Cómo construirse uno mismo su 'hedge fund'
Un inversor particular puede, combinando posiciones largas (compras) y cortas (ventas), emular la estrategia más básica de los fondos de inversión librePara invertir
Todo depende del riesgo que se quiera asumir, pero un inversor individual tiene relativamente fácil replicar, dentro de las múltiples estrategias que existen, la más antigua y básica de las técnicas de los hedge funds, conocida en la jerga bursátil como long-short. Construir por cuenta propia un modelo de inversión similar al de los enfants terribles de la Bolsa requiere de un conocimiento de los mercados mayor del que se necesita para la inversión tradicional, basada en la simple compra de acciones con la esperanza de que se revaloricen. Es por este motivo por lo que la mayor parte de los particulares prefieren dejar esta práctica en manos de los profesionales. Sin embargo, también conlleva una serie de ventajas.
La primera de estas virtudes es que no hay que esperar a que se empiecen a comercializar en España estos productos (en noviembre pasado un real decreto aprobó los hedge funds pero aún está pendiente una circular de la CNMV que los desarrolle), ni se deberán acatar sus restricciones (el pequeño inversor sólo podrá invertir a través de fondos de fondos). Además, crear un hedge fund casero reduce las comisiones (es un producto de gestión activa que conlleva altos costes) y proporciona una mayor liquidez, ya que muchos fondos de inversión libre, como los ha bautizado la legislación española, tienen restricciones temporales para poder retirar el dinero.
El primer hedge fund de la historia, creado por Alfred W. Jones en 1949, se basaba precisamente en una estrategia de inversión long-short. Este sociólogo estadounidense, con el crac del 29 aún muy presente, decidió desarrollar un fondo que le protegiese de los vaivenes del mercado combinando posiciones cortas y largas. Además usaba el apalancamiento, es decir, pedía prestado dinero o títulos para invertir grandes cantidades con unos recursos limitados.
Lo que se persigue con esta estrategia es obtener una rentabilidad de la cartera con independencia de la marcha del mercado
'Long significa largo en inglés y short, corto. Puesto que estar corto de algo generalmente significa carecer de ello, en finanzas, cuando hablemos de ponernos cortos de un valor, estaremos hablando de vender sus títulos, aunque no los tengamos. Nos pondremos cortos venderemos antes de la bajada cuando creamos que un valor va a caer para luego volver a comprarlo a un precio menor del de venta y embolsarnos la diferencia entre ambas cotizaciones. Por el contrario nos pondremos largos, o compraremos un valor, cuando creamos que va a subir', explica Alicia Jiménez, directora de análisis de Self Trade.
'Si long significa comprar y short, vender, una estrategia long-short buscará pares de valores, generalmente correlacionados, que por alguna razón puedan evolucionar de forma opuesta, posicionándose cortos en uno y largos en otro', añade Jiménez, quien junto a su departamento ha publicado el libro 25 estrategias para ganar en Bolsa.
Rentabilidad absoluta
A la espera de la plena implantación de los hedge funds en España, el inversor tiene dos opciones para participar de las estrategias de estos productos. Una es desarrollar de forma individual una cartera con pares de valores en los que se toman posiciones cortas y largas; la otra opción es acudir a los fondos tradicionales de rentabilidad absoluta. Estos fondos también usan estrategias de inversión alternativa pero, a diferencia de los de inversión libre, tienen limitaciones en cuanto a su grado de apalancamiento y en sus estrategias para vender a corto (sólo pueden hacerlo con derivados).
'Con las estrategias long-short lo que se busca es obtener una rentabilidad de la cartera con independencia de cuál sea la tendencia actual del mercado', explica José Ramón Iturriaga, gestor del fondo de retorno absoluto Okawango Delta que Abante Asesores ha lanzado recientemente.
El paso más importante para crear un hedge fund casero llega a la hora de elegir los pares de valores, ya que si la apuesta a corto sube o la inversión a largo cae, la estrategia será un fiasco. Los gestores de los fondos de inversión libre realizan sus apuestas long-short en base a complejos métodos cuantitativos basados en el comportamiento pasado de pares de valores. 'Por lo tanto, no es aconsejable que las estrategias long-short sustituyan por completo a las estrategias tradicionales, más bien deberán ser un complemento a estas', según los expertos de Self Trade.
Entre los pares de valores que se suelen utilizar se encuentran compañías del mismo sector con una larga historia de correlación bursátil pero que por algún motivo hayan tenido en los últimos meses un comportamiento dispar. El inversor debería en este caso tomar posiciones largas en la acción que lo haya hecho peor y cortas en aquella que más ha subido.
Otra de las estrategias consiste en elegir activos que raramente se comporten bien al mismo tiempo. Por ejemplo, valores defensivos frente a títulos de crecimiento o compañías de gran capitalización y small caps. En función de las perspectivas del mercado y del momento del ciclo económico habrá que decidir dónde ir cortos y dónde largos.
'Estas estrategias pueden funcionar bien en cualquier situación de mercado porque siempre habrá valores que suban y otros que bajen. Sin embargo, quizá sea en mercados laterales o en mercados con un cierto sesgo bajista donde mejor se comporten. En Bolsas claramente alcistas habrá que seleccionar muy bien las apuestas largas para compensar las pérdidas de la posición corta', comenta Fernando Luque, analista de Morningstar.
