gasto por desempleo), sumada a las medidas de estímulo fiscal aprobadas, pueden llevar el déficit público a niveles de récord. El desequilibrio alcanzó mínimos en las crisis de los años 80 y 90, llegando a superar el 6,5%.
Las previsiones del Gobierno, de momento, no llegan tan lejos: la actualización del Programa de Estabilidad, presentada hace dos semanas, pronostica un déficit del 5,8% para este año, que se moderaría hasta el 4,8% en el próximo y hasta el 3,9% en 2011. Desde el Servicio de estudios de La Caixa se mantiene que la misma tendencia negativa del saldo presupuestario afectará a la deuda pública, que 'podría elevarse en muy poco tiempo hasta acercarse al límite del 60% del PIB exigido por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE.
Rápido deterioro
Se confirmen o no estas previsiones, lo cierto es que en apenas dos años la situación de las cuentas públicas va a dar un giro radical, impulsada por la crisis financiera y de la economía real. En el año 2007, las administraciones públicas lograron un superávit del 2,2% del PIB, y la deuda llegó a caer hasta el 36,2%.
Los autores del informe sostienen que, si la recesión en la que acaba de entrar España es 'relativamente breve', los desequilibrios se podrían reconducir en un tiempo razonable. Sin embargo, si la recesión se prolongase 'más de la cuenta', el desequilibrio subiría hasta niveles muy altos y supondría una pesada carga para el conjunto de la economía en la fase de la recuperación.