Si el mundo crece, será por el tirón de los emergentes
Sus monedas se enfrentan a una elevada volatilidad, están contagiados por el credit crunch y por la recesión de los países más ricos -que se traduce en menos exportaciones-. Además, en algunos casos, sus ingresos se reducen por la caída de las materias primas. No obstante, los grandes países emergentes son la parte más atractiva de este atribulado mundo, y casi todos los organismos internacionales se pronuncian en esta línea. También el director del FMI, Dominique Strauss-Khan, que ha manifestado esta semana que, mientras las previsiones del organismo que dirige apuntan a que el mundo está prácticamente en recesión, los países emergentes 'serán responsables de cerca del 100% del crecimiento' en 2009.
Sin embargo, se detectan aspectos negativos y, según el FMI, esas economías han comenzado a verse afectadas por una reducción de líneas de crédito y por la menor demanda de las áreas más desarrolladas, que sufren los embates de la crisis. También el Banco Mundial ha alertado sobre los movimientos a la baja de algunas monedas, que están siendo muy virulentos.
Pero las previsiones son más positivas cuando entran a analizar algunas de estas naciones. Sobre China, el FMI estima que no será inmune a la crisis financiera, pero que su tasa general de crecimiento se mantendrá muy alta. Para Brasil, otra economía con fuerte tirón en los últimos años, se señala que quedará afectada, aunque sus sólidos fundamentos económicos le ayudarán a capear la tormenta, estima Strauss-Khan.
En esta línea, Álvaro Lisson, consultor de AFI, manifiesta que la situación actual refleja ya una desaceleración de esos países. 'Si ahora hablamos de recesión en las naciones desarrolladas queda claro que todos van a sufrir; pero, por ahora, no es previsible que los emergentes entren en crecimiento negativo', asegura.
Destaca que esas economías son más sólidas de lo que podría parecer por el mal comportamiento de las Bolsas. 'Tienen fuerza, no dependen totalmente del exterior, ya que cuentan con una creciente demanda interna. -China, por ejemplo, ha reducido dos veces los tipos de interés en un periodo corto de tiempo-. Estos países no se van a hundir', añade.
Lisson hace diferencias: mejor irán China e India, mientras que las más afectadas serán las naciones del América Latina, que dependen del ciclo de las materias primas y cuyos ingresos caen en la medida que bajan las cotizaciones. También cita la fuerte relación de México con Estados Unidos: un 80% de su comercio exterior que equivale al 30% de su PIB.
En opinión del consultor de AFI, las que cuentan con peores perspectivas en América Latina son las economías más desequilibradas: Ecuador, Venezuela y Argentina, país que está enfrenta a importantes problemas de inflación y de deuda. Por el contrario, concluye que los que mejor están posicionados son Brasil y Chile.
En este sentido, los analistas de Citi destacan que la economía brasileña ha presentado una fuerte actividad que le lleva a un crecimiento anualizado del PIB del 6,5%, y que 'las incertidumbres vienen de fuera'. Y de India, los expertos del banco estadounidense afirman que 'el impacto por la tormenta financiera mundial será negativo, pero limitado'.
De Rusia, Elina Ribakova, de Citi, dice que el mercado cree que las autoridades han reaccionado rápidamente para dar liquidez al sistema financiero. El banco prevé que la renta per capita rusa casi se duplique en 2009 -12.310 dólares- frente a los 6.939 de 2006.
El desplome de las Bolsas y el 'método Putin'
Que las Bolsas de los países emergentes no reflejan la situación de la economía real y menos de su potencial es una conclusión generalizada entre los analistas. Asimismo consideran que estos mercados están siendo castigados tanto por el pánico que impera en el mundo como por la mayor aversión al riesgo. Adicionalmente, el dinero de los fondos, especialmente los del perfil más especulador, se están saliendo de estas plazas.Como consecuencia, los datos son todavía más dramáticos que los de primer mundo. Así, el principal índice de referencia de la Bolsa china, Shangai SE IX, desciende un 61,98% en el año; mejor evolución presenta el de India, con unas pérdidas acumuladas del 48% en el año. En América Latina, el panorama no es diferente: el brasileño Bovespa, que parte del año estuvo en positivo, se desploma un 45%. México, más en línea con los de Estados Unidos, se desvaloriza un 35%. Lo mismo puede decirse de todos los índices de las Bolsas asíáticas y de Europa del Este, que acumulan fuertes declives.Un caso aparte es de la Bolsa rusa que depende al 70% del gas y el petróleo. No presenta una evolución diferente -las pérdidas superan el 60%-, pero sí lo es por la actitud tomada por las autoridades de ese país. Cuando las caídas son fuertes optan por echar el cierre sin aportar datos fidedignos respecto sobre cuándo se van a volver a poner en marcha. Incluso abren en momentos alcistas y cierran antes de que se den la vuelta. El método del país que dirige Vladimir Putin está siendo adoptado, no en toda su dimensión, por Islandia, Austria y por Croacia.