En todo caso, si no se acierta con una de las dos patas de la estrategia, siempre se podrá compensar en cierta medida desde el punto de vista fiscal las minusvalías con las plusvalías.
Ideas para operar sin tener los títulos en cartera
Los gestores de hedge funds que aplican estrategias long-short utilizan en muchas ocasiones acciones prestadas, sobre todo en la operativa a corto: reciben los títulos, los venden y luego los recompran pagando una comisión. El objetivo es que con unos recursos limitados se puedan multiplicar las opciones de ganar; aunque también se corre el riesgo de elevar las pérdidas si falla la estrategia.El inversor particular también dispone de alternativas para comprar o vender sin necesidad de tener los títulos. La primera es entrar a través de fondos de inversión. Además, se puede recurrir a los futuros y opciones, el préstamo de valores o el crédito con garantía pignoraticia.
Fondos. Entrar a través de fondos de retorno absoluto 'long-short'
Si el inversor no quiere correr el riesgo de construir por su cuenta una estrategia long-short pero quiere tener parte de su cartera expuesta a ella, tiene la oportunidad de comprar participaciones de fondos de inversión que basen su filosofía en esta técnica.En España sólo existen tres fondos registrados en la CNMV que sean puramente long-short: Bankinter Long Short, Bankinter Long Short II y NPG Long Short Equity.Más amplia, sin embargo, es la oferta de otros fondos de gestión alternativa, que además de la estrategia corto y largo, aplican otras estrategias. Estos fondos, también conocidos como de retorno absoluto, tratan de obtener rentabilidades en mercados tanto alcistas como bajistas, proporcionando al inversor protección ante las bajadas del mercado, a cambio de no participar necesariamente en todas las subidas.
Derivados. Estrategias basadas en futuros y opciones
Los productos derivados como las opciones y los futuros constituyen otra solución para ir largo o corto en un determinado valor aunque no se posean los títulos.Una opción es un contrato que otorga a su comprador el derecho, pero no la obligación, a comprar o vender una determinada cuantía del activo subyacente, a un precio determinado, llamado precio de ejercicio, en un periodo de tiempo estipulado o vencimiento.Las opciones de compra se denominan call: el comprador adquiere el derecho, aunque no la obligación, a comprar el subyacente a un precio determinado en la fecha de vencimiento establecida, mientras que el vendedor de call asume esa obligación. Por su parte, las opciones de venta se denominan put, y el comprador de una put tiene el derecho, aunque no la obligación, de vender el subyacente a un precio fijado, en la fecha de vencimiento. El vendedor de put asume esa obligación.En cualquiera de los dos casos el precio de la opción es lo que el comprador paga por obtener ese derecho y se denomina prima, que es lo que realmente constituye el objeto de negociación.En el caso de los futuros se trata de un contrato a plazo negociado en un mercado organizado, por el que las partes acuerdan la compraventa de una cantidad concreta de un valor (activo subyacente) en una fecha futura predeterminada (fecha de liquidación), a un precio convenido de antemano (precio de futuro). Es decir, se trata de contratos a plazo cuyo objeto son instrumentos de naturaleza financiera (valores, índices, préstamos o depósitos...) o commodities (es decir, mercancías como productos agrícolas, materias primas...).
Préstamo. Cesión de títulos a corto y de dinero en efectivo a largo
Si no se quieren utilizar derivados y lo que se pretende es operar al contado, una alternativa es el crédito al mercado. Este sistema consiste en la concesión del crédito de una parte del efectivo, en el caso de las operaciones de compra, o el préstamo de los valores correspondientes en el caso de venta. RBC Dexia Investors Services (nueva denominación de Bancoval) es, con su producto Credibolsa, líder en este tipo de préstamos con una cuota de mercado superior al 70%. En las operaciones de compra esta entidad concede un crédito por importe del 75% del efectivo de la operación y el inversor aporta la garantía inicial, fijada actualmente en el 25% del total.En el caso de las operaciones de venta, RBC Dexia presta la totalidad de los valores necesarios para la liquidación de la operación y el inversor aportará como garantía inicial el 25% del valor efectivo de la venta. El crédito al mercado se diferencia de otros productos de inversión similares en su seguridad jurídica, ya que está regulado por una orden del Ministerio de Economía. Hay que tener en cuenta que sólo se puede operar a crédito sobre los 35 valores del Ibex y que el importe mínimo del crédito al mercado es de 1.202 euros.
Crédito. Préstamos con garantía pignoraticia
Dado que el préstamo de valores, cuando se trata de entidades diferentes a RBC Dexia Investors Services, está limitado al intradía, algunas entidades de inversión ofrecen a sus clientes otras opciones.Se trata de los créditos inversión, productos específicos destinados a aumentar o tomar posiciones en valores, fondos de inversión, planes de pensiones o depósitos. La diferencia respecto a los habituales préstamos al consumo es que en estos créditos actúa como garantía la propia inversión.Su denominación varía. En algunas entidades se conocen por credifondos, ya que se destinan habitualmente a tomar participaciones en los fondos o planes de pensiones. En otras se los denomina Crédito Inversión.En todo caso, antes de suscribir uno de estos créditos con garantía pignoraticia, el cliente debe sopesar con detalle las ganancias que puede lograr con la inversión, ya que el interés a abonar en estos préstamos puede comerse toda la rentabilidad acumulada.