_
_
_
_
Elecciones EE UU

Hillary Clinton frena el impulso de Obama al ganar Ohio y Texas

En una jornada decisiva para el futuro de su candidatura, Hillary Clinton consiguió ayer frenar el impulso de su competidor por la nominación demócrata, Barack Obama. Lo hizo ganando tres de los cuatro estados que ayer se disputaban, entre ellos Texas y Ohio. John McCain consolidó su ventaja y se proclamó candidato a las presidenciales por el partido republicano al tiempo que Mike Huckabee se despedía de la campaña.

La senadora por Nueva York se hizo con el voto de Rhode Island (58% frente al 40% de los votos) y con el crucial estado de Ohio donde registró el 55% de los votos frente al 43% de Obama. Este se hizo con Vermont con 22 puntos de ventaja. Ya entrada la madrugada, Texas, el plato fuerte de la noche junto con Ohio, cayó del lado de Clinton con el 51% de los votos frente al 47%. A cierre de esta edición quedaban por decidir los caucus, que elegían un tercio de los delegados en este estado, y la ventaja inicial era de Obama. En el caso de Texas, el voto estuvo mucho más disputado y Clinton contó a su favor con los mayores de 65 años que son los que resolvieron el empate de ambos con su papeleta. En Texas había 228 delegados por adjudicar y en Ohio 161.

Al asentar la ventaja que le daban las encuestas en Ohio, Clinton consiguió frenar la carrera de Obama, quien desde el supermartes de febrero había ganado los 11 estados que habían celebrado primarias. Con Vermont, sumó el estado número 12 consecutivo pero su popularidad no pudo competir con la de Clinton en los grandes estados. En Ohio, la senadora recuperó parte de la base de votantes que había ido perdiendo hasta entonces.

En su discurso en Columbus (Ohio) la senadora estaba radiante y la multitud coreaba algo que la historia establece de forma general, que nadie ganaba la Casa Blanca sin ganar Ohio. En su alocución, hablaba de lo que significaba esa noche para ella tras los reveses. "Por cada americano que haya sido desestimado pero que se haya negado a ser noqueado, por todos los que han tropezado pero se hayan puesto de pie, y por todos los que trabajan pero nunca se dan por vencidos. Esta va por vosotros". Clinton, cuyas posibilidades se habrían acabado de perder los dos estados, afirmaba que el país "está volviendo y la campaña también… seguimos, seguimos fuertes y vamos hasta el final".

Obama, que llamó a Clinton para felicitarla, tuvo un discurso más sombrío que los de las últimas semanas y sin confeti. En Texas dijo que no importaba lo que había ocurrido porque "seguimos liderando por delegados de la misma manera que lo hacíamos esta mañana y estamos camino de ganar esta nominación". Lo cierto es que salvo en Ohio, donde ella tendrá más delegados, en Texas es posible que en términos de representación hayan quedado muy igualados. Con la intención de sonar presidencial, su discurso se dirigió contra McCain.

Así pues, ayer todo parecía indicar que la carrera demócrata, para desmayo de la dirección del partido, continúa. Se espera que los superdelegados dejen de moverse al lado de Obama, como habían empezado a hacer algunos que ya se habían comprometido con Clinton, al menos hasta que los votantes aclaren su voluntad.

De momento, las urnas se desplazan a un territorio en el que los votos importantes caen de nuevo del lado de Clinton. En tres días se disputa el estado de Wyoming, con apenas 18 delegados, y el día 11 es el turno de Mississipi (40 delegados), que puede favorecer a Obama. La carrera más importante es la tercera: Pensilvania donde el 22 de abril se adjudicarán sus 188 delegados. Clinton es la favorita en este estado como lo es en los industriales y colindantes con Ohio, Indiana, Kentucky y West Virginia. Si las tablas se van manteniendo, el fin de este largísimo y carísimo proceso será el 7 de junio, cuando Puerto Rico cierre las primarias.

Esta larga campaña, que está adquiriendo ya un tinte más amargo, puede perjudicar al partido demócrata porque los republicanos ya están listos para la siguiente fase: las presidenciales.

Y es que el senador John McCain pasó ayer de ser el posible candidato republicano a serlo definitivamente. Su contendiente principal en esta batalla por las primarias, Mike Huckabee, abandonó la carrera después de que McCain ganara en Ohio, Vermont, Rhode Island y Texas, los cuatro estados en juego. Para poner la guinda en esta victoria, hoy está previsto que McCain almuerce en la Casa Blanca con George Bush y que este le de su apoyo. Es una de esas ironías de la historia. McCain fue derrotado por Bush en las primarias republicanas de 2000.

Hasta ahora Bush no se había manifestado en cuanto a sus preferencias y los candidatos han preferido mantenerse lejos de él. El presidente ha sido el gran ausente de esta campaña de primarias republicanas debido a su baja popularidad. Por eso apenas ha sido nombrado en los actos públicos. Ahora, sin embargo, a McCain le interesa el apoyo de un político que sigue teniendo arrastre entre los votantes más conservadores, exactamente donde el candidato tiene problemas. El giro a la derecha que ha dado McCain en esta campaña ha sido pronunciado, ahora quiere mantener los recortes fiscales de Bush cuando fue uno de los dos únicos republicanos que votó en contra, y está decididamente enfrentado a los que apoyan Roe vs. Wade, la sentencia que legalizó el aborto, pero puede que no sea suficiente y necesite un buen apoyo a su lado que convenza a esos votantes más conservadores.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_