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Tribuna
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Competencia

Las compensaciones por interconexión de redes y servicios de telecomunicación es el mayor mercado mayorista del sector, del que por motivos estructurales (disponibilidad de la mayoría de la red de acceso) o regulatorios (fijación de condiciones técnicas y económicas uniformes) se aprovechan especialmente los operadores incumbentes. En España este mercado supone el 10,3% del mercado total de telefonía fija, creciendo un 16% anual frente al 1,7% del mercado. En telefonía móvil representa el 30% del mercado total y crece el 9,9% frente al 23% del mercado debido a la intervención regulatoria para reducir fuertemente sus precios (CMT, 2002).

Cabe significar la importancia de los reguladores en la determinación de esas tendencias al fijar sus precios, buscando un equilibrio entre asegurar la rentabilidad a los nuevos entrantes (peso respecto a los precios minoristas) y mantener la eficiencia económica de las redes de los incumbentes (margen real sobre costes). Este importante mercado está cerrado a la competencia. Si bien es cierto que existen un monopolio natural en el destino de cualquier llamada (sólo el operador de acceso del usuario llamado puede terminarlas), y un monopolio legal en el origen de las llamadas móviles (el usuario llamante no puede escoger operador), los costes totales del transporte de la llamada hasta su entrega al operador destino pueden ser muy variados dependiendo del despliegue, la estructura y la tecnología de la red de los operadores.

Esta variabilidad posibilitaría la competencia entre operadores y con ello la mayor eficiencia en el uso de las redes de transporte e interconexión. Sin embargo, la política de los reguladores de establecer condiciones simétricas para los operadores incumbentes y para el resto imposibilita cualquier competencia. Paradójicamente, la determinación por la CE de los mercados de terminación como mercados de referencia (Recomendación de 11/02/2003) hará que todos los operadores sean declarados dominantes en su monopolio natural, posibilitando imponerles la orientación a costes, lo que dificultará la función regulatoria (en lugar de tres modelos de interconexión, uno fijo-fijo y dos fijo-móvil, hay 34 operadores que ofrecerán interconexión según sus costes, sea por tiempo o por capacidad). Sin duda esa orientación posibilitará la competencia en el transporte de la llamada en interconexión.

Es un buen momento para introducir competencia en el mercado de la interconexión en tránsito

Para ser ecuánimes con la realidad actual de las redes, los criterios de costeo deberían de tener en cuenta otras estructuras no jerárquicas de las redes, otros mecanismos de enrutamiento que no sean la conmutación de circuitos y otros costes financieros de los operadores. En este último punto, Telefónica de España ha propuesto que la parte del gasto de su expediente de regulación de empleo (de unos 3.600 millones) afectada a la operación sea contabilizada a efectos de costes de interconexión. Estos costes deben de reflejar los costes corrientes incrementales promediados de un operador eficiente y, por tanto, podrían incluir parte de los costes financieros necesarios para mantener eficientemente la actividad. Paradójicamente, se propone que los competidores ayuden a pagar los aumentos de productividad (Telefónica tenía 275,9 clientes por empleado frente a 703,4 el resto de operadores (CMT, 2002). Se abre un debate interesante, pues cada operador debe de tratar de ser lo más eficiente posible, aunque deba aumentar sus costes financieros para desplegar red o reducir costes de operación.

Para ser consecuentes habría que aplicar, en su caso, los posibles nuevos criterios desde un cierto momento neutro. Los segundos operadores han incurrido en importantes costes de adelgazamiento, sin que se reflejaran en sus precios de interconexión. Igualmente, tienen relativamente más costes de inversión sin que tampoco se reflejen en esos precios (capex sobre ingresos del 16,7% de Telefónica frente al 35,9% del resto de operadores; endeudamiento sobre el Ebitda respectivamente, del 344% y del 2.134,8%; flujo de caja libre sobre endeudamiento respectivamente del 13,8% y del -8,1%) (CMT, 2002). La aplicación de la nueva regulación es un buen momento para tratar de introducir competencia en el mercado de la interconexión en tránsito, cambiando algunos criterios que están enquilosando el desarrollo de los mercados finales. La CMT tiene la última palabra.

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