El supervisor británico investiga el desplome de Halifax en Bolsa
El supervisor británico de los mercados abrió ayer una investigación por la propagación de rumores sobre la solvencia de los bancos del país. Las acciones de Halifax Bank of Scotland llegaron a caer ayer un 18% por las especulaciones sobre problemas de liquidez.
Jornada de vértigos y sospechas en la City de Londres. El supervisor de los mercados financieros del Reino Unido (FSA, en sus siglas en inglés) salió ayer a la palestra para tratar de frenar la propagación de informaciones falsas sobre los bancos británicos, después de que las especulaciones sobre problemas de liquidez en Halifax Bank of Scotland (HBOS) hicieran que sus acciones llegaran a desplomarse un 17%.
La FSA avisó, en uno de los comunicados más duros difundidos hasta la fecha, que 'no tolerará a los agentes financieros que aprovechen las actuales circunstancias de los mercados para cometer abusos con la propagación de falsos rumores'. La directora de ventas institucionales de la FSA, Sally Dewar, insinuó que algunos gestores están divulgando esas falsas informaciones para vender a corto plazo y recomprar, horas más tarde, a mejor precio.
Además de la insólita advertencia de la FSA, la patronal bancaria británica anunció ayer que hoy mismo se reunirán algunos de los principales banqueros del país con los máximos responsables del Banco de Inglaterra.
Los responsables de HBOS -que ayer acabó cerrando con una caída del 7%- defendieron ayer 'la excepcional fortaleza del balance' del banco y su plena capacidad para acceder a los mercados de financiación mayorista.
El sector bancario británico ha vivido tiempos convulsos desde que el rescate de urgencia de la firma Northern Rock, precisamente por falta de liquidez, terminara por provocar su nacionalización. Aunque han sido muchos los bancos que han sufrido el mal de la difamación, algunos de sus directivos también se han valido de ese arma para cargar contra las entidades españolas.
Pesquisas de la SEC
El regulador estadounidense, SEC, también ha una investigación por el caso de Bear Stearns. La SEC, el regulador de la banca de inversión, está tras la pista de los rumores que se diseminaron en los mercados sobre la falta de liquidez de este banco y de los fondos o particulares que ganaron dinero con su repentina caída. Ambas investigaciones son complicadas por la dificultad probar que hubo un comportamiento intencional de quien divulgó el rumor o de quien sacó provecho del mismo.
Además, la SEC ha remitido una carta a JPMorgan, el comprador de Bear, para informarle de investigaciones 'y posibles preguntas en el futuro sobre la conducta y los comentarios de Bear Stearns' antes del anuncio de la oferta de compra. æpermil;stas se centrarán en las declaraciones de los directivos sobre la fortaleza de la liquidez de Bear pocos días antes de que la entidad fuera rescatada en una compra de emergencia por JPMorgan a instancias de la Fed. Mientras tanto, las acciones de Bear seguían ayer por encima de los dos dólares que ofreció por los títulos el banco de Jamie Dimon.
Algunos analistas han acusado al presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, de la crisis del crédito y de la inflación por haber animado los bajos tipos de interés y por haber puesto en marcha demasiado tarde la ventanilla de descuento para la banca.
Esta herramienta de liquidez, puesta en marcha el pasado domingo, ya ha sido utilizada por Lehman. La entidad aseguró el martes que tenía muy buena liquidez pero quiso probar el funcionamiento de estos préstamos normalmente vedados. Goldman Sachs y Morgan Stanley han dicho que también probarán su funcionamiento tras asegurar que su capital es suficiente sin este tipo de préstamos.
El resultado de Morgan Stanley alivia al mercado
Morgan Stanley presentó ayer unos resultados que recogen una rebaja de su beneficio neto del 43%. No obstante, el mercado lo celebró con subidas en sus títulos como lo hizo el día anterior tras conocer los deslucidos, pero tranquilizadores, beneficios de Goldman Sachs y Lehman. Y es que en el actual momento en el que el sistema financiero se muestra tan vulnerable, cualquier resultado que no muestre una caída en picado, es bueno.En el caso de Morgan, como ocurrió con Lehman y Goldman, las cifras que se presentaron eran, además, mejores de lo que estimaban los analistas y el negocio de intermediación tuvo uno de sus mejores trimestres. El banco dirigido por John Mack cerró sus libros el 29 de febrero con un beneficio neto de 1.550 millones de dólares (unos 991 millones de euros) frente a los 2.670 millones del mismo periodo de 2007. En estas cifras han pesado las pérdidas de 2.200 millones de dólares en distintos tipos de préstamos, incluidas las apuestas hechas en valores hipotecarios en los que la firma comprometió su propio capital.En este trimestre de menor negocio, los ingresos cayeron un 17% hasta quedar en 8.320 millones de dólares. La rentabilidad sobre los recursos propios cayó del 29,9% al 19,7%.Con el caso de Bear Stearns aún flotando en el ambiente, el responsable financiero de Morgan Stanley, Colm Kelleher, hizo unas declaraciones similares a las de Goldman Sachs y Lehman. 'Estos son unos mercados que no tienen precedentes en lo que se refiere a la caída de la liquidez y financiación'. 'A la vista de esto, creo que podemos decir que son unos buenos resultados'. Kelleher cifró la liquidez del banco en unos 77.000 millones.