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Balance

Las cajas ganan un 4,8% menos pese al vigor que mantiene el negocio

La crisis persistente de los mercados de valores sigue castigando la cuenta de resultados de las cajas de ahorros. El sector obtuvo en los nueve primeros meses un beneficio atribuido de 2.871 millones de euros, un 4,8% menos que en los nueve primeros meses del año pasado, según los datos difundidos ayer por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).

Es la segunda caída trimestral consecutiva del beneficio, después de muchos años de crecimiento continuo.

El sector considera que el resultado final del conjunto del año dependerá mucho de cómo evolucione la Bolsa en los próximos meses, pero asume que el año que viene será aún más complicado, en un entorno de estrechamiento de márgenes, mayor competencia y deterioro económico que acabará dañando el negocio.

Por el momento, el descenso del beneficio hasta septiembre se debe, sobre todo, al hundimiento de los ingresos por operaciones financieras, que, a 30 de septiembre de este año, eran 498 millones de euros inferiores a los registrados entre enero y septiembre del año pasado. En concreto, las cajas registraron unas pérdidas de 200 millones de euros en las operaciones de renta variable de su cartera de inversión ordinaria, frente a los 110 millones que ganaron el año pasado. En lo que se refiere a la cartera de negociación, las ganancias obtenidas por la renta fija tampoco pudieron compensar las pérdidas en renta variable.

El impacto de la Bolsa ha sido tal que la CECA calcula que si los resultados por operaciones financieras hubieran evolucionado de manera similar al año pasado, el resultado atribuido al grupo hubiera subido por encima del 10%.

El negocio básico, por el contrario, siguió dando signos de fortaleza, con un crecimiento del balance del 11,6% y aumentos del crédito superiores a los registrados el año pasado. Además, éstos se producen sin repuntes preocupantes de la morosidad, que se mantiene en una tasa del 0,9% y con una tasa de cobertura del 231%.

Pese a un entorno bajista de los tipos de interés, las cajas lograron un crecimiento del margen de intermediación del 9,6%, una tasa muy superior a la obtenida por los bancos en España (2,05%) en el mismo periodo. Además, los ingresos por comisiones se recuperaron ligeramente, con un aumento del 8,3%, un punto más que en el semestre, gracias al incremento de los ingresos por prestación de servicios y por tarjetas. Los derivados de los fondos de inversión o de pensiones siguen cayendo. La evolución de las comisiones permite un aumento del margen básico del 9,4%, que se queda en una subida del 4,5% al descontar las operaciones financieras (margen ordinario).

Entre los aspectos negativos de estos nueve meses, cabe destacar el capítulo de gastos, que se aceleran respecto a los trimestres anteriores. El aumento contrasta con la reducción registrada por la banca, donde los procesos de ajuste de plantilla y oficinas son mucho más ambiciosos.

Extraordinarios

Entre lo positivo se encuentra en el análisis de los extraordinarios. æpermil;stos disminuyen 66,7 millones de euros respecto a los de hace un año, pero mejoran sustancialmente su aportación a la cuenta de resultados respecto a lo que sucedió en el primer semestre. Y es que en este epígrafe contabiliza en el tercer trimestre 168 millones de euros por la venta de inmovilizado y 51 millones de euros de recuperaciones de fondos específicos.

Hasta junio, las cajas registraron unos resultados extraordinarios negativos por importe de 212 millones de euros, frente a los 128 millones de euros positivos del primer semestre de 2001. La diferencia fueron los 340 millones de dotaciones extraordinarias realizadas por La Caixa para cubrir los saneamientos de sus participadas, Telefónica y Repsol, una circunstancia que arrastró los resultados de todo el sector en el primer semestre.

También en la parte baja de la cuenta evoluciona algo mejor que en los anteriores trimestres el capítulo de saneamientos y dotaciones por insolvencias, con un aumento del 13,3%, hasta alcanzar los 1.156 millones de euros, de los que 525 millones se han destinado al fondo estadístico de cobertura para insolvencias.

En cuanto a la actividad, se mantiene en niveles similares a los trimestres anteriores. La inversión en el conjunto del sector ascendió a 402.753 millones de euros, un 13,2% más que un año antes. De esta inversión, los créditos a clientes mejoraron un 16,1%, hasta los 308.894 millones, mientras que los recursos ajenos se situaron en 377.180 millones de euros, con una subida del 13,1%.

En octubre, se acelera el aumento del crédito (17,4%) y de los recursos (14,2%). Las cajas esperan mantener este ritmo de crecimiento hasta el cierre de año.

CC OO vuelve a ganar en el sector de ahorro

Los 107.000 trabajadores de las cajas eligieron ayer a sus 2.901 delegados sindicales. Aunque a últimas horas de la tarde de ayer no se habían escrutado la totalidad de los votos, según un avance de UGT, con el 73% de las votaciones escrutadas CC OO había obtenido una representación del 35%, lo que le vuelven a confirmar como el primer sindicato en el sector.UGT, por su parte, había conseguido el 28% de las votaciones, lo que supone una mejora del 3% respecto a los comicios de hace cuatro años. De esta forma, en cuanto a los delegados elegidos, FES-UGT ha logrado 536. Por entidades ha ganado en Ibercaja, Caja San Fernando, Caja Duero y la CAM. El tercer sindicato en porcentajes estaba, según este escrutinio, muy igualado entre el CSICA y CIC, que han conseguido el 12%. Coincidiendo con las elecciones sindicales, la CECA celebró ayer su habitual consejo de administración mensual. En él, uno de los protagonistas fue el presidente de La Caixa y vicepresidente de la CECA, Josep Vilarasau. El hundimiento del petrolero Prestige frente a las costas gallegas también fue objeto de comentarios, en los que todos los consejeros coincidieron en mostrar su preocupación por sus desastrosos efectos, informa Ángeles Gonzalo. Aunque en la reunión no se hizo ningún comentario sobre la próxima salida de Vilarasau de La Caixa y, por lo tanto, de la CECA, en los pasillos algunos consejeros no pudieron evitar comentar la fórmula por la que CiU ha forzado la próxima salida del presidente de la mayor caja española. CiU ha limitado el mandato de los consejeros y altos cargos de las cajas a un máximo de 20 años, lo que obliga a Vilarasau a dejar su cargo en las próximas elecciones de la caja, al llevar 27 años en La Caixa, 23 de director general y casi cuatro como presidente.

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