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Elecciones EE UU

Clinton se anota a lo grande una insuficiente victoria

Hillary Clinton arrasó ayer en las primarias de Virginia Occidental, un estado donde dos de cada 10 votantes blancos dijeron que la raza era un factor importante para ellos. A la hora de cierre de esta crónica, con el 77% escrutado, Clinton se imponía con el 67% frente al 26% de los votos que conseguía Barack Obama.

La senadora por Nueva York se apuntaba así una gran victoria en un pequeño estado donde había en juego apenas 39 delegados. La ventaja que le lleva ya Obama, que casi no hizo campaña, convierte a esta victoria de Clinton en absolutamente insuficiente. Pese a ello la candidata dijo ayer que estaba "más determinada que nunca".

Sus palabras chocan con una realidad que se le puso definitivamente en contra el 6 de mayo al perder estrepitosamente en Carolina del Norte y ganar por poco en Indiana. Desde entonces, no se habla de otra cosa que de su retirada puesto que es imposible que ya consiga superar a Obama en número de delegados. También la carrera por los superdelegados la gana ya su oponente, además, por su puesto, del voto popular. Pero Clinton no se retira. La candidata dijo ayer que su victoria en Virginia Occidental demostraba que podía ganar y que era la mejor candidata para batir a John McCain. Ni los más ferozmente leales a los Clinton creen ya que ese sea el escenario.

Esa es una razón más por la que Clinton está teniendo problemas de dinero. Ya ha prestado 11 millones a su campaña y la deuda de esta organización asciende a 20 millones. Conseguir dinero sabiendo que no es la favorita cuando ya queda menos de un mes para el fin de las primarias no es una buena tarjeta de presentación para pedir fondos a los posibles donantes.

Pero estas derrotas de Obama muestran algo muy inquietante para su campaña y para la América que se declara más abierta y más lejos de los prejuicios. Hay un porcentaje elevado de la población que se va a pensar dos veces votar a un candidato negro. Desde las primarias de Pensilvania, la raza ha surgido como un factor negativo cada vez más importante. En unas declaraciones a US Today hace unos días Clinton dijo que los trabajadores no cualificados blancos la preferían a ella, un comentario que no gustó en su partido ni siquiera entre los negros que la apoyan como el senador Charles Rangel.

Lo cierto es que las estadísticas están mostrando una cierta hostilidad por parte de una parte del electorado a un candidato negro. Ocurrió en Pensilvania, en Indiana y ahora en Virginia Occidental. Es de prever que también ocurra en Puerto Rico, no solo porque los hispanos estén más cerca de Clinton sino porque además, y en general, las relaciones entre la minoría hispana y la negra han sido tensas en las últimas décadas y hay una cierta desconfianza que le va a pasar factura a Obama pese a que el se presenta como un candidato que quiere superar las divisiones entre los ciudadanos.

El 95% de los votantes de Virginia Occidental eran blancos, el 70% carecían de título universitario y más de la mitad tenían unos ingresos anuales de menos de 50.000 dólares. Es decir, el perfil de votante de Clinton. El 60% de ellos dijo que su principal preocupación es la marcha de la economía.

El candidato, cada vez más seguro de su victoria en las primarias pero sin dar por sentada una nominación que se ganó tras arrasar en Carolina del Norte, estaba ayer en campaña en Missouri. En un acto electoral fue preguntado si elegiría a Clinton como candidata a la vicepresidenta y, como en otras ocasiones, declinó contestar. Esta vez se escudó en que él no era el nominado y era prematuro pensar en ello.

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