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Energía

España debe duplicar su consumo de renovables

La producción de electricidad 'verde' tendrá que subir al 40%

Un gran momento para Europa y para la lucha contra el cambio climático'. Las palabras del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, muy dado a calificar todas sus iniciativas de históricas, esta vez podrían ajustarse bastante a la realidad.

Por primera vez, Bruselas fija a cada país de la Unión Europea objetivos vinculantes para la producción de energías renovables. Y plasma en proyectos legislativos los compromisos políticos sobre reducción de emisiones que ha proclamado a los cuatros vientos en la escena internacional. 'Hace tres años, ni siquiera podíamos utilizar la palabra objetivos', recordó en rueda de prensa junto a Barroso un satisfecho comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas.

La tarea, según relataron ayer sus protagonistas, ha sido titánica. Nunca hasta ahora se había intentado en Bruselas una combinación tan ambiciosa de política energética y medioambiental. Las enormes consecuencias económicas y empresariales del proyecto han obligado a Barroso y sus comisarios a soportar una intensísima campaña de presión para ajustar el reparto nacional de renovables y de reducción de emisiones.

'Hace tres años ni siquiera podíamos hablar de objetivos vinculantes', recordó el comisario de Medio Ambiente

En la UE, los biocarburantes deberán cumplir obligaciones de sostenibilidad y ahorrar un 35% mínimo de emisiones de CO2

'Los contactos', reconocía ayer el presidente de la CE, 'han sido muy frecuentes y a todos los niveles. Pero era inevitable si queríamos presentar una propuesta ambiciosa y asumible por todos'.

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se encuentra entre los países que han logrado sus reivindicaciones. El coste de las medidas medioambientales será de un 0,45% del PIB para España.

El ministro de Industria, Joan Clos, señaló ayer en rueda de prensa que las posiciones de España durante la elaboración de la directiva están 'bien representadas' y destacó que los objetivos de Bruselas están en línea con lo que el Gobierno esperaba. De hecho, el método de cálculo para renovables aplicado por la CE ha deparado a España una cuota de renovables del 20% para 2020, idéntica a la fijada por el Gobierno.

'Son objetivos muy ambiciosos pero alcanzables', afirmaron ayer tanto Clos como la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, en la rueda de prensa paralela a la presentación de los objetivos vinculantes en Bruselas.

Según especificó Clos, la cuota de renovables ha de medirse teniendo en cuenta 'la energía final consumida' y no la generada. Con este parámetro, España se encuentra en una tasa de consumo del 8% y debe llegar a ese 20%. Para lograrlo, según los datos facilitados por Clos, la producción de energía eléctrica con fuentes renovables debería pasar 'del 20% actual al 42% o 43%', estimó el ministro. Los usos térmicos, como calefacciones, deberán pasar de utilizar un 3,6% de energía verde al 6%. 'El sector eléctrico es el que va a tener que realizar un mayor esfuerzo en este sentido, puesto que debe duplicar su producción con energías renovables', señaló Clos.

España, con la inestimable ayuda de Alemania, también ha conseguido preservar intacto su sistema de subsidios a las fuentes renovables. Los dos países atribuyen a ese modelo el rápido aumento de su cuota de producción. Y temían que la creación de un mercado virtual de energías reventara el sistema. La CE, finalmente, ha admitido que cada país elija su modelo de apoyo al sector y ha dejado en opcional la participación en el mercado de renovables, decisión que Clos celebró ayer. Adicionalmente, se implantará un mecanismo para que el Estado que lo desee pueda vender certificados de renovables a socios con más dificultades para producir este tipo de tecnologías.

Biodiésel sostenible

En la política energética que tendrá que ir implantando España, se incluye el objetivo común a todos los países de la UE de introducir un 10% de consumo de biocombustibles en el transporte. Este es el punto en el que el país tendrá que hacer un esfuerzo adicional puesto que, según los datos de Industria, el consumo nacional sólo alcanza el 0,6%.

La introducción de los biocarburantes se ha visto matizada en los últimos días previos a la aprobación de la Directiva. La Unión Europea ha decidido tener en cuenta el impacto que estos carburantes tienen en el medio ambiente y en la posible deforestación de los terrenos y valorar sus aspectos positivos sin perder de vista sus puntos negativos.

Así, los únicos biocarburantes que podrán contabilizar para el objetivo de introducción del 10% son los que garanticen un ahorro de emisiones de gases contaminantes de, al menos, un 35%. Supedita la meta a la disponibilidad de 'biocombustibles de segunda generación', que son aquellos producidos con materia prima no alimenticia. Además, Bruselas prohíbe expresamente que la materia prima para su fabricación proceda de bosques vírgenes o áreas protegidas, así como impide convertir humedales y zonas de silvicultura en terreno para su producción. Si incumplen estos parámetros, no contarán para los objetivos ni serán aptos para recibir exenciones fiscales.

Los encargados de verificar este cumplimiento serán los Estados aunque la CE puede aprobar un sistema de certificación que tendrían que aceptar como prueba suficiente de cumplimiento.

