¿Hubo manipulación de las acciones de Bear Stearns?
El supervisor de EE UU investiga si se difundieron rumores falsos
Bear Stearns puede haber sido víctima de los avatares del mercado. ¿Era tan imperiosa su necesidad de liquidez semanas antes de que la Reserva Federal (Fed) acordara su compra con JPMorgan? Probablemente, no. O al menos así lo han explicado los directivos del que era hasta ahora el quinto banco de inversión estadounidense. Pero la firma sufrió un desplome del 57% la semana previa a la intervención de la Fed y su venta a precio de saldo.
Ahora, el supervisor de los mercados estadounidenses, la Securities and Exchange Commission (SEC), ha abierto una investigación para determinar si el valor fue manipulado a la baja deliberadamente por algunos miembros del mercado. Lo que el regulador de Wall Street quiere saber es si hubo hedge funds y otros inversores que apostaron por la caída de Bear Stearns al tiempo que difundían por el mercado rumores sobre la delicada situación financiera de la compañía y la posibilidad de que estuviera a punto de quebrar. La investigación se centra también en Lehman Brothers, cuyos títulos cayeron un 31% entre el viernes y el lunes.
El retroceso en Bolsa de Bear Stearns coincidió con un aumento considerable de las apuestas bajistas sobre el valor, lo que ha impulsado a la SEC a abrir la investigación. Es poco usual que el supervisor estadounidense inicie pesquisas de esta índole sobre compañías del tamaño de Bear Stearns; al menos del tamaño previo a su desplome.
El comienzo de la investigación no se ha hecho público, pero fuentes cercanas al organismo supervisor afirman que la SEC quiere interrogar a aquellos inversores que han sacado beneficio de la caída de Bear Stearns con derivados o con la venta de acciones en préstamo.
El caso pone de relieve la preocupación de los supervisores por la capacidad que tienen los rumores malintencionados para mover el mercado y generar pánico. Según declaró la SEC en un comunicado el 14 de marzo, Bear Stearns tenía 17.000 millones de dólares en liquidez y activos líquidos el 11 de marzo, cuando los inversores y los clientes comenzaron a retirar sus fondos de la firma.
El propio banco de inversión aseguraba por entonces que su situación financiera era buena y que no eran sino rumores lo que barruntaba el mercado. Pero el 14 de marzo, viernes, la Fed se veía obligada a salir al rescate de la compañía, que en un comunicado declaraba: 'Hemos tratado de combatir estos rumores, que no son sino ficción. Sin embargo, en las últimas 24 horas nuestra posición de liquidez se ha deteriorado significativamente'. Dos días después, tras una reunión de urgencia, JPMorgan accedía a la compra de Bear Stearns con ayuda de la Fed y a precio de saldo.
El caso de Bear Stearns ha levantado críticas sobre la actuación de la Securities and Exchange Commission, que tiene, entre otros, el papel de vigilar la solvencia de los bancos de inversión. El pasado 11 de marzo, cuatro días antes del anuncio de la venta de la entidad, el presidente de la SEC, Christopher Cox, fue preguntado sobre la situación de Bear Stearns. Cox declaró: 'Nos sentimos a gusto con el colchón de capital que tiene la firma en estos momentos'.
Algunas voces en Wall Street han cuestionado el papel de la SEC, incapaz de prever una situación como la de Bear Stearns. El organismo tiene el cometido de asegurarse de que los bancos de inversión disponen de suficientes fondos para hacer frente a sus obligaciones durante al menos un año en periodos de tensión en los mercados financieros. Pero la SEC no podía prever, según los defensores de la actuación del supervisor, que los acontecimientos de precipitarían de tal modo y que en cuestión de horas el dinero volaría de Bear Stearns, hasta el punto de dejarlo sin liquidez siquiera para pagar la factura de la luz.
Posibles demandas judiciales
Varios grupos de accionistas de Bear Stearns han iniciado consultas con abogados para estudiar el posible inicio de acciones legales contra el proceso de venta a JPMorgan, informa Europa Press. El precio pactado para la venta del banco y las declaraciones de los directivos de ésta, que la semana pasada aseguraban que la situación de liquidez era buena, han levantado las iras de los accionistas, que estudian demandas por fraude y ocultación de datos.