'Un ejecutivo tiene que conseguir buen karma'
Esta semana ha compartido sus secretos para convertir una idea en un negocio con un puñado de directivos españoles en una conferencia organizada por ESIC, Pricewaterhousecoopers y Cinco Días. Al británico Mike Southon le gusta contar cómo tomando jarras de cerveza con unos amigos fue anotando ideas y proyectos que se le iban ocurriendo en un posavasos. Montaron una consultora, la vendieron y se hicieron millonarios. De ahí nació la actual Cap Gemini Ernst & Young.
Usted dice que competir suele ser más fácil que ganar, ¿qué significa ganar?
Lo difícil es saber cuando se ha ganado. Cuando un empresario monta una empresa lo lógico es que crezca. La tendencia y el deseo es tener una compañía cada vez más grande. ¿Cómo se sabe si se ha ganado? Esto nos devuelve a la cuestión de cómo combinar la vida profesional y personal. El empresario sabe que ha ganado cuando mide el éxito monetario, pero también cuando descubre que ha sido capaz de crear un buen karma, que ha hecho felices a los que están a su lado. Crear un buen ambiente de trabajo es devolverle a la sociedad una parte de lo que la sociedad te ha dado.
'Hay ocasiones en las que el trabajo se convierte en un campo de batalla. Tiene que hacernos felices a todos'
¿Qué significa crear buen karma?
Cuando el directivo o empresario llega a la oficina y ve que sus empleados son sus amigos y que esas personas le ven a él como a un líder. Es aquella persona que nos inspira, que tiene ideas, que consigue que todo el mundo hable bien de él. Hay ocasiones en las que parece que el trabajo se convierte en un campo de batalla, pero no es necesario llegar a ese extremo. El trabajo debe hacernos felices a todos. No debemos considerarlo como una obligación.
La teoría está muy bien, pero en la práctica es difícil conseguir esas situaciones tan idílicas.
La realidad es bien distinta. No es fácil crear un buen ambiente, pero es algo a lo que debemos aspirar. Es algo que todos deberían plantearse porque no es sano ir a trabajar a una empresa en la que todo el mundo es infeliz, los clientes te odian, tu odias a los clientes, todos se odian. Es un gran reto intentar conseguir que al menos un 10% de la plantilla se motive. Lo triste es que haya gente que considere que el trabajo es una obligación y, por tanto, son infelices.
¿Puede dar algún consejo a los ejecutivos sobre cómo se motiva a los profesionales?
Yo utilizo una metodología muy simple. Lo primero que tienen que hacer es apuntar los problemas y dificultades que puedan tener en un papel. Simplemente por haber hecho la lista ya te sientes un poco mejor. Gran parte de los problemas ya se resuelven cuando se reconocen. Es el método del posavasos. Cuando se está en el bar tomando una cerveza se puede intentar buscar una solución a los problemas. El siguiente paso es pensar en una persona que te caiga bien y con la que tengas confianza, con experiencia empresarial y que te pueda ayudar como mentor. æpermil;l es la persona que puede ayudarte de manera desinteresada a resolver tus problemas.
¿Cómo se elige a ese tutor?
Haciendo una lista con las personas que te conocen, te caen y a su vez les caes bien. Cuando tienes elegida a esa persona de confianza, sólo le tienes que decir que quieres tomar un café y exponerle lo que te preocupa. Así se elige a un mentor. La gente suele preguntarme dónde puede encontrarlo y yo siempre digo que todo el mundo conoce a su mentor. Tiene que ser una persona generosa con su tiempo y a la que le guste ayudar a la gente, sobre todo a los jóvenes. Mi mentor, por ejemplo, tiene 79 años, está jubilado, no le gusta la jardinería ni jugar al golf, pero quedamos a almorzar y es la persona que me aconseja. A mí me ha ayudado mucho, porque me ha costado aceptar que no caigo bien a todo el mundo.
¡Qué estresante caerle bien a todos!
Sí, pero para mí es muy importante ser una persona simpática con todos. Creo que soy la persona más afortunada del mundo porque cuanta más suerte creo que tengo más suerte tengo. Pienso que si caigo bien a la gente puedo servirle de ayuda para resolver sus problemas. Hace falta que la gente tenga una actitud positiva. Las empresas necesitan tener unos pilares angulares, gente sólida, con sentido común para triunfar. El mundo de los negocios es muy sencillo lo que tienes que hacer es trabajar mucho, pero también divertirse, salir al bar a tomar cervezas.
¿Qué ocurre, que las mejores ideas surgen en los momentos de ocio?
Cierto. En el bar se te ocurre no una sino una decena de ideas, pero cuando descubres si es buena es cuando por la mañana sigues pensando en ella.
Según sus teorías, un líder nunca debe bajar la guardia, siempre tiene que mostrarse como tal.
Por supuesto. Lo que debe caracterizar a un líder es su energía, que sea capaz de generar ideas y de estimular a los que están a su alrededor. En una empresa dónde hay contables o informáticos discurre todo de manera tranquila, pero cuando tienes que resolver un problema es importante tener identificada a una persona con energía. Será una persona que tendrá éxito en todo lo que se plantee.
No todos los directivos son líderes.
Hay a algunos a los que les cuesta más que a otros, pero lo que distingue a un líder es su capacidad para hacer felices a los demás. Tiene que saber rodearse de un buen equipo.
Sueña con tocar con Blair en un escenario
Le gusta agradar. Y hace lo posible por conseguirlo hasta el extremo de que, cuando responde a una pregunta, Mike Southon siempre termina con un interrogante: '¿He respondido bien a lo que usted quería?'. Presume de tocar en una banda de rock con la que actúa en los bares de Londres. Asegura que lo más divertido es cuando organiza actuaciones para empresas.Y recuerda como el presidente de Sun Microsystems subió al escenario y tocó con la guitarra un tema de Deep Purple. 'Puedo decir que, en esos momentos, era el hombre más feliz del mundo. Es importante que los directivos disfruten de esos momentos de ocio con sus empleados'. Su gran ambición es tocar mano a mano con Tony Blair.Para Southon, tan importante como dirigir una compañía es saber divertirse. 'Si consigues tener un buen equilibrio y crear un buen ambiente en el trabajo, eso repercutirá en las ventas y en los resultados del negocio', afirma. Aunque reconoce que las condiciones del mercado son actualmente muy difíciles y, por tanto, cada vez más se requiere de personas con capacidad creativa.'Entiendo que es difícil estimular la creatividad dentro de las empresas, sobre todo cuando se les ha dicho constantemente a los empleados que se dedicaran únicamente a hacer su trabajo y que se olvidaran de las ideas'. En su opinión, todo esto ha cambiado. 'No hay que tener miedo de las personas con proyectos, capaces de idear nuevos negocios y aventuras. Si una idea no prospera, ya habrá más. Hay que saber estimular a esas personas', dice Southon.