Un nuevo marco. Claves para entender los objetivos medioambientales

Post-Kioto: Un 21% menos de emisiones en la industria pesadaLa UE se ha comprometido unilateralmente a reducir un 20% en 2020 su nivel de emisiones de CO2 en relación con el año 1990. Para lograrlo, Bruselas propuso ayer el reparto por países y sectores de esa tarea, tomando como criterio principal el Producto interior bruto de cada socio. A más riqueza, mayor recorte. A menos desarrollo, más tolerancia con el incremento de emisiones.Las industrias que participan en el mercado de emisiones deberán contribuir con un recorte del 21% en relación con 2005. Pero sectores exentos hasta ahora, como transporte y construcción, también deberán aportar una media de recorte del 10% en relación con el mismo año.Renovables: Entre el 13% de Luxemburgo y el 49% de SueciaEn 2020, el 20% del consumo energético de los 27 países de la UE deberá proceder de fuentes de energía renovable, tales como eólica, solar, biomasa o hidroeléctrica. En 2005, año que se toma como referencia, ya se había alcanzado el 8,5%. El 11,5% restante se ha repartido entre países con un criterio de esfuerzo lineal y otro basado en el PIB. Las cuotas resultantes oscilan entre el 13% de países como Bélgica, Chipre o Luxemburgo y el 49% de Suecia. Pero ese reparto será objeto de una dura negociación entre los países de la UE. Francia (23%) ya ha advertido que no aceptará ningún objetivo por encima del 20%. Otros países piden una rebaja por su falta de potencial.Biocombustibles: La CE defiende el rigor de su norma de producciónSe trata de uno de los puntos más polémicos del plan, tanto desde el punto de vista económico como medioambiental y social. La UE quiere que en 2020 el 10% del consumo energético del sector de transportes se cubra con biocombustibles, aunque supedita ese objetivo a la disponibilidad en el mercado de la segunda generación de ese tipo de carburantes y a que su desarrollo se haga de manera sostenible.La Comisión Europea aseguró ayer que la directiva sobre biocombustibles prevé normas muy exigentes para su producción (en cuanto a reducción de emisiones y procedencia) y promete que vigilará su posible impacto en la evolución de los precios de los alimentos.Subvenciones: Cada país podrá mantener su sistema de apoyoLa aprobación de un objetivo europeo para la promoción de energías renovables (20% en 2020) ha estado a punto de llevarse por delante los sistemas de subvención de tarifas que aplican 18 países de la UE. Bruselas amagó con sustituir esos sistemas por un mercado virtual de títulos de producción para facilitar que todos los países, incluidos los de menos potencial, pudiesen alcanzar sus objetivos nacionales. Madrid y Berlín han impuesto sus criterios en contra de ese mercado. La CE también ha renunciado a armonizar los mecanismos de apoyo porque es 'demasiado prematuro'. 'El mercado interno en electricidad todavía no funciona adecuadamente', reconoce la CE.Coste: 1.476 millones de euros por semana hasta 2020La revolución tecnológica y medioambiental planteada por Bruselas presenta una abultada factura. El presidente de la CE, José Manuel Barroso, buscaba ayer ejemplos que endulzasen los números. 'Tres euros por semana y ciudadano'. 'El equivalente a llenar tres veces el depósito del coche'. Pero las cifras, sumadas, arrojan una factura de más de 60.000 millones de euros, casi el 0,6% del PIB comunitario.La CE las contrasta con el informe Stern, que cifra en el 5% del PIB el coste de no intervenir contra el cambio climático. Y la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, recordaba a las compañías quejosas que el impacto económico de los carteles empresariales es mucho mayor.Empleo: Entre la eclosión de un sector y la fuga de empresasLas patronales europeas advirtieron ayer contra el impacto económico directo e indirecto de la iniciativa de cambio climático en la competitividad de la empresas europeas. Los empresarios reclaman un acuerdo internacional antes de que la UE fije objetivos medioambientales unilateralmente. Las deslocalizaciones se invocan como consecuencia casi inevitable.Bruselas, en cambio, asegura que la promoción de renovables permitirá crear un millón de puestos de trabajo. Y recuerda el sector ecoindustrial ya emplea a 3,4 millones de personas en Europa. 'La propuesta', dice el presidente de la CE, 'no es a favor del medio ambiente y en contra de la economía. Es a favor de ambos'.Exenciones: La gran industria tendrá derechos de emisión gratisLa gran industria europea logró ayer que la Comisión Europea tomase en cuenta sus reivindicaciones sobre el mercado de emisiones de CO2. Bruselas ha aceptado eximir a las empresas cuya producción necesita un gran consumo energético de pagar los derechos de emisión. A partir de 2013, esos títulos se subastarán para sectores como el energético. Pero otras actividades, aún por decidir (aunque probablemente incluyan la siderurgia, el aluminio y las cementeras, como mínimo) seguirán recibiendo gratis sus títulos. El objetivo de reducción del 21%, sin embargo, se le aplica por lo que el recorte de la concesión de derechos les obligará, previsiblemente, a comprar títulos en el mercado.Pioneros: La UE regula por primera vez la captura de CO2Por primera vez, la UE crea el marco legal necesario para que se pueda utilizar la controvertida y carísima técnica del llamado 'secuestro del CO2'. Esa captura, permitirá, según Bruselas, explotar los yacimientos de carbón sin disparar el nivel de emisiones. La CE quiere que se utilice en todas las nuevas plantas de producción eléctrica. Y propone la construcción de 12 plantas piloto antes de 2015, con una importante inversión (de miles de millones de euros) de capital público y privado. La CE advierte que no puede haber financiación comunitaria e insta a los Gobiernos a invertir en estos proyectos. Los fondos que obtengan de la subasta de los derechos de emisiones.

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